Los disturbios vuelven por tercer d¨ªa a la ¡®zona cero¡¯ de Burgos
La pac¨ªfica concentraci¨®n vecinal se torna en revuelta Los burgaleses quieren bloquear hoy as m¨¢quinas El alcalde: ¡°El plan es fruto de la participaci¨®n ciudadana¡±
Cuando las farolas alumbran las calles y la niebla cubre la ciudad, Gamonal, uno de los barrios m¨¢s grandes de Burgos (60.000 habitantes), se transforma. El distrito obrero que por las ma?anas se muestra alegre y acogedor, por las noches se convierte en un espacio hostil, donde es f¨¢cil respirar el desencanto y el odio que existe contra las autoridades.
Las ventanas de los aglomerados edificios se encienden, los vecinos asoman sus cacerolas y apoyan desde su casa las protestas. Otros bajan a la carretera y animan a que todos se unan. Y empiezan la sublevaci¨®n: ¡°Gamonal no quiere bulevar¡±, ¡°Libertad a los detenidos¡±, o ¡°El pueblo unido jam¨¢s ser¨¢ vencido¡±.
Los vecinos volvieron a juntarse ayer: la cita fue a las siete de la tarde en su punto de reuni¨®n, la zona cero. As¨ª llaman al cruce de la calle de Vitoria con la calle de San Bruno. Hab¨ªan vivido dos d¨ªas seguidos de intensas manifestaciones y de disturbios violentos en contra de la conversi¨®n de la calle de Vitoria en un bulevar.
Primero fue una cacerolada, luego caminaron hasta la comisar¨ªa del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, donde est¨¢n detenidas 40 personas desde los altercados del viernes pasado. Despu¨¦s, m¨¢s de un millar se concentr¨® ante el Diario de Burgos. Eran ancianos, j¨®venes, ni?os, madres con los carritos de beb¨¦, que protestaban a voz en grito: ¡°Est¨¢n vendidos y no cuentan lo que realmente est¨¢ pasando aqu¨ª¡±.
Luego, el plan era regreso al punto de partida y a casa. Pero solo hace falta que uno se aventure a lanzar la primera piedra para que se repitan los altercados: sucursales de banco destrozadas, contenedores de basura quemados, las vallas que cubren la zona de obra tiradas, y las marquesinas de autobuses y cabinas de tel¨¦fonos sin cristales. Esto es lo que volvi¨® a pasar anoche, aunque sobre las diez de la noche todo hab¨ªa terminado. La lluvia y la intenci¨®n de madrugar para bloquear las m¨¢quinas fue llevando a los vecinos a sus casas.
Fue justo cuando se supo que los detenidos comenzaban a quedar en libertad: 16 arrestados el viernes salieron en libertad provisional, acusados de des¨®rdenes p¨²blicos y da?os. Y 13 de los 23 del s¨¢bado, pasaron a disposici¨®n judicial. El resto, eran menores.
No es nuestro fin destruir la zona, pero ojal¨¢ sirva para que reflexionen¡±
¡°Se escandalizan con una lona rota, pero no cuando destrozan a una familia con las subidas de impuestos y las inexistentes reformas sociales¡±, denuncia Enrique Alonso Velasco, del ¨¢rea de juventudes de IU. ¡°La violencia no es lo id¨®neo, ni lo que busc¨¢bamos, pero a ver si as¨ª nos escucha el se?or alcalde¡±, afirma con seriedad, mientras recibe el apoyo de quienes lo escuchan. No todos los vecinos est¨¢n de acuerdo con los enfrentamientos agresivos; sin embargo, los defienden. Los justifican en que a veces, la c¨®lera, despu¨¦s de dos meses de protestas pac¨ªficas, no se puede frenar.
Casi nadie quiere dar su nombre, los enfrentamientos con los antidisturbios de los ¨²ltimos d¨ªas los han dejado atemorizados. Este domingo, dos mujeres han salido a la calle con l¨¢grimas en los ojos. Llevaban pancartas donde se lee: ¡°Justicia para los detenidos. Libertad sin cargos YA!!¡±. En la noche del s¨¢bado, cuando, junto a sus parejas, regresaban de cenar y se dirig¨ªan a su coche aparcado en una de las calles donde la batalla campal segu¨ªa, los antidisturbios alcanzaron a los hombres, de 27 y 35 a?os, con sus porras.
¡°Hay que defender a los detenidos porque han actuado por una causa justa y al alcalde hay que echarlo de Burgos¡±, protesta un hombre octogenario.
¡°Por m¨¢s que le pedimos al se?or alcalde que nos reciba, no nos hace caso. ?De qu¨¦ democracia hablamos cuando las autoridades no quieren dialogar con los ciudadanos?¡±, denuncia Ana Moreno, una de las promotoras de la plataforma Bulevar Ahora No. Fue la organizaci¨®n que se encarg¨® de movilizar a los burgaleses a las manifestaciones pac¨ªficas de los ¨²ltimos dos meses.
El viernes, sin embargo, antes de los disturbios, decidieron disolverse. ¡°No quer¨ªamos albergar a grupos violentos¡±, explica. La plataforma ya no es necesaria para que la gente proteste. A trav¨¦s de las redes sociales y del boca a boca, las personas se re¨²nen. ¡°Ahora, acudimos a t¨ªtulo propio¡±, confiesa Ra¨²l Salinero, concejal de IU y que figur¨® como apoyo para que la organizaci¨®n se formara. ?l asegura que han intentado por las v¨ªas institucionales lograr que el alcalde se siente a discutir con ellos y con las asociaciones vecinales, pero sin ¨¦xito.
El regidor, Francisco Javier Lacalle (PP), convoc¨® a la misma hora de la cacerolada, una rueda de prensa. En ella afirm¨® que el proyecto del bulevar es ¡°resultado de la participaci¨®n ciudadana¡±. Reprob¨® sin titubeos y con fuerza los actos ¡°vand¨¢licos¡± de los ¨²ltimos d¨ªas y felicit¨® a las fuerzas de seguridad por su actuaci¨®n. Reconoci¨® a la plataforma Bulevar Ahora No por presentar sus discrepancias con pasividad y asegur¨® que esta organizaci¨®n es parte del consejo de barrio. ¡°Con ellos nos hemos reunido innumerables veces¡±, asegur¨®.
Lacalle no pudo explicar porqu¨¦ est¨¢n surgiendo estos grupos violentos que, seg¨²n ¨¦l, ¡°no son un reflejo de Burgos¡±.
Manolo Alonso es un sexagenario que se ha convertido en un referente vecinal. Su autoridad es indiscutible. Cuando pide silencio, la gente se calla; cuando suplica que dejen los actos vand¨¢licos, los j¨®venes obedecen, y cuando pide la palabra, todos lo escuchan. No le gustan los disturbios violentos y estos suceden una vez que ¨¦l se va a casa. ¡°Dejan una mala imagen del barrio y no es nuestro objetivo destruir nuestra zona, pero ojal¨¢ sirva para que el alcalde reflexione¡±, puntualiza. Este argumento se repite una y otra vez. Luchan por su calle, no era su objetivo destruirla.
Hoy volver¨¢n a la zona cero sobre las seis y media de la ma?ana. Quieren bloquear el paso de las m¨¢quinas para que no puedan transformar la arteria que une este barrio con el centro de la ciudad. Volver¨¢n todos los d¨ªas. Para que no toquen su calle.
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