El Gobierno asesta otro golpe a la consulta
El Ejecutivo de Rajoy comunica al Congreso que el refer¨¦ndum soberanista es inconstitucional. ¡°No caben votaciones especulativas¡±, alega el escrito
El Gobierno de Rajoy y la Generalitat est¨¢n jugando desde la explosi¨®n soberanista una partida con las cartas marcadas. Al movimiento de una de las partes, replica la otra de forma autom¨¢tica conoci¨¦ndose de antemano su reacci¨®n. El Parlamento catal¨¢n aprob¨® en enero elevar al Congreso una proposici¨®n de ley para que le delegue la competencia para celebrar el refer¨¦ndum y ayer trascendi¨® la respuesta formal del Ejecutivo central. En un escrito al Congreso, el Gabinete de Rajoy fija posici¨®n y arguye que la consulta no puede hacerse al conculcar dos art¨ªculos de la Constituci¨®n.
El texto se basa en que la petici¨®n de la C¨¢mara catalana contraviene de entrada el art¨ªculo 1.2 de la Constituci¨®n, que especifica: ¡°La soberan¨ªa nacional reside en el pueblo espa?ol, del que emanan los poderes del Estado¡±. Este art¨ªculo es el argumento nuclear que esgrime Rajoy para rechazar el plan soberanista. El presidente del Gobierno sostiene que no puede disponer de la soberan¨ªa ¡ª¡°?No est¨¢ a mi alcance ni tampoco del Rey ni del Gobierno ni de nadie!¡±, exclam¨® con contundencia en la convenci¨®n del PP en Barcelona¡ª porque sencillamente no le pertenece.
El escrito del Ejecutivo apela tambi¨¦n al art¨ªculo 141.3.2, que consagra que la autoridad para celebrar referendos consultivos para decisiones pol¨ªticas de especial trascendencia compete solo al Estado. ¡°Es decir, solo puede consultarse lo que se va a decidir: no caben consultas meramente especulativas¡±, razona el escrito, que alega que Catalu?a, de manera ¡°unilateral¡±, no puede por tanto ¡°decidir jur¨ªdicamente su separaci¨®n de Espa?a ni puede tampoco consultarlo¡±. As¨ª, si no puede organizar la votaci¨®n, tampoco se le pueda traspasar la competencia.
El presidente catal¨¢n, Artur Mas, y las cuatro fuerzas partidarias del refer¨¦ndum ¡ªCiU; Esquerra, Iniciativa y la CUP¡ª fueron con pies de plomo al redactar la proposici¨®n de ley al subrayar que el objetivo era consensuar la votaci¨®n con el Estado. El pre¨¢mbulo del texto defiende que el Estado puede ceder la competencia para organizar la consulta en base al art¨ªculo 150.2 de la Constituci¨®n. El Gobierno intenta desbaratar esa pretensi¨®n subrayando que la Constituci¨®n prev¨¦ transferir facultades de competencia estatal, pero no la ¡°competencia estatal, toda ella, en s¨ª misma¡±.
El criterio de La Moncloa no caus¨® ayer precisamente sorpresa en los partidos catalanes. En un acto institucional en el D¨ªa de Internacional de la Mujer Trabajadora, Mas no respondi¨® en concreto al argumentario del Gobierno, pero dio su particular visi¨®n sobre el origen de esta dial¨¦ctica. A su juicio, el conflicto soberanista est¨¢ visualizando un enfrentamiento entre ¡°dos sistemas de valores distintos¡±. ¡°La reacci¨®n de Madrid est¨¢ muy basada en el orgullo propio, en la dureza, en el ordeno y mando. Es una posici¨®n muy hard frente a la catalana, marcada desde hace muchos a?os por el comercio y la industria, que se sustentan en el trato y en el pacto. Es m¨¢s soft¡±, aleg¨®. Mas insisti¨® en que es la mayor¨ªa de la sociedad catalana la que defiende el derecho a decidir y concluy¨® intentando ilusionar a su auditorio con esta pregunta: ¡°?Os imagin¨¢is que este pa¨ªs pueda hacer su propia Constituci¨®n?¡±.
La oposici¨®n del Gobierno al plan soberanista fue acogida con fastidio por Josep Antoni Duran Lleida, l¨ªder de Uni¨®, que record¨® que ese criterio es id¨¦ntico al del PSOE. ¡°Ni unos ni otros quieren nuestra consulta. ?Un embrollo!¡±, apunt¨® el democristiano en las redes sociales. El republicano Alfred Bosch desliz¨® que con el escrito el PP y el Gobierno han convertido al Congreso en una c¨¢mara ¡°especulativa e intrascendente¡± al buscar burlar el debate. ¡°Han dejado claro que para ellos el Congreso es un simple speakers corner en que los diputados deben limitarse a subir a una caja de zapatos y desahogarse¡±, dijo.
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