Monterrubio despide entre aplausos a sus cinco futbolistas fallecidos
M¨¢s de 4.000 personas abarrotan el polideportivo en el funeral por las v¨ªctimas del accidente El equipo rival del de los fallecidos hace pasillo entre aplausos al paso de los f¨¦retros
Era imposible encontrar ayer a alg¨²n vecino de Monterrubio de la Serena que no tuviera los ojos enrojecidos por el llanto. A todos los que viven en este pueblo de Badajoz, de 2.500 habitantes, les ha tocado la tragedia. Y todos quisieron acompa?ar en el funeral a las familias de los cinco menores fallecidos el jueves en un accidente en una de las carreteras que llevan al municipio. Los chicos fueron enterrados ayer, todos en Monterrubio, salvo uno que viv¨ªa en la pedan¨ªa de La Nava.
Desde la terrible noche del jueves el dolor se concentr¨® alrededor del polideportivo municipal. En todos los rincones hab¨ªa corrillos de chicos intentando consolar a amigos de los fallecidos.
¡°Es una tragedia para todos, pero, sobre todo, para ellos¡±, comentaba uno de los vecinos del pueblo mientras bajaba la mirada hacia la silla de ruedas que empujaba. En ella estaba Adri¨¢n, su sobrino, uno de los compa?eros de los cinco chicos, de entre 12 y 15, que fallecieron cuando volv¨ªan a casa despu¨¦s de jugar unos partidos en Herrera del Duque. En el minib¨²s iban los equipos de las categor¨ªas infantil y cadete del Club Deportivo de Monterrubio. En total, 18 personas, contando a los adultos que los acompa?aban. Pese a tener una costilla rota, Adri¨¢n es de los afortunados.
A pocos metros ¨¦l, en el polideportivo, estaban los verdaderos perdedores: Jos¨¦ Manuel, Bernardo, Juan Pedro, Javier e Ismael, que perecieron cuando hab¨ªan empezado a saber de qu¨¦ iba la vida. Una monta?a de flores cubr¨ªa sus f¨¦retros. No cab¨ªa nadie en el centro. Miles de personas, tambi¨¦n de otros pueblos, asistieron al funeral. El batir de los abanicos se mezclaba con los llantos de las madres y la voz del arzobispo de M¨¦rida-Badajoz, Santiago Garc¨ªa, que ofici¨® la misa.
El presidente extreme?o, Jos¨¦ Antonio Monago, y el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, asistieron al acto. ¡°Es una jornada de dolor en Monterrubio, pero me atrevo a decir que para toda Espa?a¡±, dijo el ministro tras la misa. ¡°Que el sacrificio de estos muchachos nos sirva para que algunos menos padezcan tambi¨¦n las consecuencias de la carretera (...) si no lo hacemos por nosotros, por lo menos que lo hagamos por la seguridad de los dem¨¢s¡±.
Fern¨¢ndez se refer¨ªa as¨ª al ¨²nico detenido que hay por el accidente, Fernando F. M., de 37 a?os, el conductor de la retroexcavadora que, presuntamente, provoc¨® el accidente. Est¨¢ en prisi¨®n sin fianza desde el viernes. Dio positivo en coca¨ªna y c¨¢nnabis, aunque el laboratorio de toxicolog¨ªa de Santiago de Compostela tendr¨¢ que realizar un contraan¨¢lisis. Al detenido ¡ªquien, tras el accidente, condujo su retroexcavadora a la finca de su familia, ubicada a unas decenas de metros del lugar del siniestro, adonde regres¨® poco despu¨¦s¡ª se le imputan siete delitos: cinco por homicidio imprudente, otro por lesiones y otro contra la seguridad del tr¨¢fico.
El ministro no quiso entrar ayer en detalles de la investigaci¨®n. Los responsables de la Guardia Civil en Extremadura siguen manteniendo la hip¨®tesis de que el autob¨²s en el que viajaban los j¨®venes intent¨® adelantar a la m¨¢quina, pero la retroexcavadora gir¨® para salir de la carretera hac¨ªa un camino. Sin embargo, algunos de los heridos dicen que la m¨¢quina intent¨® cruzar la carretera secundaria por la que iba el minib¨²s y que se salt¨® un stop. ¡°El autob¨²s choc¨® y volc¨®¡±, dijo Adri¨¢n desde la silla de ruedas.
Tras el funeral, los familiares cargaron a hombros con cuatro de los chicos hasta el cementerio. Al quinto se lo llevaron a La Nava. Una quincena de chavales form¨® un pasillo a las puertas del pabell¨®n. Eran los integrantes de las categor¨ªas infantil y cadete del equipo de Herrera de Duque. Los menores fallecidos compitieron el jueves contra ellos. Fue pocas horas antes del accidente.
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