La oposici¨®n del PSOE andaluz pes¨® m¨¢s que el apoyo de los barones
D¨ªaz acumulaba cartas, llamadas telef¨®nicas y conversaciones con la petici¨®n de que no se fuera
La presidenta de Andaluc¨ªa, Susana D¨ªaz, acumulaba cartas, llamadas telef¨®nicas y, sobre todo, conversaciones en la calle, con la petici¨®n de que no accediera a liderar el PSOE, sino que dedicara todas sus energ¨ªas a Andaluc¨ªa. Esta ha sido la raz¨®n por la que no aspirar¨¢ a la secretar¨ªa general del partido a pesar de que la mayor¨ªa de los barones territoriales se lo han pedido, as¨ª como relevantes personalidades del mundo econ¨®mico y social. Esta decisi¨®n no indica que se desentienda del PSOE federal, sino que con la fortaleza de Andaluc¨ªa quiere ayudar a su partido y a la estabilidad de Espa?a, seg¨²n fuentes de su entorno.
Algunos de los barones que m¨¢s empujaban a D¨ªaz supon¨ªan que si no se presentaba Eduardo Madina, la presidenta andaluza tendr¨ªa m¨¢s argumentos para dar el paso, pero con independencia de lo que pueda hacer el diputado vasco, ella no ha considerado oportuno hacerlo.
La operaci¨®n pasaba por que no hubiera competici¨®n. La presidenta de la comunidad andaluza, Susana D¨ªaz, ha escuchado, no durante semanas, sino ya meses, la petici¨®n de que liderara el PSOE. Con muchas dudas lleg¨® a estar de acuerdo despu¨¦s del 25 de mayo, cuando Alfredo P¨¦rez Rubalcaba anunci¨® su retirada y las presiones sobre D¨ªaz arreciaron. Todo pasaba por que el candidato en principio m¨¢s apoyado, Eduardo Madina, no presentara su candidatura.
En la ¨²ltima semana los mensajes al diputado vasco tambi¨¦n arreciaron. Los personajes m¨¢s relevantes del PSOE, incluidos el expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, trataron de convencerle de la conveniencia, por el partido y por la estabilidad de Espa?a, de que Susana D¨ªaz deb¨ªa liderar el PSOE. Quienes conocen la naturaleza de las ¡°presiones¡± aseguran que las formas y el fondo fueron elogiosos y beneficiosos para Madina. Su retirada de la carrera del liderazgo llevaba consigo estar en primera l¨ªnea junto a Susana D¨ªaz. De entrada, como cabeza visible del grupo parlamentario socialista ya que ella no est¨¢ en el Congreso de los Diputados.
Los d¨ªas pasaban, Susana D¨ªaz y su entorno cada vez albergaban m¨¢s dudas ante el escaso ¨¦xito de las presiones o recomendaciones a Madina. Todo estaba preparado para que D¨ªaz se hiciera con el liderazgo. Los secretarios generales de federaciones salieron uno tras otro con la petici¨®n a la presidenta andaluza de que asumiera el reto; tan solo el extreme?o Guillermo Fern¨¢ndez Vara y el asturiano Javier Fern¨¢ndez no se unieron a este coro.
Toda la operaci¨®n dise?ada sobre el papel, de la que Susana D¨ªaz ha sido invitada a participar pero no protagonista, se ha venido al traste porque el joven Madina no ha escuchado los cantos de sirena de la relevancia de ser un n¨²mero 2. No ten¨ªa nada que perder, si perd¨ªa, en tanto que la presidenta andaluza se somet¨ªa a una operaci¨®n de alt¨ªsimo riesgo.
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