?Fin de ¨¦poca?

?Qu¨¦ impacto puede tener el resultado de las elecciones europeas del pr¨®ximo d¨ªa 25 en el sistema pol¨ªtico espa?ol? Las distintas elecciones en los diferentes escalones de nuestra f¨®rmula de gobierno, europeas, generales, auton¨®micas y municipales, son desde una perspectiva jur¨ªdica compartimentos estancos, pero desde una perspectiva pol¨ªtica son vasos comunicantes. Lo que ocurre en cada una de ellas afecta a las dem¨¢s.

El impacto puede ser muy distinto seg¨²n la mayor o menor estabilidad pol¨ªtica por la que atraviese el pa¨ªs. Y cuando digo estabilidad pol¨ªtica no quiero decir estabilidad parlamentaria, sino pol¨ªtica. La estabilidad parlamentaria en los diversos escalones del sistema pol¨ªtico espa?ol es muy alta. El Gobierno de la naci¨®n dispone de una mayor¨ªa m¨¢s que absoluta; la inmensa mayor¨ªa de los Gobiernos de las comunidades aut¨®nomas tambi¨¦n disponen de mayor¨ªa absoluta o han cerrado pactos que garantizan la estabilidad, y ah¨ª est¨¢ el fracaso de la moci¨®n de censura en Extremadura esta misma semana; y la inmensa mayor¨ªa de los Gobiernos municipales tambi¨¦n son estables. Desde el punto de vista jur¨ªdico, con los resultados de las ¨²ltimas elecciones generales, auton¨®micas y municipales, el sistema pol¨ªtico espa?ol parece un oasis de estabilidad. En consecuencia, no deber¨ªa esperarse que el resultado de las elecciones europeas tuviera por qu¨¦ afectarlo de alguna manera.

El sistema ha dejado de ser representativo

Una lectura del resultado desde esta perspectiva es la que va a hacer, sin duda, el Gobierno presidido por Mariano Rajoy. Aqu¨ª no ha pasado nada y no hay por qu¨¦ tener preocupaci¨®n por la estabilidad pol¨ªtica del pa¨ªs, aunque tal vez pueda existir alguna sombra de preocupaci¨®n en alguna comunidad aut¨®noma como Andaluc¨ªa, como expres¨® la vicepresidenta en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, tras el incidente entre PSOE e IU.

Y sin embargo por debajo de ese oasis de estabilidad hay una amenaza de actividad s¨ªsmica cada vez m¨¢s perceptible. El resultado del 25-M puede ser un indicador de esa amenaza. Es la ¨²ltima vez que los ciudadanos espa?oles van a acudir a las urnas antes del 9 de noviembre, para cuando el presidente de la Generalitat ha anunciado que convocar¨¢ un refer¨¦ndum o una consulta para que los catalanes decidan sobre la independencia de Catalu?a; la ¨²ltima vez antes de las elecciones municipales y auton¨®micas de las comunidades del art¨ªculo 143 CE y la ¨²ltima antes de las pr¨®ximas elecciones generales.

?Puede ser el resultado electoral del 25-M, a pesar de su previsible baja participaci¨®n o tal vez como consecuencia de ella, el indicador de que se abre una nueva etapa pol¨ªtica, en la que nada va a ser igual que antes en el sistema pol¨ªtico espa?ol? El sistema pol¨ªtico en este momento ha dejado de proporcionar la legitimidad necesaria para gobernar. El Gobierno dispone de mayor¨ªa absoluta, pero los ciudadanos lo suspenden de manera abrumadora. Y lo mismo ocurre en todos los escalones de la f¨®rmula de gobierno. Y con los partidos que est¨¢n en la oposici¨®n. El sistema pol¨ªtico espa?ol es un sistema pol¨ªtico formalmente representativo, en el que los gobernantes son elegidos peri¨®dicamente en elecciones competitivas, pero materialmente ha dejado de serlo, en la medida en que los ciudadanos no se sienten reconocidos en las pol¨ªticas que se ponen en pr¨¢ctica. Se est¨¢ viendo venir desde hace tiempo, pero es en esta consulta del 25-M en la que la contradicci¨®n entre el car¨¢cter formal y materialmente representativo de nuestro sistema pol¨ªtico puede tal vez resultar inocultable.