¡°La polic¨ªa, tras disolver, se ha dedicado a pescar en el barrio y coger a chavales¡±

Las piedras vuelan. Un contenedor de obra arde. Y los antidisturbios cargan contra el grupo de j¨®venes encapuchados que se enfrenta a ellos en la calle de Vitoria. Son las nueve de la noche del lunes en Gamonal. Y empiezan las carreras que acaban a las diez con ocho chavales en la v¨ªa de Severo de Ochoa. Enfrente, cuatro polic¨ªas. All¨ª, seg¨²n consta en un auto, los cantos vuelven a surcar el cielo y uno impacta en el muslo de un agente. Otra vez, m¨¢s persecuciones. La polic¨ªa entra en un portal "donde se hab¨ªan refugiado los j¨®venes". A uno le encuentran, seg¨²n la magistrada, una piedra, guantes y un pasamonta?as. Para la instructora, indicios suficientes. A prisi¨®n.

?l es uno de los seis arrestados que han acabado en la c¨¢rcel tras los altercados. Podr¨ªa enfrentarse a seis a?os de internamiento por los delitos de "des¨®rdenes p¨²blicos, atentado y lesiones". ?Su perfil? "Carece de ocupaci¨®n o trabajo alguno", precisa la titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 en su escrito. El chico, que vive con sus padres, reside en Burgos. Al igual que los otros cinco j¨®venes?¡ªtodos hombres y de entre?18 y 24 a?os¡ª para los que ha decretado su entrada en un centro penitenciario.

"Son gente del barrio y de Burgos", apunta ?scar, miembro de la asamblea que ha coordinado las protestas contra el bulevar y uno de los tres encargados de ejercer de enlace entre el colectivo y las familias y abogados de los seis enviados a prisi¨®n. "Yo no s¨¦ qu¨¦ filiaci¨®n tienen despu¨¦s, si son de grupos radicales. Pero aqu¨ª no estaban por ser de ellos", apostilla el representante vecinal, que cuestiona los arrestos de los agentes: "La polic¨ªa, tras disolver, se ha dedicado a hacer pesca en el barrio y coger a los chavales".

A Jorge Balb¨¢s, 23 a?os, lo detuvieron en la noche del viernes al s¨¢bado. Cuenta que estuvo en los calabozos de comisar¨ªa hasta las seis y media de la ma?ana, cuando lo trasladaron a los juzgados. "A un nicho de tres metros cuadrados, donde me metieron con otras dos personas", destaca el joven, que sali¨® en libertad a las tres y media de la tarde del domingo; y que asegura que estaba tomando cervezas con unos amigos cuando lo arrestaron. "Yo solo estaba viendo el foll¨®n".

Desde el lunes, el Ministerio de Interior se ha esforzado en vincular los altercados de Gamonal con grupos violentos organizados "que se desplazan" a distintos puntos del pa¨ªs. A pesar de ello, ninguno de los 46 detenidos en los disturbios cuentan con antecedentes penales por des¨®rdenes p¨²blicos o da?os; y, adem¨¢s, en los atestados policiales enviados a los tribunales no consta que formen parte de ning¨²n grupo ultra, seg¨²n informan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le¨®n.

"Cuando ocurren incidentes de estas caracter¨ªsticas lo m¨¢s f¨¢cil es decir que viene el lobo y achacarlos a grupos violentos. Pero esto es un estallido social que viene de lejos, de una situaci¨®n de hartazgo. El bulevar ha sido la chispa", apunta el representante de la asamblea. De los 46 detenidos, los 11 menores se encuentran a disposici¨®n del fiscal y, desde un primer momento, la juez decret¨® libertad provisional para 29.

En los atestados enviados a los juzgados no consta que los detenidos sean de grupos radicales

?scar, el enlace con los abogados de los seis enviados a prisi¨®n, recuerda que estos pertenecen a "familias humildes". La instructora fij¨® una fianza de 3.000 euros y, hasta ahora, solo tres la han pagado. Uno de ellos, D. G. F., la abon¨® el martes. ?l ya ha pisado la calle. Seg¨²n relatan portavoces de la asamblea vecinal ¡ªque ha empezado a recaudar dinero entre los congregados en la zona cero para pagar las fianzas¡ª, este ha mantenido un encuentro con ellos: "Est¨¢ en shock". Fue uno de los dos que ingresaron en un centro penitenciario en la noche del lunes. De los cuatro arrestados que lo hicieron el martes, dos tambi¨¦n han abonado los 3.000 euros. Los otros dos, junto a un chaval de 18 a?os enviado a la c¨¢rcel el lunes, a¨²n esperan encerrados en la prisi¨®n.