¡°La tendencia en el Constitucional es mayor a la unidad que a la autonom¨ªa¡±
El magistrado defiende una reforma al entender la Constituci¨®n solo marc¨® el modelo de construcci¨®n del Estado de las autonom¨ªas


Luis Ortega ?lvarez (Madrid, 1953) tom¨® posesi¨®n como magistrado del Tribunal Constitucional en enero de 2011, designado por el Senado a propuesta del PSOE. Ha vivido un cambio de presidente y de mayor¨ªa, que ahora es conservadora. Este catedr¨¢tico de Derecho Administrativo considera que el tribunal podr¨ªa mejorar su imagen abri¨¦ndose y, quiz¨¢ por ello, accede a ser entrevistado, algo completamente inusual entre los componentes del Constitucional.
Pregunta. Usted fue uno de los magistrados que discrep¨® sobre la compatibilidad de la militancia pol¨ªtica del presidente, Francisco P¨¦rez de los Cobos, y su puesto como magistrado del Constitucional. ?En qu¨¦ se basaron sus argumentos?
Respuesta. La lectura literal de la ley del Tribunal Constitucional dice que la ¨²nica prohibici¨®n es la de ocupar cargos de direcci¨®n pol¨ªtica, que se hace extensiva a fundaciones y entes de car¨¢cter menor pero entiendo, y as¨ª lo expuse, que un Constitucional en el que sus miembros sean militantes en activo ser¨ªa un tribunal con una credibilidad muy atenuada respecto de que sus decisiones estuvieran basadas en razonamientos jur¨ªdicos. Al margen de temas legales sobre si est¨¢ obligado a recibir instrucciones, que son temas menores, es un tema de imagen. Es un tribunal que ya est¨¢ bastante en el ojo del hurac¨¢n como para echar m¨¢s le?a al fuego. El principio de independencia del tribunal me llev¨® a entender que la prohibici¨®n se extiende a la militancia activa.
P. ?Cree que en el futuro habr¨ªa que legislar la prohibici¨®n de esta compatibilidad?
La ley deber¨ªa incompatibilizar la afiliaci¨®n pol¨ªtica con ser magistrado
R. Me parecer¨ªa correcto que en la futura ley del Constitucional la condici¨®n de magistrado fuese incompatible con la de ser miembro en activo de un partido.
P. ?Se est¨¢ convirtiendo el Constitucional en un tribunal de ¨²ltima instancia pol¨ªtica?
R. No es que se est¨¦ convirtiendo sino que esa es una de sus funciones. Si repasamos las distintas composiciones del tribunal, en todas ellas se ha planteado esto. Algunos compa?eros se enfrentaron a la LOAPA, otros a la ley del aborto, otros a Rumasa, otros al Estatut. Elementos de importancia y calado ha tenido el tribunal en todas sus etapas. Una preocupaci¨®n permanente es que se tiene que resolver desde una forma de razonar que no es la pol¨ªtica sino con argumentos en derecho. Una ley es al mismo tiempo norma jur¨ªdica y decisi¨®n pol¨ªtica. No son verdades inmutables y desde el Constitucional debemos tener la labor de trasladar el porqu¨¦ de las decisiones y las razones que hay desde el punto de vista del razonamiento jur¨ªdico. Por ejemplo, el art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n que reconoce la unidad y la autonom¨ªa. El principio de unidad en absoluto impedir¨ªa el principio de autonom¨ªa. En derecho se conocen como conceptos jur¨ªdicos indeterminados y su grado de precisi¨®n tiene que determinarse en casos concretos. Es un ejemplo clar¨ªsimo desde el punto de vista constitucional. A medida que uno va avanzando se hace m¨¢s complicado. La dificultad de los juristas est¨¢ en los grises porque a veces la realidad y el derecho te obligan a decir que este gris es blanco o negro, aunque sea gris.
El tema es cu¨¢nto poder ha de tener el Estado y cu¨¢nto las autonom¨ªas
P. ?Las ¨²ltimas resoluciones del tribunal, en esa zona de grises, se encaminan a cimentar el centralismo y en contra de la Espa?a de las autonom¨ªas que dibuj¨® la Constituci¨®n?
