El cansancio pasa factura al Rey en su reaparici¨®n m¨¢s esperada
Don Juan Carlos titubea en su primer discurso en directo desde su ¨²ltima operaci¨®n La Zarzuela achaca lo ocurrido a la falta de luz en el atril
El Rey quer¨ªa demostrar este lunes, en su primer acto p¨²blico fuera de La Zarzuela desde que se oper¨® por ¨²ltima vez, el pasado 21 de noviembre, que empezaba el curso con fuerzas y que hab¨ªa dejado atr¨¢s su particular martirio, la cadera, que le ha llevado cinco veces al taller en apenas dos a?os. Don Juan Carlos, que el domingo cumpli¨® 76, quer¨ªa callar las voces que, alentadas por sus frecuentes pasos por el el quir¨®fano, han agitado como nunca antes el debate de la abdicaci¨®n en 2013. Pero todo le sali¨® al rev¨¦s.
El Monarca entr¨® en el sal¨®n del trono del Palacio Real caminando con sus inseparables muletas y vestido con el uniforme de capit¨¢n general del Ej¨¦rcito de Tierra. Exactamente igual que en la Pascua Militar del a?o pasado, en la que don Juan Carlos reaparec¨ªa tambi¨¦n por primera vez fuera de La Zarzuela despu¨¦s de otra operaci¨®n de cadera. Como en 2013, no pas¨® revista a las tropas, escuch¨® sentado, junto a la Reina y los Pr¨ªncipes, el discurso del ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, y le acercaron un atril para leer el suyo, de pie. Pero a mitad de discurso empez¨® a titubear. Y el plan de La Zarzuela de mostrar que este era el regreso definitivo se derrumb¨® en unos minutos. 2014 empezaba igual o peor que 2013 en la Casa del Rey.
Por momentos, parec¨ªa que el Rey se quedaba sin respiraci¨®n. En una ocasi¨®n dej¨® escapar un resoplido y dio la impresi¨®n de que no iba a continuar leyendo su discurso. Finalmente, lo hizo, pero incapaz de disimular el enorme esfuerzo que le estaba costando y que justamente estaba pidiendo a los militares para ¡°mantener las capacidades que se requieren para garantizar la seguridad de nuestra patria en un escenario econ¨®mico de gran complejidad¡±.
Don Juan Carlos, atropellado, cambi¨® el significado de algunas de las l¨ªneas del discurso que le hab¨ªa preparado el Gobierno: ¡°Esa es la grandeza de la familia, la vuestra y la m¨ªa¡±, dijo, en lugar de ¡°la grandeza de la milicia, la vuestra¡±.
El Monarca explic¨® despu¨¦s al personal de la Casa del Rey que la luz del atril le hac¨ªa sombra en los papeles y que no ve¨ªa con claridad. Y los nervios al darse cuenta de que no lo estaba haciendo bien justo el d¨ªa que quer¨ªa hacerlo mejor que ning¨²n otro empeoraron la situaci¨®n. En La Zarzuela no ocultaban el disgusto. Era la reaparici¨®n del Rey y no hab¨ªa salido bien. Este lunes era el d¨ªa para mostrar con un discurso en directo ¡ªno grabado, como el de Nochebuena¡ª y fuera de casa que don Juan Carlos estaba muy recuperado; que 2014 iba a ser distinto a 2013 ¡ªcuando tuvo que someterse a tres operaciones con anestesia general¡ª y que el Monarca era ese hombre sin muletas, jersey de cuello vuelto y rejuvenecido aspecto que acababa de ser portada de ?Hola! y que en Nochebuena hab¨ªa manifestado a los espa?oles su ¡°determinaci¨®n de continuar¡± siendo el Rey de todos los espa?oles.
Pero don Juan Carlos dio la imagen contraria a la que pretend¨ªa ofrecer. Se ve¨ªa en las caras de seriedad de los presentes ¡ªdesde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a los ministros de Defensa e Interior y toda la c¨²pula militar¡ª, en las miradas al suelo y en los gestos del personal de La Zarzuela, consciente de que no hab¨ªan conseguido un titular sobre el regreso del Rey, sino una imagen que lo pon¨ªa en duda.
El Monarca, el primero en darse cuenta de que el plan hab¨ªa fallado, abandon¨® el sal¨®n del trono del Palacio Real enfadado consigo mismo, seg¨²n fuentes de la Casa del Rey. Despu¨¦s, se repuso y charl¨® animadamente durante unos veinte minutos con los militares invitados, seg¨²n las mismas fuentes. Pero ah¨ª ya no hab¨ªa c¨¢maras presentes.
Esta semana tiene m¨¢s actividades previstas en su agenda, pero dentro de La Zarzuela y sin discurso, de modo que tendr¨¢n que pasar algunos d¨ªas m¨¢s para que vuelva a intentar ofrecer esa imagen del regreso y la recuperaci¨®n. De momento, este mi¨¦rcoles recibir¨¢ en audiencia al ministro de Asuntos Exteriores japon¨¦s, Fumio Kishida, y en los pr¨®ximos d¨ªas, a nuevos embajadores extranjeros en Espa?a.
El plan de la Casa del Rey es retomar en febrero los viajes al exterior. Don Juan Carlos tiene pendiente una visita en Par¨ªs al presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, desde que gan¨® las elecciones, en 2012, y otra a Lisboa. El cirujano que le ha intervenido en las dos ¨²ltimas ocasiones de la cadera, Miguel Cabanela, estim¨® que el Monarca podr¨¢ caminar sin apoyos (es decir, ni muletas ni bast¨®n) a partir de primavera. Todos en la familia real est¨¢n deseando que don Juan Carlos supere definitivamente la racha de achaques y operaciones, como explic¨® el propio Pr¨ªncipe al salir de ver a su padre en el hospital el pasado noviembre: ¡°Esperemos que esta sea la definitiva. El paciente es el que m¨¢s ganas tiene de que esto termine, pero uno sabe que puede caerse en cualquier momento. Todos podemos pasar por ah¨ª¡±, dijo.
El de los problemas de salud del Monarca era uno de los frentes abiertos que La Zarzuela cree controlar y esperaba poder cerrar definitivamente este a?o, frente a otros donde no tienen margen de maniobra, como el caso N¨®os. Precisamente este martes se espera que el juez Jos¨¦ Castro comunique si imputa de nuevo a la infanta Cristina.
Porque no pueden controlarlo ni ponerle fin, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, volvi¨® a calificar el pasado s¨¢bado en TVE de ¡°martirio¡± el caso N¨®os. La instituci¨®n no ha logrado remontar los niveles de popularidad previos a la imputaci¨®n de I?aki Urdangarin, en diciembre de 2011. La Zarzuela confiaba en poder contrarrestar esa erosi¨®n de prestigio motivada por el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n, con la actividad del Rey. Pero los nervios, la luz del atril, el cansancio o las secuelas de tres operaciones en un a?o impidieron a don Juan Carlos retomar este lunes la iniciativa. Y en La Zarzuela ya saben por experiencia que un annus horribilis puede durar m¨¢s de 365 d¨ªas.
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