Varapalo del Supremo a la polic¨ªa y a un juzgado: el fin no justifica los medios

¡°Ni la solicitud de autorizaci¨®n de un control de conversaciones telef¨®nicas ni, obviamente, el auto judicial que decidiera establecerlo pueden operar mediante una argumentaci¨®n tautol¨®gica o circular¡±. ¡°El juzgado orden¨® la intervenci¨®n solicitada sin ajustar su actuaci¨®n a las prescripciones legal-constitucionales que le vinculaban, por la asunci¨®n rutinaria de algunas d¨¦biles conjeturas policiales de nulo valor informativo¡±.

El Tribunal Supremo ha dado un serio varapalo a la polic¨ªa y a un juzgado de Albacete por pedir y autorizar unas escuchas telef¨®nicas en un caso de tr¨¢fico de drogas, con apenas indicios de que se estaba produciendo el delito perseguido, ¡°teniendo por todo apoyo la afirmaci¨®n insuficientemente fundada de la supuesta existencia del delito que se tratar¨ªa de investigar¡±, se?ala el fallo.

La Sala de lo Penal del Supremo, en una sentencia de la que ha sido ponente Perfecto Andr¨¦s Ib¨¢?ez, absuelve del delito de tr¨¢fico de drogas a seis personas porque la acusaci¨®n se bas¨®, fundamentalmente,en las escuchas telef¨®nicas solicitadas y autorizadas pese a no contar con la base suficiente para hacerlo. "No bastan las meras afirmaciones desnudas sobre la posible existencia de un delito en preparaci¨®n o en curso.

"En vista de tan deficiente modo de operar policial, el instructor debi¨® rechazar de plano la petici¨®n o exigir una investigaci¨®n seria", indica la sentencia.

El tribunal escruta la base sobre la que se motivaron las escuchas y sostiene que sobre uno de los acusados "se habr¨ªa sabido que la vend¨ªa al menudeo". "Con el fin de verificar la veracidad de esta denuncia, se le someti¨® a una vigilancia, que permiti¨® comprobar la realizaci¨®n por su parte de cinco actos de venta, la interceptaci¨®n de los compradores y la incautaci¨®n de la droga, en tres de los supuestos", relata. En otro de los casos, "se informaba de que, sometido a observaci¨®n, a cierta distancia, se hab¨ªa observado como, en una ocasi¨®n. entregaba a un tercero un peque?o envoltorio de pl¨¢stico, recibiendo a cambio un billete, sin mayores comprobaciones. Tambi¨¦n se dice que utiliza una motocicleta y un Renault Scenic y que tiene trabajo". Y con estas premisas, la polic¨ªa concluy¨® que "que se dedican al tr¨¢fico de estupefacientes; que se sirven de varios terminales telef¨®nicos y cambian frecuentemente de n¨²mero; y que utilizan un lenguaje codificado y encubierto".

El fallo expone c¨®mo para que las pesquisas "fueran serias" deber¨ªan constituir "el resultado de una inferencia realizada a partir de determinados presupuestos de investigaci¨®n y observaci¨®n".

Y tampoco elude la cr¨ªtica al juez instructor al que se?ala como autor de un "un oficio vac¨ªo, pero convenientemente sazonado con ingredientes tales como: ¡°grupo organizado¡±, ¡°tr¨¢fico de estupefacientes a gran escala¡±, ¡°antecedentes penales¡± o investigaciones precedentes por delitos de esa clase, ¡°patrimonio elevado¡±, ¡°contactos¡±... la ¨²nica opci¨®n judicial posible ser¨ªa la emisi¨®n autom¨¢tica de un auto accediendo a lo interesado".