PP y PSOE, pendientes de movilizar a sus votantes desencantados
Empate t¨¦cnico de los dos partidos, con ligera ventaja de los socialistas Un 34% de los electores est¨¢ desmovilizado, entre indecisos y abstencionistas
El reto del PP y del PSOE es movilizar a quienes en anteriores elecciones les han apoyado y recuperar a los que les han abandonado en favor de otras opciones o de la abstenci¨®n. El que logre seducir a m¨¢s electores de los que les han dado la espalda deshar¨¢ el empate t¨¦cnico que muestra la encuesta de Metroscopia para EL PA?S. A falta de confirmaci¨®n en futuros sondeos, asoma una ligera recuperaci¨®n de ambos a medida que se acercan las urnas.
El resultado del sondeo se refiere al caso de que se celebraran en este momento elecciones generales, pero es aplicable a las pr¨®ximas europeas del mes de mayo, el primer test electoral nacional despu¨¦s de las que llevaron a Mariano Rajoy a La Moncloa con holgura, en 2011. Ahora el PP sufre un enorme desgaste y lograr¨ªa el 31,5% de los votos, 13,1 puntos menos que hace tres a?os, y el PSOE el 32%, 3,3 puntos m¨¢s que entonces, cuando tuvo el peor resultado de su historia. Hay una ligera ventaja de los socialistas, diluida en el margen de error del sondeo. En esa situaci¨®n ajustada y de ca¨ªda conjunta, los dos partidos se han puesto manos a la obra en busca de esa movilizaci¨®n y teniendo en cuenta que la fidelidad (electores que mantienen inquebrantable su intenci¨®n de repetir su voto) est¨¢ por debajo del 50%. En esa p¨¦rdida de la mitad de sus votantes est¨¢ su esperanza y la explicaci¨®n de la consolidada crisis del bipartidismo que han provocado dos a?os de legislatura.
En este momento, el PP tiene una fidelidad de voto de solo el 46%, como consecuencia de su gesti¨®n en el Gobierno y el PSOE del 43%, es decir, sin que Alfredo P¨¦rez Rubalcaba haya llevado a su partido a recuperarse de la cat¨¢strofe de 2011. Un tercio de los potenciales votantes (el 34%) est¨¢ desmovilizado y, por tanto, ah¨ª est¨¢ el caladero en el que buscar la recuperaci¨®n. De ese porcentaje, un 15% asegura ya que no acudir¨¢ a votar y un 20% duda a qui¨¦n dar su apoyo. Esos porcentajes se han invertido porque hasta ahora eran m¨¢s los abstencionistas que los indecisos. La participaci¨®n estimada es del 65%, m¨¢s de seis puntos menos que la de las anteriores generales. Las estrategias de los dos grandes partidos van encaminadas, por eso, a convencer a potenciales electores de la utilidad de su voto, incluso en unas elecciones europeas. Para el PP, el mensaje ser¨¢ el del respaldo para completar las reformas frente a quienes dejaron la herencia que tan rentable les est¨¢ resultando como coartada pol¨ªtica; para el PSOE el lograr romper la identificaci¨®n de los dos grandes partidos, usando mensajes identitarios e ideol¨®gicos muy claros.
Para el PP funciona el mensaje de la unidad de Espa?a y para el PSOE ha sido un regalo electoral el embrollo en el que se ha metido el Gobierno con el aborto.
En esa estrategia, los dos l¨ªderes se embarcaron en el debate sobre el estado de la naci¨®n con intervenciones dirigidas m¨¢s que nunca a sus respectivas bancadas. Las direcciones del PP y del PSOE coinciden tambi¨¦n en considerar que a los socialistas les favorece notablemente la http://elpais.com/tag/elecciones_andaluzas_2012/a/, comunidad decisiva, incluso en las europeas.
El problema para el PP es que los ciudadanos a¨²n no perciben como cierta esa recuperaci¨®n econ¨®mica sobre la que Rajoy ha hecho bandera y en la que bas¨® su intervenci¨®n en el debate.
La mejora en la prima de riesgo y otras cifras macroecon¨®micas no se traducen a¨²n en el descenso del pesimismo ciudadano y hasta empeora la percepci¨®n econ¨®mica dentro de las propias familias. Ha bajado en un mes nueve puntos el porcentaje de los que ven buena o muy buena la situaci¨®n de su econom¨ªa familiar y ha subido en la misma proporci¨®n el de los que lamentan su mala o muy mala posici¨®n.
Tampoco mejora el porcentaje de los que creen que la crisis va para largo aunque se haya tocado fondo y, adem¨¢s, un 68% se abona a la tesis de que si hay mejora ha sido m¨¢s por decisiones dictadas desde fuera que el Gobierno se ha limitado a aplicar. Es el ¡°no es por Rajoy sino por Draghi¡±, que Rubalcaba us¨® en el debate, en referencia al presidente del Banco Central Europeo.
Izquierda Unida y UPyD siguen siendo los beneficiarios de la ca¨ªda del bipartidismo. En esta ocasi¨®n los dos partidos sufren una bajada id¨¦ntica de 1,5 puntos, pero tienen a¨²n resultados muy por encima de los de las generales de 2011 y es pronto para saber si se ha producido una tendencia a la baja ante las elecciones de mayo o si es solo un ajuste coyuntural.
Ha subido ligeramente el porcentaje de votos para otras opciones, pero es imposible determinar exactamente a qu¨¦ formaciones, porque la muestra no es suficiente ni est¨¢ territorializada y porque algunas de ellas, especialmente las nuevas, est¨¢n en fase de decisi¨®n sobre sus intenciones electorales.
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