Los ch¨®feres de altos cargos denuncian presiones para incumplir las normas

El Ayuntamiento de Madrid ha dejado de hacer la vista gorda sobre las infracciones que hasta ahora comet¨ªan los ch¨®feres de altos cargos ¡ªaparcamientos en doble fila, exceso de velocidad, utilizaci¨®n del carril bus o circulaci¨®n por zonas restringidas para residentes¡ª y ha incrementado notablemente las sanciones. En septiembre, el Parque M¨®vil del Estado, organismo que gestiona este servicio en la administraci¨®n central, recibi¨® en una sola semana hasta 30 multas, lo que dispar¨® el malestar de los conductores, que tienen que pagarlas de su bolsillo y se sienten presionados por sus jefes para saltarse las reglas.

M¨¢s de 200 funcionarios de una plantilla de poco m¨¢s de 700 personas han firmado un escrito donde lo denuncian: ¡°A menudo el usuario del veh¨ªculo oficial insta a trasgredir alguna de esas normas en beneficio de la rapidez, comodidad o simple deseo del mismo¡±. Los conductores no disimulan que suelen aceptar los abusos de poder: ¡°La cuant¨ªa de nuestra n¨®mina depende en gran medida de aceptar las peticiones, oficiales o no, de los usuarios de nuestros coches, que se convierten as¨ª, en nuestros jefes¡±.

Una parte del salario de los ch¨®feres procede de los pluses que se les asignan por ser flexibles en horario y atender a los altos cargos ¡ªcomo secretarios de Estado, ministros o magistrados¡ª. En su misiva, que no est¨¢ firmada por ning¨²n sindicato, los conductores solicitan del Parque M¨®vil que ¡°informe o reitere a los usuarios de coches oficiales¡±, que no solo no est¨¢n eximidos de cumplir las normas de tr¨¢fico, sino que precisamente, deben ¡°extremar la pulcritud en su cumplimiento¡±. Debido a esta situaci¨®n, que les plantea la disyuntiva entre ¡°pagar multas o renunciar a ciertas productividades¡±, tambi¨¦n exigen al organismo dependiente del Ministerio de Hacienda que ¡°habilite una v¨ªa administrativa¡± por la que los conductores puedan ¡°denunciar los abusos y presiones¡± a las que pudieran estar sometidos ¡°sin que salgan perjudicados ni nuestro sueldo, profesionalidad o dignidad por ello¡±. Creen que ¡°por esta misma v¨ªa los usuarios podr¨ªan denunciar a los conductores que consideraran que no realizan correctamente su labor¡±.

La reclamaci¨®n tambi¨¦n deja en evidencia que ahora no hay un canal de comunicaci¨®n entre la direcci¨®n del Parque M¨®vil y los funcionarios para destapar este tipo de conductas, pese a que en un reciente encuentro con la prensa, el director del organismo Miguel ?ngel Cepeda asegur¨® sin querer entrar en detalles que la direcci¨®n ha tenido constancia de usos indebidos de los coches: ¡°No es generalizado¡±, asegur¨®. El organismo tiene lo que llama ¡°oficina del conductor¡±, que seg¨²n fuentes internas solo se utiliza para gestiones administrativas.

Lo chocante es que, preguntado por el particular hasta en dos ocasiones por este peri¨®dico, Cepeda niega la mayor: que haya un incremento de las multas.

Una comunicaci¨®n interna del 27 de enero firmada por la subdirecci¨®n de gesti¨®n del organismo que ¨¦l dirige lo desmiente. En ella el Parque constata ¡°un incremento de las sanciones procedentes del Ayuntamiento de Madrid¡±, [¡­]especialmente las captadas por los radares, y recuerda a los ch¨®feres que su funci¨®n es cumplir con el c¨®digo de circulaci¨®n. Fuentes de la plantilla insisten en que son sobradamente conscientes de ello, por eso han pasado ¡°duras pruebas¡± de aptitud, y se?alan que el problema no es su capacitaci¨®n, sino los usos y costumbres de los altos cargos.

Seg¨²n fuentes del CSIF, sindicato representado en el comit¨¦ de empresa, el conflicto est¨¢ ¡°en v¨ªas¡± de soluci¨®n: ¡°A partir de ahora el conductor trasladar¨¢ a su jefe de departamento que la multa y ¨¦ste pedir¨¢ al alto cargo que firme un escrito conforme la infracci¨®n se ha producido durante un servicio¡±. Con ello, seg¨²n el CSIF, se quiere ¡°concienciar al alto cargo¡±, de que no puede exigir a su ch¨®fer que aparque en doble fila o acelere para asistir a una reuni¨®n. El sindicato espera que con ese procedimiento se terminen las infracciones que se producen por lo que califican de ¡°un conflicto de intereses¡± pero no saben qu¨¦ pasar¨¢ con las multas que ya se han impuesto y sobre las que hay pruebas documentales.

En enero el n¨²mero de sanciones se multiplic¨® por diez, aunque el dato exacto no se conoce: el Gobierno de Ana Botella no ofrece informaci¨®n, informa Javier Barroso.

El Parque M¨®vil tiene 62 veh¨ªculos de lujo a disposici¨®n del Gobierno y las altas instituciones del Estado, incluidos los ocho para la Familia Real. En 2010 se puso en marcha un plan de austeridad que ha limitado este privilegio a subsecretarios, secretarios de Estado y ministros. Tambi¨¦n disfrutan de coche oficial los presidentes y vicepresidentes del Congreso y el Senado, los secretarios de las mesas de las C¨¢maras, el presidente y los miembros del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo.

Las denuncias de abusos por parte de los propios conductores nunca antes se hab¨ªan hecho tan visibles, pese a que fuentes de la plantilla han relatado a este peri¨®dico casos de altos cargos que realizan viajes particulares o que piden a los ch¨®feres que se extralimiten en sus funciones actuando de recaderos privados. Aseguran que, si bien no son conductas generalizadas, s¨ª hay casos sangrantes que deber¨ªan de sancionarse.