Autodeterminaci¨®n y refer¨¦ndum
Escribe Kundera que la gente grita reclamando un futuro mejor, pero eso no es verdad. Y aclara que el futuro es un vac¨ªo indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado est¨¢ lleno de vida y su rostro nos excita, nos irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Por eso, los hombres se esfuerzan por adue?arse del futuro solo para poder cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotograf¨ªas y se reescriben las biograf¨ªas y la historia. Esa lucha explica la convocatoria y la denominaci¨®n del encuentro Espa?a contra Catalu?a, celebrado el pasado 12 de diciembre en Barcelona por cuenta de la Consejer¨ªa de Presidencia de la Generalitat. ?ltimos viajeros venidos del simposio aseguran que se desarroll¨® bajo ese estado de padecimiento producido por la evidencia repentina de la propia miseria, que es como define Kundera la litost checa, actitud an¨¢loga a esa tan conocida de ¡°para que se fastidie el capit¨¢n no como el rancho¡±.
Los hombres se esfuerzan por adue?arse del futuro solo para poder cambiar el pasado
En cuanto a esos gritos en pro de un pasado mejor, lanzados por los titulares del poder pol¨ªtico conforme al guion de sus estrictas necesidades, parecen bien relacionados con la convocatoria de un refer¨¦ndum para el 9 de noviembre de 2014, sobre la base de una doble pregunta dirigida a los catalanes. Primero, sobre si quieren que Catalunya sea un Estado y segundo, en el caso de que la respuesta primera haya sido afirmativa, si quieren que sea un Estado independiente. Se trata, claro est¨¢, de una propuesta unilateral de refer¨¦ndum, que pretender¨ªa encadenar toda una serie subsiguiente de unilateralidades. Hasta ahora, los sondeos disponibles consideran poco probable que el refer¨¦ndum llegue a celebrarse, habida cuenta de que carece de autorizaci¨®n del Gobierno y de que parece inimaginable un acuerdo sobre semejante materia entre el president Artur Mas y el presidente Rajoy. M¨¢s a¨²n, cuando ambos se encuentran prisioneros de unas fuerzas con posiciones mucho m¨¢s exageradas y convencidas del r¨¦dito electoral del ondear de sus antag¨®nicas banderas ¡ªindependentistas en Catalu?a y unionistas en el resto de Espa?a¡ª.
Cuesti¨®n aparte, digna de ser destacada, fue el debate del presidente de Ciutadans, Albert Rivera, en el programa 8 al d¨ªa. All¨ª hubo de v¨¦rselas con los alistados en pro del derecho a decidir ¡ªPilar Rahola, Rafael Nadal y Jos¨¦ Antich¡ª y con el propio moderador, Josep Cuni, atento a sumar su apoyo al tr¨ªo. Fueron 51 minutos de acoso, reflejo de la situaci¨®n reservada a quienes disienten del refer¨¦ndum secesionista en Catalu?a. Rivera fue sometido a un quinto grado con interrupciones y descalificaciones sin tregua. Ni descompuso la figura, ni el tono, ni la sonrisa. Dio una lecci¨®n de inteligencia y de mesura.
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