Interior asume que la polic¨ªa marroqu¨ª entre en Espa?a a llevarse inmigrantes
Agentes marroqu¨ªes apresan a sin papeles en las vallas de Melilla
Los agentes uniformados marroqu¨ªes pisan, a veces, territorio espa?ol para ayudar a contener asaltos de inmigrantes y llevarse a algunos de vuelta a Marruecos. El Gobierno espa?ol hizo este lunes este reconocimiento, pero le rest¨® importancia.
Unas fotos tomadas por Mikel Oibar y un v¨ªdeo rodado por la ONG melillense Prodein el pasado viernes aportan pruebas gr¨¢ficas de la actuaci¨®n de las Fuerzas Auxiliares marroqu¨ªes, un cuerpo paramilitar que ejerce en ocasiones como antidisturbios, en los pasillos entre las dos vallas paralelas que a lo largo de los 12 kil¨®metros que separan Melilla de Marruecos.
En unas im¨¢genes se ve a tres agentes marroqu¨ªes llevarse a Marruecos a un subsahariano y en otras los uniformados aparecen encaramados a una verja intermedia, tambi¨¦n llamada sirga tridimensional, intentando forzar a los subsaharianos a bajar.
Seg¨²n el v¨ªdeo trabajan aparentemente codo a codo con la Guardia Civil para abortar un salto de inmigrantes. Solo seis lograron ese d¨ªa llegar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla; los dem¨¢s fueron devueltos de inmediato.
La doble valla fue erigida en 1998 en territorio espa?ol, a escasos metros de los mojones que marcan la frontera. Aun as¨ª, Juan Jos¨¦ Imbroda, el presidente de Melilla, recalc¨® este lunes que para entrar en la ciudad, en Espa?a, hay que ¡°saltar todos los obst¨¢culos¡± fronterizos.
A trav¨¦s de la Delegaci¨®n del Gobierno, Interior no lleg¨® a afirmar que no hab¨ªan logrado llegar a Espa?a, pero s¨ª sostuvo que ¡°no hubo expulsiones ilegales¡± a Marruecos porque los subsaharianos ¡°no hab¨ªan superado el dispositivo anti intrusi¨®n¡± de la doble valla.
Hasta ahora el delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani, esgrim¨ªa otro argumento para justificar esas devoluciones: el acuerdo hispano-marroqu¨ª sobre readmisi¨®n de inmigrantes. Firmado en 1992, Rabat no lo ratific¨® hasta finales de 2012. Menos garantista que la Ley de Extranjer¨ªa, el acuerdo estipula, sin embargo, que cada solicitud de devoluci¨®n de inmigrantes debe de ir acompa?ada por los datos disponibles sobre su identidad, algo que tampoco se hace.
Interior record¨® adem¨¢s en su comunicado que no ha sido la primera vez que las fuerzas marroqu¨ªes se colocan entre las dos vallas. ¡°El 24 de febrero tuvieron que ser auxiliadas por las espa?olas y refugiarse en el interior del vallado entre Melilla y Marruecos¡±, se?al¨®. Ese d¨ªa, sin embargo, no apresaron a subsaharianos.
¡°El viernes entraron en Melilla armados y a la vista de la Guardia Civil¡±, se indigna al tel¨¦fono Jos¨¦ Palaz¨®n, presidente de la ONG Prodein. ¡°Y [los inmigrantes] fueron expulsados sin el m¨¢s m¨ªnimo tr¨¢mite, violando la legislaci¨®n vigente¡±, recalca.
¡°O se est¨¢ en Espa?a o se est¨¢ en Marruecos¡±, sostiene Francisco Solans, portavoz de Extranjer¨ªa en el Consejo General de la Abogar¨ªa Espa?ola. ¡°No existe la tierra de nadie¡±, a?ade en declaraciones a la agencia Europa Press. ¡°Una vez que se pasa la primera valla, ya se est¨¢ en territorio espa?ol¡±, precisa.
De ah¨ª que, seg¨²n ¨¦l, la presencia marroqu¨ª suponga una ¡°cesi¨®n de soberan¨ªa¡± por Espa?a y que el traslado a Marruecos de los subsaharianos apresados sea equiparable a ¡°un secuestro con connivencia¡± de la Guardia Civil.
A cambio de la ayuda marroqu¨ª para combatir la presi¨®n migratoria sobre Ceuta y Melilla, los sucesivos Gobiernos espa?oles han hecho estos ¨²ltimos a?os importantes concesiones a Rabat. Han renunciado, por ejemplo, a solicitar en Bruselas el ingreso de Ceuta en la uni¨®n aduanera europea y han aceptado una reorganizaci¨®n unilateral de la frontera de esa ciudad con Marruecos.
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