ETA se prepara ya para un desarme gradual y supervisado internacionalmente

ETA prepara el terreno para un pr¨®ximo inicio de su proceso de desarme, que ser¨¢ gradual y supervisado internacionalmente ante el rechazo del Gobierno de Mariano Rajoy a participar en ¨¦l. Fuentes abertzales aseguran que ese es el sentido del comunicado publicado por la banda terrorista el s¨¢bado en el diario Gara en el que anunciaba ¡°aportaciones significativas para alimentar el proceso de paz sin tardar¡±. Con este comunicado, ETA trata de justificar ante sus seguidores el paso trascendental que dar¨¢ en el proceso del final del terrorismo. Se aferra como justificaci¨®n a la multitudinaria manifestaci¨®n del 11 de enero en la que la izquierda abertzale acompa?¨® al PNV por las calles de Bilbao bajo el lema ¡°derechos humanos, resoluci¨®n y paz¡± y a la declaraci¨®n del colectivo de presos de ETA, del 28 de diciembre, en la que asumi¨® la legalidad penitenciaria.

ETA estaba retrasando mucho el inicio del proceso de desarme. El Foro Social ¡ªla organizaci¨®n pacifista Lokarri y expertos internacionales en resoluci¨®n de conflictos¡ª as¨ª como la izquierda abertzale le solicitaron el desarme la pasada primavera, tras ratificar que el Gobierno de Rajoy no iba a negociar con la banda un acuerdo de paz por presos.

Finalmente, estaba previsto que lo materializara a fines de 2013. Pero lo volvieron a postergar ante el c¨²mulo de dificultades que le acarrea llevarlo a cabo sin contar con la complicidad del Ejecutivo de Rajoy. A cambio, el 28 de diciembre el colectivo de presos de ETA (EPPK) anunci¨® la asunci¨®n de la legalidad penitenciaria.

¡°Es muy dif¨ªcil realizar una entrega de zulos, armas y pisos al margen del Gobierno¡±, se?alan fuentes abertzales. Uno de esos problemas, y no el menor, es el temor de los dirigentes actuales de ETA a ser detenidos por unas Fuerzas de Seguridad del Estado que les tienen muy acorralados. En esas condiciones, tampoco le est¨¢ resultando f¨¢cil a ETA preparar la verificaci¨®n internacional del desarme y sus condiciones de validaci¨®n. No obstante, las fuentes consultadas aseguran que ¡°ese proceso empezar¨¢ muy pronto¡± y que ¡°su primera escenificaci¨®n ser¨¢ significativa para dar credibilidad al proceso gradual que se inicia¡±.

Esta fue una de las cuestiones que el lehendakari, I?igo Urkullu, plante¨® al presidente Rajoy en su encuentro del martes por la noche en La Moncloa. Urkullu fue prudente con Rajoy y le traslad¨® que la clave del desarme de ETA estar¨ªa en su contundencia. En el caso contrario, si ETA mareara con una nueva sucesi¨®n de pasos, la principal perjudicada ser¨ªa la banda terrorista porque la sociedad ya est¨¢ cansada de la dilataci¨®n de este proceso.

Urkullu insisti¨® a Rajoy en que, aunque su Gobierno no env¨ªe a las Fuerzas de Seguridad a supervisar el desarme de ETA, al menos no lo menosprecie, en el caso de que sea efectivo, como un paso hacia su final definitivo. Y le demand¨® que la exigencia leg¨ªtima del Gobierno de Rajoy, igual que la del Ejecutivo vasco y de los partidos democr¨¢ticos, de reclamar a ETA su disoluci¨®n, no conlleve el desprecio a los pasos intermedios que de la banda si son contundentes.

Ese planteamiento le hizo Urkullu a Rajoy al referirse al otro gran asunto del final definitivo de ETA, el de los presos de la banda. Tambi¨¦n en un breve plazo, los presos de ETA van a iniciar individualmente su proceso de reinserci¨®n social. En l¨ªnea con lo anunciado en su comunicado del 28 de diciembre, cada preso de ETA, empezando por los mayores de 70 a?os y los enfermos graves, alegar¨¢ individualmente ante la Junta de tratamiento carcelario su rechazo a la violencia, su reconocimiento del da?o causado a las v¨ªctimas del terrorismo y su pretensi¨®n de resarcirlas econ¨®micamente para poderse acoger a los beneficios penitenciarios que reconoce la ley.

Urkullu le destac¨® a Rajoy, en la cita del pasado martes, la importancia del paso dado por los presos de ETA al renunciar a la amnist¨ªa y a la negociaci¨®n, sus reivindicaciones hist¨®ricas, y asumir la legalidad penitenciara. O lo que es lo mismo, la asunci¨®n de la llamada v¨ªa Nanclares de reinserci¨®n, iniciada con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba como ministro del Interior, aunque ahora no se denominar¨¢ seguramente de ese modo.

En la reuni¨®n, Urkullu inst¨® a Rajoy a que se limite a cumplir la ley y a que su Gobierno no obstaculice ese proceso de asunci¨®n de la legalidad por parte de los presos de ETA por temor a los sectores m¨¢s duros de su partido o de las v¨ªctimas. En ning¨²n momento, Urkullu plante¨® a Rajoy movimientos penitenciarios extraordinarios, como excarcelaciones masivas, ni incidi¨® en el acercamiento de los presos de ETA a las c¨¢rceles vascas, como han se?alado quienes tratan de desestabilizar el proceso del final definitivo de ETA.

El lehendakari no ofreci¨® al presidente del Gobierno el planteamiento de paz por presos, que caracteriz¨® a los procesos de di¨¢logo en tiempos de Felipe Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Urkullu mantuvo una actitud pragm¨¢tica para facilitar a Rajoy la gesti¨®n del final de ETA. Y trat¨® de reforzarla al sugerir una mayor coordinaci¨®n de iniciativas y de discursos entre los gobiernos central y vasco as¨ª como entre los principales partidos -PP, PSOE y PNV- en lo relacionado con el final de ETA. Urkullu contaba para ello con el asentimiento previo de Rubalcaba.