Mustafa Maya, un islamista defensor del burka y el l¨¢tigo

Mustafa Maya Amaya ¡ªRafael hasta su conversi¨®n al islam¡ª nunca ocult¨® su radicalismo. El supuesto captador de yihadistas, nacido en Bruselas de padres espa?oles hace 51 a?os, es un f¨¦rreo protalib¨¢n. Ya en octubre de 2001 la fiscal¨ªa de M¨¢laga abri¨® contra ¨¦l diligencias por ocupar ilegalmente la mezquita de la calle de San Agust¨ªn (junto al actual Museo Picasso), en cuya puerta coloc¨® un manifiesto, titulado Los talibanes y las mujeres, en el que defend¨ªa entre otras cuestiones la obligaci¨®n del uso del burka para las mujeres, as¨ª como el trato que se da a estas en Afganist¨¢n. Adem¨¢s, defin¨ªa el burka como ¡°un atuendo t¨ªpico¡±, ¡°como la peineta o el traje de flamenca¡±.

Maya declar¨® entonces al Diario Sur que ¨¦l era incapaz de matar inocentes ¡°Est¨¢ prohibido en la religi¨®n musulmana. Puedes matar a gente culpable de algo. Tienes derecho a matarles en una guerra o si se ha cometido un crimen. La ley isl¨¢mica dice que esa persona tiene que morir o recibir cien latigazos o tiene que estar lapidada o con las manos cortadas. Si eso es ser integrista, soy integrista¡±.

Sol¨ªa pasear cojeando por M¨¢laga vestido con el atuendo talib¨¢n. Su minusval¨ªa se ha acentuado. Ahora lo tiene postrado en una silla de ruedas. Hab¨ªa solicitado la ayuda por dependencia. El detenido estuvo en su juventud preso en Alhaur¨ªn de la Torre por robo y narcotr¨¢fico. ?l era consumidor de drogas. ¡°Eso fue antes de rehabilitarme y convertirme al islam¡±, dijo mientras ocupaba la mezquita, a los pocos d¨ªas de los atentados del 11-S en Estados Unidos. "El inmueble se encuentra ocupado por una docena de inmigrantes marroqu¨ªes y argelinos, y sirve de pensi¨®n ilegal, locutorio ilegal y comedor ilegal", dec¨ªa la denuncia sobre la ocupaci¨®n del recinto religioso.

Casado con una marroqu¨ª, ahora resid¨ªa en un piso de protecci¨®n oficial en la carretera de Hidum, en Melilla, que hab¨ªa ocupado ilegalmente. La polic¨ªa espa?ola lo investigaba desde hac¨ªa cinco a?os. ?l no se ocultaba. Participaba en las actividades del barrio de La Ca?ada, uno de los m¨¢s marginales de Melilla, al que en mayo llam¨® a movilizarse contra la pobreza.