Los expertos desmontan los puntos clave del nuevo C¨®digo Penal
Una decena de juristas ya ha valorado en el Congreso el proyecto de ley
Los expertos que han comparecido en el Congreso en los dos ¨²ltimos meses han desmontado los puntos clave de la reforma del C¨®digo Penal aprobada por el Gobierno y que se tramita en el Parlamento. Especialmente la llamada prisi¨®n permanente revisable, cuestionada en distinto grado por todos los juristas que ya han acudido a la Comisi¨®n de Justicia de la C¨¢mara baja.
Las pegas generalizadas se extienden a otros pilares de la reforma, como las medidas de seguridad posteriores a la condena, los art¨ªculos referidos al orden p¨²blico y al delito de atentado a la autoridad y a la supresi¨®n de las faltas. Tambi¨¦n al criterio de oportunidad porque, seg¨²n han explicado varios de los expertos, Espa?a es ¡°uno de los pa¨ªses con la tasa de criminalidad m¨¢s baja de Europa y con las tasas de poblaci¨®n penitenciaria m¨¢s altas¡± y duplica ¡°la estancia media en prisi¨®n de Francia o de Italia y casi triplica la de Alemania¡±, como sostiene el catedr¨¢tico Jos¨¦ Luis D¨ªez Ripoll¨¦s.
El C¨®digo Penal de la peligrosidad
Jos¨¦ Luis D¨ªez Ripoll¨¦s, catedr¨¢tico. "Hay atentados a la libertad de expresi¨®n, reuni¨®n y manifestaci¨®n". "Duplicamos la estancia media en prisi¨®n de Francia o de Italia, y casi triplicamos la de Alemania".
Mar¨ªa Josep Feli¨² Morell, magistrada. "Es el C¨®digo Penal de la peligrosidad".
Ignacio Mo?agorri Lagu¨ªa, catedr¨¢tico. "Vamos a un Derecho Penal del riesgo o de la seguridad en raz¨®n de peligros futuribles".
Santiago Vidal i Marsal, magistrado. "No se pueden equiparar actos de desobediencia o actos de resistencia pasiva o activa con actos de atentado, ni tan siquiera con el delito de coacciones".
Javier G¨®mez Lanz, profesor. "No es normal que teniendo un C¨®digo Penal en 1995 hayamos tenido veintitantas reformas a estas alturas".
Gonzalo Quintero, catedr¨¢tico. "Nuestro C¨®digo, a diferencia de otros c¨®digos europeos, tiene 40 a?os de cumplimiento ¨ªntegro, que es algo tan severo o m¨¢s que la cadena perpetua".
Bernardo del Rosal, catedr¨¢tico. "La prisi¨®n permanente lleva el germen de la autodestrucci¨®n, porque la van a revisar siempre los tribunales".
Francisco Javier ?lvarez Garc¨ªa, catedr¨¢tico. "Sigue la l¨ªnea de la irracionalidad, del castigo de la pobreza y una opci¨®n en contra de los principios esenciales del derecho penal liberal". "Se trata del C¨®digo Penal de la peligrosidad". "Esto empieza a colocar al sistema democr¨¢tico un poco al otro lado".
Jos¨¦ Miguel Zugald¨ªa Espinar, catedr¨¢tico. "Cualquier privaci¨®n de libertad de por vida es inhumana".
Mercedes Garc¨ªa Ar¨¢n, catedr¨¢tica. "Nos estamos acercando a la vieja idea de peligrosidad social que inspiraba la vieja ley de peligrosidad".
Incluso, el magistrado Santiago Vidal i Marsal advirti¨® de que, en el futuro, este nuevo C¨®digo Penal podr¨ªa ser anulado porque el Gobierno ha omitido para una parte importante de la reforma la petici¨®n de informes al Poder Judicial, el Consejo Fiscal y el Consejo de Estado. El jurista invoc¨® dos sentencias del Constitucional y cuatro del Supremo para concluir que ¡°es un vicio de anulabilidad¡± que no se hayan pedido esos informes. Y concluy¨® con una sugerencia: ¡°Suspendan la tramitaci¨®n parlamentaria del presente proyecto y subsanen ese posible defecto de nulidad o de anulabilidad antes de que tenga que ser del Tribunal Supremo o el Tribunal Constitucional el que lo diga¡±.
Sobre la prisi¨®n permanente revisable, hay mayor¨ªa de rechazos de plano de quienes lo consideran ¡°inhumano¡± o inaplicable porque se ampl¨ªa a gran n¨²mero de delitos. Pero, incluso el ¨²nico jurista que defendi¨® esta figura, Javier G¨®mez Lanz, la critic¨® por considerar excesivos los plazos de revisi¨®n de la condena. Seg¨²n explic¨®, en otros pa¨ªses europeos esos plazos son de entre 15 y 20 a?os, mientras que en Espa?a ser¨¢n de entre 25 y 35, con notable indeterminaci¨®n en las condiciones exigidas para extinguir la condena. Le sigue en n¨²mero de cr¨ªticas la medida de libertad vigilada para quienes cumplen condena con una duraci¨®n m¨ªnima de tres a?os y m¨¢xima de cinco, pero con posibilidad de pr¨®rrogas sucesivas de cinco a?os de duraci¨®n. Seg¨²n el catedr¨¢tico de Derecho Penal Ignacio Mu?agorri Lagu¨ªa y la magistrada Feli¨² Morell, se establece una pena adicional que puede ser superior a la principal y, adem¨¢s, ilimitada en el tiempo, lo que supone ¡°un d¨¦ficit de legalidad constitucional¡±. Esas medidas de seguridad se establecieron en 2010 para delitos muy graves y ahora se extienden al 90%, lo que, adem¨¢s, desbordar¨ªa la capacidad del sistema penitenciario.
