El paro hace explotar Melilla
La violencia estalla en tres barrios marginales La adjudicaci¨®n de 200 empleos p¨²blicos provoca disturbios, con disparos y c¨®cteles molotov
La Ca?ada de Hid¨²n en Melilla amaneci¨® ayer tranquila despu¨¦s de m¨¢s de seis horas de disturbios y enfrentamientos entre los vecinos y la polic¨ªa. Tras las barricadas, los disparos de pistola y los c¨®cteles molotov del viernes, solo quedan piedras por la carretera, vainas de los cartuchos de fogueo, y manchas del aceite vertido en los accesos al barrio para impedir que se pudiera andar por la zona.
La violencia estall¨® la noche del pasado viernes uno de los tres barrios marginales de la ciudad aut¨®noma ¡ªLa Ca?ada, Monte Mar¨ªa Cristina y Reina Regente¡ª tras la publicaci¨®n del nombre de los vecinos que acceder¨¢n a los 200 empleos p¨²blicos (durante seis meses y con salarios que rondan los 1.000 euros) que ofrecen la Delegaci¨®n del Gobierno y el Ayuntamiento a trav¨¦s de planes de empleo. Lo mismo que ocurri¨® el a?o pasado. Y el anterior. Y el anterior...
A primera hora del s¨¢bado, los ni?os buscan cerca del parque pelotas de goma de color verde, amarillo y rojas... Un nuevo juguete, pero que bota con m¨¢s fuerza de lo normal. Es el rastro dejado por los antidisturbios de la polic¨ªa la noche anterior, en su intento de controlar la situaci¨®n. No hubo detenciones, pero fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno no descartan que las haya en pr¨®ximos d¨ªas.
Sab¨ªamos que algo iba a ocurrir porque por la ma?ana estaban comprando gasolina y trayendo neum¨¢ticos¡§
Los vecinos de la Ca?ada cuchichean en la carnicer¨ªa y en las otras tiendas. Y cuando entra alguien ajeno al barrio, todos callan y disimulan mirando alg¨²n art¨ªculo de la estanter¨ªa. Pero no contestan a las preguntas sobre los disturbios. ¡°?Eres polic¨ªa?¡±, replican. O se escabullen: ¡°Yo vivo en otro barrio, en Cabrerizas; no soy de aqu¨ª¡±.
El carnicero asegura que lo ¨²nico que sabe es que cuando fue a abrir el establecimiento por la tarde se encontr¨® la calle llena de polic¨ªas y una barricada de neum¨¢ticos. ¡°S¨¦ que hay muchas protestas por la falta de trabajo, es un barrio en el que hay mucho paro¡±, afirma. Y relata su preocupaci¨®n por que los alborotadores llegaron a cortar la luz: ¡°Por si afectaba a la tienda y me paraba las neveras echando a perder la mercanc¨ªa¡±.
Yesi, de 25 a?os, vestido a la europea y con auriculares, se lamenta de que cuando comenz¨® todo iba al trabajo y, hasta dos horas despu¨¦s, no pudo salir del barrio. ¡°Tuve que llamar a mi jefe para que avisara a mi relevo que no se fuera, mientras un vecino me sacaba con su coche por las calles de arriba y detr¨¢s del barrio¡±. Sabe lo que cuesta mantener un empleo y de ah¨ª su agobio por llegar a la cafeter¨ªa en la que trabaja. ¡°No son formas de reclamar, aqu¨ª vivimos muchos y no pensaron en los dem¨¢s, ni en las mujeres ni en los ni?os peque?os, que se encontraron mal por los humos¡±, protesta.
Una bandera negra hecha con un trapo y enganchada a un palo, con las letras FUP, que significa ¡°la fuerza de la uni¨®n del pueblo¡±, est¨¢ colocada en la esquina de una acera, como si marcara los l¨ªmites de otro territorio. Para muchos melillenses esto es ¡°territorio comanche¡±. Es el barrio con m¨¢s fracaso escolar y mayor ¨ªndice de paro (una tasa del 50%). En ¨¦l hay de forma casi continua actos de gamberrismo, como el ocurrido en Navidad, cuando apedrearon al servicio de transporte urbano, y m¨¢s tarde a la polic¨ªa cuando fue a auxiliar al conductor.
La Ca?ada de Hid¨²n tiene el sello de ser el barrio m¨¢s marginal, donde se refugian los traficantes de hach¨ªs y donde la Polic¨ªa Local poca veces patrulla. Tanto este como Reina Regente, Cabrerizas o Monte Mar¨ªa Cristina son barrios con mayor¨ªa de musulmanes y los que mayor incremento de habitantes han sufrido en los ¨²ltimos a?os. La crisis ha arrastrado hasta ellos a quienes se quedaron sin trabajo en la Pen¨ªnsula o en Europa.
Algunos pol¨ªticos culpan a las ayudas sociales de la ciudad de un ¡°efecto llamada¡± y por eso se han cambiado los requisitos para acceder a ellas. Ahora es necesario haber estado empadronado en Melilla durante dos a?os, y no uno como antes.
En la esquina, bajo la bandera, un corro de unas 10 personas ¡ªj¨®venes, ni?os, alguno con la cara tapada¡ª- justifica la revuelta y anuncia que no acabar¨¢ aqu¨ª: ¡°Pedimos citas para hablar con los que mandan. Como no nos escuchan, nos dedicamos a esto¡±. Pero tambi¨¦n hay quien asegura que su intenci¨®n no era ¡°formar la que se form¨®, sino hacer una manifestaci¨®n¡±. Y agregan: ¡°De pronto nos encontramos a la polic¨ªa de frente¡±.
El testimonio de otra vecina que tapa su cabello con un pa?uelo negro echa por tierra esta justificaci¨®n: ¡°Sab¨ªamos que algo iba a ocurrir porque por la ma?ana estaban comprando gasolina y trayendo neum¨¢ticos¡§.
Los de la bandera se defienden: ¡°Tampoco sabemos de otra manera de llamar la atenci¨®n¡±.
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