El Rey tom¨® la decisi¨®n en enero y encarg¨® un informe del proceso
Don Juan Carlos se emocion¨® al leer su discurso y tuvo que interrumpir varias veces la grabaci¨®n
El Rey que pidi¨® perd¨®n, que asumi¨® que su inoportuna cacer¨ªa en Botsuana, con el pa¨ªs al borde del rescate, exig¨ªa un gesto ins¨®lito como el de pedir disculpas ante una c¨¢mara, ha asumido ahora tambi¨¦n que, pese a lo que repiti¨® toda la vida ¡ª¡°los reyes se mueren, no abdican¡±¡ª, era necesario dejar la primera l¨ªnea a una nueva generaci¨®n. Ceder el trono al Pr¨ªncipe, el mejor valorado de la familia real en las encuestas . Responder al ¡°impulso de renovaci¨®n, de superaci¨®n, de corregir errores¡± que demanda la sociedad m¨¢s exigente desde el inicio de crisis y que ha obligado a todas las instituciones, tambi¨¦n a la Corona, a ¡°hacer autocr¨ªtica¡± y admitir ¡°limitaciones¡±, como record¨® ayer en su mensaje de despedida.
Don Juan Carlos tom¨® la decisi¨®n el d¨ªa de su 76? cumplea?os, el pasado 5 de enero, v¨ªspera de uno de sus d¨ªas m¨¢s amargos, cuando, en la Pascua Militar mostr¨® a un Monarca cansado y nervioso con grandes dificultades para leer un discurso de apenas tres folios. No era la imagen que quer¨ªa dejar y a partir de ese momento recuper¨® los viajes al extranjero y aument¨® su actividad institucional para que el d¨ªa que comunicase su decisi¨®n nadie pensara que se iba obligado, forzado por nada ni por nadie, sino porque as¨ª lo hab¨ªa decidido.
Lo habl¨®, en primer lugar, con el Pr¨ªncipe y la Reina, y despu¨¦s, con el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno y sus dos predecesores. Les encarg¨® un informe pol¨ªtico, jur¨ªdico y pr¨¢ctico sobre su abdicaci¨®n y cuando lo tuvo, habl¨® con el Gobierno.
A Rajoy le comunic¨® su decisi¨®n el pasado 31 de marzo, el d¨ªa que despidi¨® a un amigo, Adolfo Su¨¢rez, y con ¨¦l, una ¨¦poca en la que el pa¨ªs se declaraba juancarlista y las encuestas le sonre¨ªan. Ayer quiso reivindicar ese legado, el de la Transici¨®n y ¡°la ilusionante tarea nacional que permiti¨® a los ciudadanos elegir a sus leg¨ªtimos representantes¡± y convertir Espa?a ¡°en una democracia moderna, integrada en Europa¡±.
A Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, con el que siempre ha mantenido el contacto, se lo dijo tres d¨ªas despu¨¦s que a Rajoy. Y a partir de ah¨ª empez¨® a trabajar en la abdicaci¨®n un reducido grupo de La Zarzuela y del Gobierno (la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa). Todo desde aquel 5 de enero estaba dirigido a ese momento, tambi¨¦n la reci¨¦n estrenada cuenta de Twitter, que ya lanzaba el mensaje de un nuevo tiempo.
"Estaba convencido, decidido. Me dijo que era lo mejor para la Corona y para Espa?a. No ten¨ªa dudas¡±, asegura a EL PA?S una de las pocas personas a las que el Rey confi¨® su decisi¨®n.
Estaba determinado, pero no fue f¨¢cil. Ayer, a las 11 de la ma?ana, cuando los espa?oles sab¨ªan desde hac¨ªa media hora que hab¨ªa abdicado y se sent¨® ante una c¨¢mara para explicarles por qu¨¦, a don Juan Carlos le pudo la emoci¨®n, seg¨²n fuentes de La Zarzuela. Hubo que interrumpir la grabaci¨®n en varias ocasiones porque al Rey se le quebraba la voz al leer uno de los pocos discursos de los muchos que ha pronunciado en su vida que no le hab¨ªan escrito desde el Gobierno. Su discurso m¨¢s personal, el de su despedida: ¡°Guardar¨¦ siempre a Espa?a en lo m¨¢s hondo de mi coraz¨®n¡±. El Pr¨ªncipe, reci¨¦n llegado de El Salvador, estaba con ¨¦l en el despacho, que pronto har¨¢ suyo. Felipe VI, no obstante, seguir¨¢ viviendo en su casa actual y don Juan Carlos, en el palacio de la Zarzuela.
Don Juan Carlos quiere ser recordado como ¡°el Rey de todos los espa?oles¡±, tal como le hab¨ªa se?alado, hace 39 a?os, su padre. Antes de grabar el v¨ªdeo habl¨® con los presidentes del Congreso y del Senado y despu¨¦s, con los de Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Andaluc¨ªa, as¨ª como con los presidentes del Supremo y del Constitucional y los l¨ªderes de UGT, CCOO y CEOE. Tambi¨¦n llam¨® a Cayo Lara, que ayer pidi¨® un refer¨¦ndum sobre la permanencia de la Monarqu¨ªa.
Con el Pr¨ªncipe, el Rey llam¨® a todas las casas reales europeas. Por la tarde le telefone¨® el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, y recibi¨® en La Zarzuela al presidente de la C¨¢mara de Comercio de EE UU. ¡°Nunca os hab¨ªais interesado tanto como hoy, ?eh?¡±, dijo al enjambre de periodistas, mucho m¨¢s poblado de lo habitual.
¡ª?Est¨¢ triste?
¡ª?Vosotros c¨®mo me encontr¨¢is? En esto hay que responder a la gallega.
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