Jos¨¦ Luis D¨ªez Ripoll¨¦s alert¨® del coste de la reforma por el aumento de poblaci¨®n reclusa. El gasto por preso pasar¨¢ de 63 a 100 euros, uno de los m¨¢s altos de Europa.
Otro cap¨ªtulo cuestionado por los expertos es el relativo al orden p¨²blico, porque en el delito de des¨®rdenes, ya no ser¨¢ preciso acreditar el da?o efectivo, y adem¨¢s, se a?ade como agravante que este se produzca en una reuni¨®n o manifestaci¨®n. Tambi¨¦n se elevar¨¢n las condenas para amenazas a polic¨ªas en manifestaciones, y habr¨¢ penas de hasta seis a?os, por ejemplo, por decir ¡°hay que tomar el Congreso¡± y por alentar protestas ilegales en redes sociales, con posibilidad de prisi¨®n preventiva. Se castiga el atentado a la autoridad sin necesidad de que se pongan en peligro la vida o la integridad corporal, al desaparecer la circunstancia de da?o, solo con resistencia, y con agravante de entrada en un edificio p¨²blico. Fueron especialmente cr¨ªticos el magistrado Santiago Vidal y Mercedes Garc¨ªa Ar¨¢n, catedr¨¢tica de Derecho Penal, que concluy¨® que ¡°criminalizar estas nuevas formas pac¨ªficas o no violentas no suele solucionar el problema, normalmente, lo agrava, porque esa manifestaci¨®n molesta termina con el doble de detenidos en el juzgado de guardia, con mucha m¨¢s conflictividad social, porque ha habido muchas m¨¢s detenciones. Es decir, que generalmente no arregla el problema¡±. Cuestionan tambi¨¦n que se elimine el art¨ªculo que protege el ejercicio de los derechos c¨ªvicos, como huelga, reuni¨®n y manifestaci¨®n, y penaliza a quienes impidan su ejercicio.
Otro cap¨ªtulo cuestionado es el de la desaparici¨®n de las faltas, al convertir el 60% de ellas en delitos y el resto en sanciones administrativas sin control judicial. Tambi¨¦n que desaparezcan las faltas por imprudencia, como las de tr¨¢fico que pasan a la jurisdicci¨®n civil con pago de abogado, procurador, tasas y peritos. Seg¨²n el catedr¨¢tico Jos¨¦ Luis D¨ªez Ripoll¨¦s, ¡°hay muchas faltas que no se eliminan, simplemente se duplica o se triplica su pena al transformarlas en delitos leves o menos graves. Adem¨¢s, las que se despenalizan son las faltas que no se aplican; las que se aplican no se despenalizan¡±.
Leyes pol¨¦micas, tras las europeas
Adem¨¢s de los juristas convocados por los grupos parlamentarios, han comparecido tambi¨¦n en el Congreso asociaciones vinculadas a personas con trastornos mentales y v¨ªctimas de delitos. Por ejemplo, el PP se ha centrado en las v¨ªctimas y tiene que acudir al Congreso Antonio del Castillo, padre de Marta del Castillo, asesinada en Sevilla. Quedan tambi¨¦n por acudir juristas como Ana Ferrer Garc¨ªa, reci¨¦n designada magistrada de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, y Jos¨¦ Luis Ram¨ªrez Ortiz, magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona. Ambos estaban citados la semana pasada, pero el luto por la muerte de Adolfo Su¨¢rez suspendi¨® la comparecencia.
La oposici¨®n considera que el Gobierno pretende retrasar la tramitaci¨®n en el Congreso hasta despu¨¦s de las elecciones europeas, evitando as¨ª asuntos conflictivos como el C¨®digo Penal, la ley del aborto o la de seguridad ciudadana, entre otras. El anteproyecto inicial de C¨®digo Penal fue rechazado ya con dureza en los informes preceptivos del Consejo General del Poder Judicial, el Consejo Fiscal y el Consejo de Estado. Esos informes se unen a los varapalos de estas instituciones a otras normas como la citada de seguridad ciudadana.
El Gobierno prev¨¦ que el C¨®digo Penal salga de las Cortes a finales de este a?o, para la entrada progresiva en vigor en 2015. Una parte, la referida a las faltas, quedar¨¢ pendiente de que se apruebe la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que incluya un nuevo procedimiento para lo que ser¨¢n delitos menos graves.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.