?Sin novedad, se?or Rajoy!
El presidente puede hoy seguir gobernando con apoyo de una mayor¨ªa de aut¨®matas obedientes
Hay canciones para tiempos de crisis. A mediados de los treinta triunf¨® en Francia una titulada entre nosotros como ?No hay novedad, se?ora baronesa! La se?ora preguntaba por tel¨¦fono a sus sirvientes si hab¨ªa pasado algo, y ellos respond¨ªan con voz segura que no hab¨ªa novedad, pasando a narrar una sucesi¨®n interminable de desgracias. Ninguna novedad, pues. Algo parecido ha preguntado el presidente Rajoy a los suyos, de cara a la convenci¨®n nacional de hoy s¨¢bado. Hubieran debido responderle que el prestigio del partido y de su pol¨ªtica ha ca¨ªdo en picado, que permanece el paro y asciende la pobreza, que Mas sigue feliz en su camino hacia ¡°la consulta¡± ante el dontancredismo suyo y de su partido, que las movilizaciones anti Gobierno en ascenso culminan hoy mismo en la gran manifestaci¨®n contra la ley del aborto, que se le van del partido notables de prestigio y que hasta Aznar se aleja.
No har¨¢n tal cosa, en parte por el m¨¢rketing electoral, ya que ¡°nos la jugamos en Europa¡±, y en parte por haber asumido que resulta del todo in¨²til esforzarse para que Rajoy asuma los problemas y busque soluciones. As¨ª que en Valladolid escuchar¨¢ a Arenas decirle que el PP defiende con eficacia el Estado del bienestar, a Floriano que gracias a su pol¨ªtica Espa?a ¡°avanza en el crecimiento econ¨®mico¡±, y a Gonz¨¢lez Pons distribuyendo el b¨¢lsamo de Fierabr¨¢s al declarar que ¡°Espa?a es una gran naci¨®n¡±, lo cual sin duda va a provocar entusiasmo en Catalu?a, e igual que el rechazo a secas de la consulta, abonar¨¢ la falsa idea de que la democracia est¨¢ en el campo secesionista. No hay novedad.
Rajoy puede hoy seguir gobernando por pura inercia, contando con el apoyo parlamentario de una mayor¨ªa incapaz de superar la condici¨®n de aut¨®matas obedientes (algo que tambi¨¦n sucede en el PSOE de Rubalcaba). Pero con la ley Gallard¨®n ha tocado fondo, incluso para implantar una contrarreforma tras otra. Lo mismo que en la privatizaci¨®n de la Sanidad, los ciudadanos/as no parecen dispuestos/as a aceptar pasivamente que vuelvan prohibiciones integristas, inadmisibles restricciones a la conciencia responsable de las mujeres. Hasta hay alg¨²n exponente del PP entre los disconformes.
El mar de fondo es tan grave que incluso en la vertiente pol¨ªtica m¨¢s acertada, la resistencia a conceder cambios en Euskadi sin desarme de ETA, su base pol¨ªtica se fracciona y en parte busca otros rumbos (UPyD, Vox), frustrada por los errores de aplicaci¨®n. Entre tanto, la memoria abertzale cobra consistencia, reforzada por el mensaje de falsa reconciliaci¨®n que difunde el obispo Uriarte, bien ganado premio Sabino Arana 2014. Una y otra vez Rajoy no explica nada. Lo que es, es. En t¨¦rminos pol¨ªticos, ?piensa?
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