R. En el Constitucional todos somos personas con carrera profesional dilatada y conocida. Somos, por lo menos en lo que a m¨ª respecta, absolutamente independientes, pero mi concepci¨®n del derecho y de las instituciones jur¨ªdicas y c¨®mo interpretar la Constituci¨®n son conocidas porque llevo casi 40 a?os en la profesi¨®n. Cuando eligen a una persona, eligen tambi¨¦n la manera que tiene de interpretar la Constituci¨®n. El 70% de las sentencias del pleno salen por unanimidad. La diferencia se manifiesta cuando los asuntos pueden concitar diferentes enfoques y diferentes formas de interpretar la Constituci¨®n pero eso es bueno y leg¨ªtimo. Hay leg¨ªtimamente distintas formas de entender la Constituci¨®n, tanto desde opciones distintas de interpretaci¨®n e incluso desde opciones ideol¨®gicas similares. Anda que no se ha escrito del 150.2 que ahora est¨¢ de moda¡ incluso hay autores que se han corregido a s¨ª mismos y me parece correcto.
P. Pero, por lo que est¨¢ diciendo, aunque sean leg¨ªtimas v aunque fueran previsibles por esa trayectoria de cada uno, ?tienden hacia el centralismo?
No estamos a las ¨®rdenes de los partidos, eso es ciencia ficci¨®n
R. En mis votos particulares s¨ª me he opuesto a determinadas interpretaciones de la Constituci¨®n y no solo con este tribunal sino tambi¨¦n con el anterior, con una mayor¨ªa distinta. Siempre he visto que hay mayor tendencia, quiz¨¢ psicol¨®gica, a la unidad que a la autonom¨ªa. Podemos pensar que es un elemento tambi¨¦n psicol¨®gico, cultural, de que la unidad refuerza y la autonom¨ªa rompe. El papel de muchos pol¨ªticos y profesores que se han dedicado a estudiar la Constituci¨®n ha sido explicar c¨®mo a partir de la segunda guerra mundial cambia el modelo. Frente al modelo franc¨¦s de la unidad, el modelo pol¨ªtico que sale triunfante es el federalismo norteamericano, que no es f¨¢cil de exportar. No se puede decir que un pa¨ªs que est¨¢ estructurado en un modelo federal no sea un pa¨ªs fuerte que incluso puede ganar dos guerras mundiales, como EEUU. Espa?a ha dado un gran avance en este sentido, en la asunci¨®n de los ciudadanos de que su autonom¨ªa ha sido muy importante como factor de desarrollo econ¨®mico y social. Lo que pasa es que, a veces, cuando los debates se exacerban es m¨¢s dif¨ªcil encontrar puntos medio de equilibrio. Nuestro modelo es de descentralizaci¨®n pol¨ªtica y el problema es el reparto de cuanto poder pol¨ªtico ha de estar en manos del Estado y cu¨¢nto en manos de las comunidades. La Constituci¨®n alemana y la italiana han sido modificadas para acomodarse a su realidad.
P. ?Es necesaria entonces una reforma de la Constituci¨®n?
R. Formo parte de un grupo de personas, amplio, que tiene una manera de interpretar la Constituci¨®n y no creo que haya ninguno que no diga que fue un modelo de construcci¨®n del Estado de las autonom¨ªas y, adem¨¢s, hipot¨¦tico. Ya sabemos c¨®mo hemos desarrollado el t¨ªtulo octavo. Sabemos muchas cosas del modelo descentralizado que tenemos y lo que habr¨ªa que hacer es modificarla para introducir las reglas de funcionamiento que s¨ª ha tenido que ir arbitrando el Tribunal Constitucional. No pasar¨ªa nada porque fuesen repensadas por los leg¨ªtimos detentadores de la soberan¨ªa nacional, que son los representantes del pueblo. A veces el tribunal tiene que tomar decisiones que no son todo lo buenas posibles porque no cuenta con elementos dentro de la Constituci¨®n que permitan esas soluciones. El Constitucional no puede sustituir ni inventarse la Constituci¨®n, puede interpretarla.
