El embajador de la marca Espa?a

¡°Os pido que arrim¨¦is el hombro porque la situaci¨®n es muy seria¡±. A finales de marzo de 2012, con el azote de la crisis en toda su virulencia y la amenaza de rescate del pa¨ªs latente, el rey Juan Carlos acudi¨® a la sede de Telef¨®nica para reunirse con el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC). Durante la comida que mantuvo con este selecto grupo de empresarios, que junta una parte importante del PIB y del empleo espa?ol, el Rey mostr¨® su obsesi¨®n por la crisis, el alto ¨ªndice de paro, sobre todo juvenil, y la p¨¦rdida de competitividad.

El encuentro, que se produjo por iniciativa de la Casa del Rey, respond¨ªa a esa preocupaci¨®n y la b¨²squeda de soluciones. El Monarca presidi¨® un almuerzo en el que tuvo sentados a su lado a los presidentes del Banco Santander, Emilio Bot¨ªn, y del BBVA, Francisco Gonz¨¢lez, y en frente al anfitri¨®n, como presidente del CEC y de Telef¨®nica, C¨¦sar Alierta.El Rey pregunt¨® a todos y cada cada uno de los 17 miembros del CEC (ahora son 18) sus impresiones y pidi¨® que le enviaran los documentos que fueran elaborando. Fue como un mandato. De hecho, fue despu¨¦s de esa circunspecta petici¨®n cuando el CEC encarg¨® elaborar a toda vela los informes que luego presentar¨ªan con unas perspectivas muy positivas y de los que fue el primer receptor.

El Rey repetir¨ªa la visita el 29 de agosto, esta vez con inter¨¦s en las ayudas al sector bancario, la consolidaci¨®n fiscal y las reformas estructurales, as¨ª como la conveniencia o no de solicitar un rescate a la eurozona. La mayor¨ªa de esas empresas son multinacionales y pertenecientes a sectores estrat¨¦gicos, y el rey sab¨ªa a quien se dirig¨ªa para dar un impulso a la internacionalizaci¨®n de la empresa y a la recuperaci¨®n. No es que antes no fuera una de sus preocupaciones, pero la econom¨ªa pas¨® a formar parte primordial de la agenda del Rey, que intensific¨® los encuentros con empresarios, sindicalistas, economistas y sus habituales expertos. ?l tambi¨¦n decidi¨® arrimar m¨¢s el hombro con un apoyo m¨¢s intenso a las delegaciones comerciales, frenadas por sus operaciones.

La figura del Rey siempre ha tenido mucho predicamento entre el empresariado, que se acrecent¨® tras el intento de golpe de Estado de febrero de 1981. La mayor¨ªa de ellos hab¨ªa votado a favor de la Constituci¨®n y tras el mensaje del Rey, Carlos Ferrer Salat, presidente la patronal, destac¨® la tranquilidad que hab¨ªa transmitido al conjunto empresarial. Por eso, el agradecimiento por ¡°los servicios prestados¡± que dio ayer la CEOE encierran mucho contenido.

En sus 39 a?os de jefatura, Juan Carlos I se ha preocupado por ser el principal embajador de la econom¨ªa espa?ola y de la Marca Espa?a. Su primera mediaci¨®n fue incluso antes de alcanzar la corona. En 1973, Henry Ford, presidente del grupo automovil¨ªstico que lleva su apellido, quer¨ªa instalar una f¨¢brica en el sur de Europa y Espa?a era uno de sus lugares preferidos. Pero ten¨ªa dos h¨¢ndicaps l¨®gicos: la falta democracia y la apertura de fronteras tras la previsible muerte de Franco. El entonces pr¨ªncipe Juan Carlos le garantiz¨® ambas cosas y Ford decidi¨® instalarse en Zaragoza. Sus palabras inspiraron confianza a Ford, que se lo contar¨ªa a?os despu¨¦s a Jaime Carvajal, que ocup¨® la presidencia de la filial espa?ola y es uno de los ¨ªntimos amigos del Rey desde los tiempos del colegio.

Desde el principio, Juan Carlos I ha querido estar en primera l¨ªnea en las relaciones comerciales y diplom¨¢ticas. Se ha considerado el primer vendedor de Espa?a por el mundo y, adem¨¢s, le gusta. Esa labor de excelente comerciante ha sido especialmente intensa en las ¨¢reas latinoamericanas y ¨¢rabes, donde Juan Carlos I tiene mucha ascendencia, lo que, por otra parte, le ha supuesto m¨¢s de alguna cr¨ªtica por haber fraguado negocios con dictaduras que no respetan, en muchos casos, los derechos humanos. Pero el papel del Rey como impulsor de negocios ha tenido alg¨²n borr¨®n, como la pol¨¦mica generada por el caso Noos, que implica a su yerno I?aki Urdangar¨ªn, o la cacer¨ªa de elefantes en Botsuana en 2012 le redujo su prestigio y le oblig¨® a pedir disculpas por primera vez. El Rey siempre ha sido un apasionado de la caza y goza de ser una de principales escopetas nacionales. Ha sido habitual en las monter¨ªas organizadas por la oligarqu¨ªa empresarial y pol¨ªtica, dentro y fuera de Espa?a, en las que ha compartido puesto con muchos empresarios, a veces con algunos que viv¨ªan momentos de gloria, caso de Mario Conde, con quien mantuvo una relaci¨®n cercana hasta el punto de que lleg¨® a presidir su investidura como doctor honoris causa de la Universidad Complutense en un acto en que muchos se arrepintieron despu¨¦s haber acudido.

En cualquier caso, su tarea como embajador ha sido inmensa. En ese sentido, ha intercedido en la consecuci¨®n de negocios en beneficio de sectores industriales y de servicios y de grandes acuerdos, como el denominado contrato del siglo en Arabia Saud¨ª para la conexi¨®n ferroviaria de Medina y La Meca por un consorcio liderado por el grupo OHL, que preside Juan Miguel Villar Mir, un empresario que precisamente no est¨¢ en el CEC pero que forma parte de los elegidos por el Rey en su n¨®mina de empresarios cercanos.

Villar Mir fue uno de los ¨²ltimos en recibir un t¨ªtulo (el marquesado de Villar Mir) del Rey. Entre la cincuentena de t¨ªtulos que ha concedido a lo largo de los cuatro decenios de reinado, adem¨¢s del octogenario empresario, aparecen los fundadores de los despachos de abogados Ur¨ªa Men¨¦ndez y Garrigues, Aurelio Men¨¦ndez y Antonio Garrigues D¨ªaz-Ca?abate; Javier Benjumea (fundador de Abengoa); la empresaria gallega Carmela Arias, condesa de Fenosa; Ant¨®n Dur¨¢n Tovar, que fue presidente de Dragados, y los banqueros Alfonso Esc¨¢mez, que lo fuera del Banco Central, y Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez Asia¨ªn, expresidente del Banco Bilbao y del BBV, que adem¨¢s es uno de sus asesores m¨¢s cercanos en una relaci¨®n que se agrand¨® desde la Fundaci¨®n Cotec dedicada al impulso de la tecnolog¨ªa, la por la que el Rey siempre ha mostrado una preocupaci¨®n verdadera.

La lista se ampl¨ªa con Jos¨¦ Manuel Lara, fundador de Planeta y padre el actual presidente del grupo; y Guillermo Luca de Tena, presidente de honor de Vocento y que fue presidente y director de ABC, que se sumaron a la lista de nobles de la prensa en la que ya estaba el conde de God¨®. El ¨²ltimo empresario que recibi¨® un marquesado fue David ?lvarez, presidente del grupo Eulen.