El Consejo de Estado rechaza limitar la asistencia sanitaria de los extranjeros
El ¨®rgano consultivo remite al Gobierno su informe sobre el nuevo reglamento de los CIE La instituci¨®n exige que el nuevo reglamento prevea atenci¨®n m¨¦dica total El decreto sobre los centros de internamiento de extranjeros deb¨ªa haberse aprobado en 2010
El Consejo de Estado no quiere que haya limitaciones a la asistencia sanitaria de los extranjeros a la espera de ser expulsados de Espa?a. Est¨¢ tan empe?ado en ello que no dar¨¢ su visto bueno al decreto del nuevo reglamento de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) si mantiene esta restricci¨®n.
El Consejo de Estado acaba de remitir al Ministerio del Interior su dictamen sobre el real decreto que modifica el funcionamiento de los CIE que han sido rebautizados para que desaparezca la palabra ¡°internamiento¡±. Ahora se llamar¨¢n centros de estancia controlada de extranjeros, un cambio de denominaci¨®n que no gusta al Consejo que prefiere su nombre actual (CIE). Casi todos los que se han pronunciado sobre el decreto consideran que no hay que andarse con eufemismos y rehuir la palabra ¡°internamiento¡±.
El informe es el ¨²ltimo tr¨¢mite consultivo para aprobar un reglamento que, seg¨²n la ley de extranjer¨ªa, deber¨ªa de haber entrado en vigor en junio de 2010. Poco despu¨¦s de tomar posesi¨®n, en diciembre de 2012, el titular de Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, visit¨® en Madrid el CIE de Aluche y declar¨® a la prensa que el nuevo reglamento, que desarrolla la ley, era ¡°prioritario¡±. En el mejor de los casos va a entrar en vigor con cuatro a?os de retraso sobre la fecha inicialmente prevista.
Previamente otras instituciones, como el Consejo Fiscal, el Consejo General del Poder Judicial, varios ministerios y organizaciones sociales hicieron sus aportaciones al borrador del decreto que fue divulgado hace ahora dos a?os.
Los CIE cuestan al Estado espa?ol 9,27 millones de euros al a?o aunque para que su funcionamiento fuese de verdad satisfactorio ser¨ªan necesarios otros tres millones en int¨¦rpretes, refuerzo de la asistencia m¨¦dica, vestuario, gasto farmac¨¦utico etc¨¦tera y otros 2,5 millones en mejorar las infraestructuras.
La principal objeci¨®n al reglamento, que formula el Consejo de Estado en su informe de 66 p¨¢ginas, es que este estipula que los internos recibir¨¢n ¡°asistencia m¨¦dica sanitaria adecuada cuando sea necesaria a criterio de los Servicios M¨¦dicos (¡)¡±. Estos, recuerda, ¡°no est¨¢n disponibles d¨ªa y noche, laborables y festivos¡±.
Por tanto ¡°no resulta aceptable que el reglamento, al configurar los derechos de los internos, introduzca limitaciones o restricciones (¡) en un ¨¢mbito en el que est¨¢ en juego la salud e incluso la vida de los extranjeros¡±. Exige que se suprima ese inciso del reglamento. De no ser as¨ª no permitir¨¢ utilizar la f¨®rmula ¡°de acuerdo con el Consejo de Estado¡± cuando se aprueba el decreto.
El Consejo hace adem¨¢s otras dos cr¨ªticas de calado al decreto. Le reprocha otorgar a los extranjeros internos menos derechos que a los reclusos penitenciarios. Tienen, por ejemplo, derecho a solo dos horas de patio diario, en lugar de tres. ¡°(¡) un m¨ªnimo de s¨®lo dos horas de paseo diurno puede ser injustificadamente exiguo¡±, recalca.
El nuevo reglamento faculta al director de cada centro a decidir ¡°la separaci¨®n preventiva del interno en habitaci¨®n individual con el fin de evitar actos de violencia o lesiones (¡)¡±. La ¡°separaci¨®n¡± es asimilable al ¡°aislamiento penitenciario¡±, seg¨²n el Consejo de Estado, pero no lleva aparejadas las mismas garant¨ªas. Estas garant¨ªas b¨¢sicas han de incluirse en el decreto.
En particular, las celdas de aislamiento deben ser similares a las ordinarias; el interno all¨ª recluido debe de ser sometido a examen m¨¦dico e informe diario; y, sobre todo, han de quedar excluidas de la medida las mujeres gestantes, las madres lactantes y las que tuvieran hijos consigo.
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