El fiscal denuncia a tres polic¨ªas por agredir a un interno del CIE de Madrid
Les acusa de lesiones, vejaciones y un delito contra la integridad moral
Todo empez¨® con algo tan simple como las ganas de fumar. El pasado 10 de diciembre hacia las nueve de la noche, un interno senegal¨¦s del Centro de Intermiento de Extranjeros de Madrid (CIE) se dirigi¨® a uno de los polic¨ªas que vigilaban la instalaci¨®n para pedirle fuego ¡ªlos extranjeros ah¨ª recluidos no pueden llevar consigo mecheros o cerillas¡ª. ¡°Vete de aqu¨ª, negro de mierda, hijo de puta¡±, le respondi¨® supuestamente el agente. Baba (nombre supuesto), otro interno ghan¨¦s que pasaba por ah¨ª tras terminar de cenar, escuch¨® el insulto y decidi¨® no callarse. ¡°Este se?or merece un respeto¡±, le dijo al vigilante. ¡°Usted mismo tiene que respetar el uniforme que lleva¡±, a?adi¨®. Las observaciones de Baba no sentaron bien al polic¨ªa. ?ste y al menos otros dos compa?eros sacaron sus porras y comenzaron a pegarle. Baba acab¨® en el hospital con una lesi¨®n en el hombro. La fiscal¨ªa de Madrid ha dado credibilidad a su queja.
Centros de reclusi¨®n en entredicho
1. Deficiente atenci¨®n m¨¦dica. El detonante fue la muerte de la congole?a Samba Martine, internada en el CIE de Madrid, el 19 de diciembre de 2011. Durante su estancia en esa instalaci¨®n acudi¨® hasta diez veces a los servicios m¨¦dicos del centro quej¨¢ndose de fuertes dolores, pero solo el d¨ªa en que falleci¨® fue trasladada al hospital. Y solo en una de esas visitas al m¨¦dico fue auxiliada por un int¨¦rprete. La autopsia revel¨® despu¨¦s que ten¨ªa el virus del sida, algo que los facultativos desconoc¨ªan. El servicio m¨¦dico no le hizo la prueba. Apenas un mes despu¨¦s falleci¨® un ciudadano guineano en el CIE de Barcelona. "Los graves fallos de los CIE impiden evitar estas muertes", dijo el Defensor del Pueblo.
2. Instalaciones inapropiadas. Los tres juzgados encargados del control del CIE de Madrid han denunciado las deficiencias del centro y la falta de garant¨ªas de los internos. Han llegado a hablar de "palmario hacinamiento y escasez de espacio" y han calificado de "absolutamente inapropiadas" las habitaciones. "No resulta extra?o que se puedan propagar enfermedades", dicen.
3. Denuncia de la ONU. El Consejo de Derechos Humanos de la organizaci¨®n consider¨® arbitraria la detenci¨®n del ciudadano marroqu¨ª Adnam El Hadj y denunci¨® las "vejaciones, malos tratos y torturas" a los que fue sometido, as¨ª como los "insultos de fuerte contenido racista" que, seg¨²n ese organismo, recibi¨®.
4. Quejas en Barcelona. Los dos jueces de control del CIE de Barcelona acaban de anunciar que exigir¨¢n mejoras en las instalaciones y en las rutinas de los polic¨ªas que vigilan a los internos. Los magistrados visitaron el centro tras la muerte del armenio Alik Manukyan en su interior. La versi¨®n policial asegura que se suicid¨®, pero tres internos que dicen ser testigos han asegurado que fue agredido antes.
El fiscal jefe, Jos¨¦ Javier Polo, present¨® una denuncia contra los presuntos agresores el 16 de diciembre. En su escrito considera que habr¨ªan podido cometer las ¡°infracciones penales¡± de lesiones, un delito contra la integridad moral (trato degradante a un detenido) maltrato y vejaciones. Se basa en un informe de otras dos fiscales que, al d¨ªa siguiente del incidente, visitaron el CIE. Ocho de los 11 internos con los que se entrevistaron les explicaron que varios polic¨ªas hab¨ªan insultado y agredido a dos internos la noche anterior. Ninguno de los extranjeros que denunciaron los hechos a las fiscales hab¨ªa participado en los altercados y todos eran de diferentes nacionalidades. Pero coincid¨ªan en su relato. Que una decena de agentes agredieron con sus porras al ghan¨¦s, al que luego encerraron en la celda de separaci¨®n. Que la presunta agresi¨®n provoc¨® que varios internos se negaran a desayunar al d¨ªa siguiente en protesta por lo sucedido. Los entrevistados se?alaban a dos polic¨ªas del turno de noche a los que calificaban de ¡°problem¨¢ticos¡±.
