¡®Millenium¡¯ contin¨²a en Melilla
Un an¨®nimo lleva dos a?os sacando en la red los trapos sucios de la ciudad aut¨®noma
Justo antes de que unos sesenta guardias civiles, muchos llegados a Melilla desde Madrid, se lanzasen a registrar el pasado 26 de febrero seis consejer¨ªas, tres domicilios de altos cargos y dos sedes de empresas que contratan con la ciudad aut¨®noma, en la red ya se hab¨ªa anunciado que la operaci¨®n estaba en marcha. Apenas hab¨ªan acabado los registros cuando la misma p¨¢gina de Facebook colgaba el auto judicial que hab¨ªa lanzado ese operativo para investigar ¡°delitos de cohecho, fraude, malversaci¨®n y blanqueo de capitales¡±.
La informaci¨®n la proporcionaba alguien escondido tras el falso perfil de Lisbeth Salander, el personaje ideado por el novelista sueco Stieg Larsson.
En Millennium, su trilog¨ªa literaria, Salander es la protagonista femenina. Alcoh¨®lica, fumadora empedernida y bisexual es tambi¨¦n una hacker fuera de serie. ¡°Ella y yo nos parecemos en muchas cosas¡±, asegura la persona que se refugia en Facebook tras su identidad.
La Lisbeth Salander melillense lleva dos a?os formulando en la red social decenas de denuncias contra el Gobierno de Melilla, en manos del Partido Popular desde hace m¨¢s de una d¨¦cada y donde casi la mitad de los nueve consejeros est¨¢n imputados en alguna causa. Con frecuencia, las denuncias est¨¢n avaladas con sumarios judiciales o con investigaciones de la Polic¨ªa y de la Guardia Civil sobre presuntos corruptelas.
Son informes de decenas de p¨¢ginas como, por ejemplo, el que colg¨® en enero sobre la contrataci¨®n del bufete de abogados G¨®mez-Acebo & Pombo para la confecci¨®n de puestos de trabajo de la ciudad de Melilla de 85.000 habitantes. ¡°Existen suficientes indicios que indican que la directora general de la Funci¨®n P¨²blica pudiera estar en connivencia con el despacho de abogados G¨®mez-Acebo & Pombo, para que los contratos (¡) sean aplicados a este bufete¡±, se?ala en su conclusi¨®n el informe de la Guardia Civil.
Salander confirm¨® algunos chascarrillos que circulaban por Melilla. Coloc¨® en Twitter el parte de los bomberos a los que Gregorio Castillo, director general de Seguridad Ciudadana, recurri¨® un fin de semana para que desatrancasen una puerta en su casa, y cuya factura fue acusado de no abonar. Tambi¨¦n revel¨® el atestado de la Polic¨ªa Municipal se?alando que tres inmigrantes, dos de ellos en situaci¨®n irregular, sacaron viejos trastos del domicilio del delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani, y los depositaron en una acera que obstruyeron.
¡°Estoy harta de la impunidad de la casta pol¨ªtica de Melilla¡±, dice quien se esconde tras el seud¨®nimo
?Por qu¨¦ act¨²a as¨ª? ¡°Estoy harta de la injusticia e impunidad de la casta pol¨ªtica de Melilla; harta del temor a opinar o rebelarse; harta de la connivencia de medios de comunicaci¨®n subvencionados junto con sicarios de la pluma vendidos al poder; harta de una Justicia lenta y en muchas ocasiones sospechosa; harta de que esta ciudad sea un cortijo de ladrones que aprovechando la muralla del Estrecho han creado una realidad ficticia o paralela que pretende mantener enga?ados a sus ciudadanos y camufla toda la informaci¨®n que pueda salir al exterior¡±, contesta por escrito y utilizando el femenino.
Anuncios y documentos reservados colgados en Facebook suscitan cientos de comentarios en esa y otras redes y tambi¨¦n en los bares. ¡°No se habla de otra cosa¡±, asegura un profesional melillense que pide que no se publique su nombre. Adem¨¢s, aquel o aquella que se parapeta tras el nombre de la protagonista femenina de Millennium ¡°siempre da en el clavo¡±, recalca.