P. Hay quien cree que se est¨¢ dictando una constituci¨®n paralela a la escrita.
Me parecer¨ªa normal que un presidente auton¨®mico viniera a contar sus ideas
R. No estoy de acuerdo. Hay constituciones cortas y constituciones largas. No estoy diciendo que hagamos un t¨ªtulo octavo de 400 art¨ªculos. Hay parte de ese t¨ªtulo que es pura historia y lo que hay que hacer es cambiar principios o conceptos que ya no son aplicables al modelo territorial, pero siempre habr¨¢ un elemento interpretativo de la Constituci¨®n. Todo el constitucionalismo americano lo ha hecho el Supremo, de una constituci¨®n micro. Hay otros modelos, como el suizo que a m¨ª no me gusta, que tienden a poner pr¨¢cticamente todo en la Constituci¨®n, pero decir que el tribunal ha creado una Constituci¨®n paralela, lo rechazo. El Constitucional interpreta la Constituci¨®n que hay. Ha tenido que interpretar sus contradicciones como llamar exclusivas unas competencias que en otra parte no aparecen como exclusivas¡ Ha tenido que ir interpretando pero no haciendo una Constituci¨®n paralela.
P. ?Cu¨¢l es su postura sobre la declaraci¨®n soberanista?
R. Estando pendiente el recurso en el tribunal no pudo adelantar mi posici¨®n. Lo que es evidente es que es una situaci¨®n discutida que imagino tendr¨¢ su reflejo en el tribunal por la diversidad de interpretaciones posibles.
P. Si el Constitucional falla contra la ley del aborto, ?Espa?a nunca podr¨¢ tener una ley de plazos?
R. Espa?a podr¨¢ tener todas las leyes que su parlamento quiera aprobar. Y si el Constitucional falla contra la ley del aborto, no necesariamente tendr¨ªa que fallar en contra de los plazos. Est¨¢ sometida a un recurso y, tal como dijo el presidente en una nota explicativa, ni siquiera los magistrados conocemos la ponencia. Cuando se entre a discutir se ver¨ªa. Ni necesariamente el constitucional se tiene que pronunciar contra la ley de plazos ni necesariamente impedir¨ªa otra versi¨®n acomodada a lo que dijese el Constitucional con otras alternativas que no fuesen ni plazos ni supuestos. Siempre ante la libertad del legislador.
P. ?Considera que se podr¨ªa haber hecho algo distinto a la excarcelaci¨®n con los presos etarras liberados tras el fallo Parot?
R. Lo que hizo el Supremo fue aplicar la ley que es lo que ten¨ªa que hacer. Nunca entend¨ª el debate jur¨ªdico sobre la sentencia Parot. Otra cosa es la legitimidad de los afectados desde el punto de vista emocional, que hay que respetar.
P. Pascual Sala se despidi¨® con un alegato a la independencia del Constitucional y asegurando que este no era un tribunal politizado. ?Compart¨ªa su opini¨®n? ?Cree que es as¨ª ahora?
R. No creo que haya elementos de politizaci¨®n del tribunal tal como se entiende en los medios de comunicaci¨®n o en el sentido coloquial. Si hablamos de jueces que est¨¢n a las ¨®rdenes de partidos pol¨ªticos y que llaman para decirnos lo que tenemos que hacer, deber¨ªan querellarse contra nosotros y mandarnos a la c¨¢rcel por prevaricadores, es un planeamiento injusto, es ciencia ficci¨®n. Otra cosa es que los magistrados tengan sus opiniones pol¨ªticas personales pero no las trasladan a las sentencias porque se enfrentar¨ªan a otros magistrados que no se lo consentir¨ªan.
P. ?Tiene el llamado sector conservador un criterio m¨¢s unificado que el progresista?
R. No siempre es as¨ª. Ser¨ªa una cuesti¨®n de apreciaci¨®n estad¨ªstica.
P. P¨¦rez de los Cobos fue elegido presidente por unanimidad para mejorar la imagen institucional del tribunal. ?Se arrepiente de haberlo apoyado?
R. No le voy a contestar a eso porque no voy a dar opiniones personales, ni a favor ni en contra, sobre compa?eros.
P. El presidente del Supremo convoc¨® al pleno del Constitucional a una reuni¨®n completamente inusual. ?Qu¨¦ le parece?
R. El tipo de reuniones institucionales, de intercambio, me parecen buenas. Igual me parecer¨ªa bien que nos reuni¨¦semos con el presidente del Gobierno o con el Rey. La independencia no significa desconocimiento, igual que si un presidente auton¨®mico quisiese manifestar verbalmente al tribunal ideas u opiniones, me parecer¨ªa normal dentro de lo que es el funcionamiento de las instituciones. No significa que porque nos hablen nos vayamos a sentir adoctrinados y amenazados. Es limpieza. Se deber¨ªa hacer.
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