En los CIE coinciden internos condenados por delitos cuyas penas son sustituidas por su deportaci¨®n con inmigrantes que simplemente est¨¢n en situaci¨®n irregular. Baba, de 39 a?os, se encuentra entre estos ¨²ltimos. El Ayuntamiento de la capital en la que reside y en la que est¨¢ empadronado desde 2005 certific¨® que estaba integrado y ten¨ªa arraigo en Espa?a. Carece de antecedentes penales. Fue detenido el 11 de noviembre al considerar la polic¨ªa su documentaci¨®n insuficiente. Es as¨ª como acab¨® en el CIE.
Baba asegura que, durante su presunta agresi¨®n, uno de los polic¨ªas le puso una pierna en el cuello para inmovilizarlo mientras los dem¨¢s le golpeaban. Cuando terminaron, le esposaron las manos a la espalda y uno de los agentes, el m¨¢s violento, le arrastr¨® de una pierna hasta que le hizo caer por unas escaleras, seg¨²n la denuncia que present¨® en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 6, uno de los tres que tienen asignado el control del CIE. Una vez encerrado en la celda de aislamiento pidi¨® agua, pero la polic¨ªa que lo vigilaba se ri¨® de ¨¦l. ¡°Te vas a morir aqu¨ª¡±, le dijo, seg¨²n la versi¨®n del africano.
Tras la supuesta paliza, el ghan¨¦s fue conducido al Hospital Cl¨ªnico San Carlos, donde le atendieron en urgencias. Sin embargo, con su denuncia ante el juez no pudo aportar su parte de lesiones porque el servicio m¨¦dico del CIE se neg¨® a d¨¢rselo. Solo lo consigui¨® 16 d¨ªas m¨¢s tarde, despu¨¦s de que el magistrado ordenara que se lo entregaran inmediatamente. ¡°Se reitera al director del servicio m¨¦dico que tienen la obligaci¨®n de facilitar la informaci¨®n m¨¦dica de cada interno sin que sea necesario solicitar autorizaci¨®n del director del CIE¡±, se?alaba el juez en su requerimiento.
Ese parte de lesiones explica que Baba presentaba un fuerte dolor en el hombro derecho posterior a una ca¨ªda de las escaleras. ¡°Refiere que lo empujaron¡±, a?ad¨ªa el informe. ?El diagn¨®stico? ¡°Omalgia derecha postraum¨¢tica¡±, es decir, dolor de hombro producido por golpes. Baba sali¨® con el brazo en cabestrillo y como tratamiento, le recomendaron que se diera fr¨ªo y tomara antiinflamatorios y analg¨¦sicos.
Los polic¨ªas niegan los malos tratos. Al contrario; han presentado denuncia contra Baba en la que afirman que fue ¨¦l el agresor. Aseguran que tanto el senegal¨¦s que se dirigi¨® al polic¨ªa como el ghan¨¦s fueron los que increparon y agredieron a los agentes. Que Baba se abalanz¨® contra siete de ellos y les intent¨® agredir con el tirador de una de las puertas de incendios del CIE, lo que oblig¨® a uno de ellos a acudir al hospital al d¨ªa siguiente.
El juez encargado del caso, el del Juzgado de Instrucci¨®n 18, tom¨® declaraci¨®n el 20 de diciembre a cinco testigos, dos de los cuales se retractaron de lo que hab¨ªan denunciado al fiscal. Otros tres mantienen que hubo agresi¨®n. Ese mismo d¨ªa, el magistrado cit¨® como imputados a los tres polic¨ªas. El juez tambi¨¦n solicit¨® las grabaciones de las c¨¢maras del CIE, pero su direcci¨®n asegur¨® que no hab¨ªa im¨¢genes del 10 y el 11 de diciembre, las fechas del incidente.
Pese a ello, el pasado jueves, el juez dio marcha atr¨¢s y suspendi¨® las declaraciones de los agentes. En un auto escueto, sin apenas argumentaci¨®n, considera que las supuestas agresiones de Baba contra los polic¨ªas pueden ser constitutivas de faltas (no delitos) de lesiones, da?os y falta de consideraci¨®n a agentes de autoridad. Nada dice del delito contra la integridad moral denunciado por el fiscal.
Mientras, los testigos que denunciaron los hechos, uno por uno, est¨¢n siendo deportados. De los cinco citados en la denuncia del fiscal solo dos siguen en Espa?a. Baba, sin embargo, fue puesto en libertad a los 59 d¨ªas de reclusi¨®n. El Gobierno no ha podido ejecutar su expulsi¨®n. De momento.
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