¡°Muchos estamos encantados de que destape tanta guarrer¨ªa¡±, concluye el profesional. Por eso cinco de las chirigotas que participaron en los carnavales jalearon a Salander. En los debates de la televisi¨®n privada Cablemel se la cita con frecuencia. En el restaurante El Chef su due?o, Jos¨¦ Antonio Bueno, y su esposa, Keka Castillo, invitan a degustar gratis los mi¨¦rcoles unos Huevos a la Salander. Para merec¨¦rselos hay que gritar en p¨²blico ¡°?Despierta Melilla!¡±.
¡°Hay clientes que nada m¨¢s entrar por la puerta ya lo gritan¡±, explica Castillo, afiliada a un peque?o partido de oposici¨®n escisi¨®n del PP. ¡°Me dicen que soy una valiente, pero yo lo hago por mis hijos, para que se puedan quedar a vivir en una ciudad que no sea tan podrida¡±, prosigue. ¡°Y lo hago en honor a la Salander porque gracias a ella nos enteramos de lo que no nos cuenta la prensa comprada¡±.
No todos est¨¢n entusiasmados con su irrupci¨®n en la vida p¨²blica. Miguel Mar¨ªn, el vicepresidente de la ciudad, se pregunt¨®, el 28 de febrero, ante la prensa ¡°c¨®mo es posible que un determinado perfil, oculto bajo seud¨®nimo en una red social, pueda conocer de antemano cada una de las actuaciones judiciales que se van a llevar a cabo en la ciudad y que estas salgan publicadas¡±. Pidi¨®, a quien corresponda, que tome las medidas apropiadas. Un editorial del diario Melilla Hoy secund¨® al vicepresidente.
Lisbeth Salander asegura que ya han intentado tomar medidas contra ella. Han denunciado su perfil hasta conseguir que Facebook lo cierre temporalmente, pero ella ha activado otros perfiles durmientes; han ofrecido dinero a cambio de informaci¨®n fidedigna sobre su identidad; han recurrido a inform¨¢ticos, a trabajadores de empresas proveedoras de acceso a Internet y hasta a polic¨ªas para localizarla. En vano. Resiste los embates, afirma, gracias a ¡°la familia de Anonymous¡±, un seud¨®nimo colectivo que utilizan hackers de diversos pa¨ªses para coordinarse a la hora de lanzar acciones reivindicativas y ataques. ¡°Siempre est¨¢n, siempre ayudan y nunca fallan¡±, insiste. Hace ahora un a?o Anonymous coordin¨®, a trav¨¦s de un canal de Facebook creado ex profeso, un asalto a la web de la Consejer¨ªa de Bienestar Social de Melilla, seg¨²n una investigaci¨®n de la empresa de seguridad inform¨¢tica Arbor Network.
La semana pasada la p¨¢gina de Melilla Hoy que recog¨ªa las declaraciones indignadas del vicepresidente melillense sobre las filtraciones de Lisbeth Salander tambi¨¦n fue pirateada. El titular que llevaba fue sustituido por una pregunta: ¡°?Estaba pensando PPeros que por qu¨¦ no me com¨¦is?¡±. Junto al art¨ªculo aparec¨ªa una foto de la supermodelo Kate Moss semidesnuda. ¡°No tengo nada que ver con eso¡±, asegura la Salander melillense, que saca pecho tras sus haza?as en la red: ¡°Me dedican chirigotas, me publican en la PPrensa, me lee todo el mundo¡ Me acabo de dar cuenta: Soy la ostia¡±, escribe en Facebook.
Cuando aparca las guasas hay algo de lo que se declara ¡°especialmente orgullosa¡±. Destap¨® los malos tratos que padec¨ªan algunos discapacitados ps¨ªquicos en el Centro G¨¢mez Mor¨®n, que depende de la Consejer¨ªa de Bienestar Social y por los que una trabajadora fue condenada en 2012.
Despu¨¦s, al final de la charla virtual, Salander pasa a ser modesta: ¡°En el fondo yo no deber¨ªa existir, si los controles democr¨¢ticos funcionasen, si la prensa hiciese su deber de informar e investigar. Mientras no lo hagan aqu¨ª estoy yo. Millennium IV [la novela que no lleg¨® a escribir Larsson porque falleci¨®] se desarrolla en Melilla¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.