¡°O¨ª un ca?onazo y me peg¨® la pelota¡±

Gabriel Ruiz, de 23 a?os, perdi¨® el test¨ªculo izquierdo el s¨¢bado pasado en la Marcha de la Dignidad, a causa, seg¨²n asegura, de un pelotazo de goma que dispararon en trayectoria directa los Antidisturbios. "Quer¨ªa manifestarme contra el Gobierno. No pod¨ªa faltar a mi empleo, as¨ª que decid¨ª venir solo a la marcha de Madrid", explica. Pero al final Gabriel ha perdido d¨ªas de trabajo. Ahora se halla ingresado en el Gregorio Mara?¨®n y este viernes volver¨¢ a pasar por el quir¨®fano. No sabe c¨®mo va a despertar de la anestesia. "Puede que le corten tambi¨¦n un poco del test¨ªculo derecho", cuenta su hermana que vive en Madrid.

Gabriel se hab¨ªa trasladado en el coche de su padre junto con su amiga Alba, desde B¨¢scones de Ojeda (Palencia), donde trabaja en el campo.?En la maleta solo llevaban una botella de agua y unos s¨¢ndwiches que su hermana les hab¨ªa preparado, ella no acudi¨® a la manifestaci¨®n.

La marcha transcurri¨® con tranquilidad, pero no fue una protesta ap¨¢tica. Todo lo contrario. Los ¨¢nimos rezumaban indignaci¨®n. Eran las 20.30 y los manifestantes se encontraban en Col¨®n. Sonaba el Canto a la libertad cuando empez¨® el jaleo: "La polic¨ªa comenz¨® a dispersarnos. Algunas madres corr¨ªan con los carritos de sus hijos, se comenzaron a ver bengalas por el cielo, corrimos y nos defendimos. Ellos avanzaban, nosotros los fren¨¢bamos, volv¨ªan a avanzar, nosotros volv¨ªamos a frenarlos. Recib¨ª un porrazo en la cabeza y sal¨ª corriendo, nos reagrupamos y a 50 metros de Cibeles, cuando iba andando, o¨ª un ca?onazo, y sent¨ª c¨®mo me pegaba la pelota. No rebot¨®, me dio directamente". A partir de ah¨ª todo fue dolor.

Gabriel cuenta su historia tumbado en la cama del hospital, mientras mira la calle que espera pisar en los pr¨®ximos d¨ªas. Su amiga Alba (y as¨ª lo ha confirmado ella misma) lo ayud¨® junto a otro chico a levantarse, y lo llevaron hasta una unidad del Samur que se encontraba en la glorieta de Cibeles. La ambulancia lo traslad¨® a un centro de atenci¨®n m¨¦dica en Atocha, donde lo sedaron. Desde all¨ª Alba llam¨® la hermana de Gabriel quien acudi¨® inmediatamente. "Eran las 21.04 cuando me llam¨®, me dieron sus papeles y nos vinimos a este hospital", comenta la chica de profesi¨®n periodista. ?

Fuentes policiales han afirmado a este diario que ellos no han recibido, por parte del Samur, notificaci¨®n del traslado de este chico al hospital. "?Pero c¨®mo pueden decir eso?, pregunta la hermana, "yo estuve all¨ª. Es que yo llegu¨¦ a Atocha y lo acompa?¨¦ al hospital", puntualiza. "No estoy en contra de los polic¨ªas, no somos enemigos. El Gobierno es el enemigo", protesta Gabriel.?

Ahora este palentino de ojos marrones, tez blanca y un poco de barba espera a que esta pesadilla termine y pueda volver al trabajo. Gabriel est¨¢ seguro de que va a denunciar los hechos: "No me voy a rendir".