Otro aguirrista ca¨ªdo en desgracia

Francisco Granados lo fue casi todo en el PP de Madrid y en la c¨²pula de Esperanza Aguirre. En alg¨²n momento lleg¨® incluso a aspirar a la sucesi¨®n de la expresidenta. Pero, al final, su batalla larvada con Ignacio Gonz¨¢lez, el otro gran hombre del poder aguirrista, se convirti¨® en un aut¨¦ntico pulso p¨²blico que Granados perdi¨® estrepitosamente. Aguirre tuvo que elegir entre los dos y opt¨® por Gonz¨¢lez, con el que manten¨ªa una colaboraci¨®n estrecha desde hac¨ªa casi 20 a?os.

La ca¨ªda en desgracia de Granados despu¨¦s de aquella batalla fue absoluta, y solo recibi¨® como premio de consolaci¨®n su elecci¨®n como senador por designaci¨®n auton¨®mica. El exalcalde de Valdemoro, exconsejero de Justicia y exvicepresidente, que no cay¨® cuando se vio implicado en el esc¨¢ndalo del espionaje a dirigentes del PP porque ten¨ªa el apoyo de Aguirre, fue apartado a?os despu¨¦s por algo mucho m¨¢s sencillo: decirle no a su jefa.

Poco despu¨¦s de ganar las elecciones de 2011, de nuevo con mayor¨ªa absoluta, Aguirre propuso a Granados dejar el Gobierno y convertirse en portavoz parlamentario del PP en la Asamblea de Madrid. ?l lo entendi¨® como una humillaci¨®n, ya que perd¨ªa todo el poder. Y no acept¨® el puesto. Se produjo ah¨ª una ruptura definitiva, porque Aguirre no es una pol¨ªtica de las que aceptan un no. Poco a poco fue aislando a Granados hasta quitarle tambi¨¦n la secretar¨ªa general del PP madrile?o, para poner a Ignacio Gonz¨¢lez. Una nueva humillaci¨®n y una demostraci¨®n de que la guerra era total.

Granados, que hasta poco antes hac¨ªa y deshac¨ªa a su antojo en el PP madrile?o y controlaba a los alcaldes ¡ªfue el encargado en 2009 de forzar las dimisiones de los primeros ediles de Pozuelo, Boadilla o Arganda implicados en el caso G¨¹rtel¡ª, se qued¨® pr¨¢cticamente sin nada. Y se refugi¨® en el Senado, ya sin poder. A¨²n as¨ª sigui¨® recorriendo las tertulias como portavoz oficioso del PP, enviado por la direcci¨®n nacional. Hasta ahora.