Los aprendizajes de Madrid; m¨¢s de un a?o del paso de la dana gestionada por Ayuso
El paso de las lluvias por Madrid y Toledo dej¨® lecciones aprendidas y otras que se las llev¨® el agua
Hay una mujer en un peque?o pueblo de Madrid, a 385 kil¨®metros de Valencia, que llora cada vez que pone la televisi¨®n. Llora cuando ve a gente amontonando muebles, cuando ve a los vecinos barriendo calles o a los voluntarios con botas de goma llenas de barro. Una mujer que odia el marr¨®n porque lo perdi¨® todo en la riada y un a?o despu¨¦s sigue apareciendo lodo seco en las fotos de su hijo, en el neceser o en el pijama. En la pared del sal¨®n, a la altura de la l¨¢mpara, sigue pintada la raya color chocolate que dej¨® el agua. Llora cuando oye llover porque, seg¨²n la Cruz Roja, sufre estr¨¦s postraum¨¢tico.
M¨¢s de un a?o despu¨¦s, la Comunidad de Madrid es un buen tubo de ensayo en el que analizar lo sucedido en Valencia a pesar de las enormes diferencias: de los 500 litros por metro cuadrado, 221 muertos y la total destrucci¨®n de infraestructuras y viviendas de Valencia a los 150 litros, cinco fallecidos y tres puentes derribados de Aldea del Fresno, Villamanta, El ?lamo o Villanueva de Perales. Pero hace un a?o fue la primera vez que en Espa?a se envi¨® una alerta a todos los m¨®viles y la primera vez que la Aemet marcaba el paso a la actuaci¨®n pol¨ªtica.
Catorce meses despu¨¦s, en un recorrido por casi una decena de pueblos del oeste de la Comunidad de Madrid, hay una idea que se repite: la alerta en el m¨®vil salva vidas. Lo dicen una y otra vez, y de forma indistinta, un alcalde, un vecino o una v¨ªctima. Pero en la pel¨ªcula de aquella dana hay un antes, un durante y un despu¨¦s, cuya gesti¨®n est¨¢ en las ant¨ªpodas de Valencia, pero en la que se repiten algunas escenas.
La dana golpe¨® el domingo 3 de septiembre, pero desde el d¨ªa anterior la Aemet advert¨ªa de potentes lluvias en el centro del pa¨ªs. As¨ª que cuando lleg¨® el d¨ªa, los servicios de emergencia estaban preparados, los bomberos y los helic¨®pteros listos, la UME prevenida, los alcaldes advertidos y hasta los medios de comunicaci¨®n ten¨ªan gente desplazada a los puntos m¨¢s complicados.
Ese domingo, desde las 9 de la ma?ana, el centro de emergencias del Ayuntamiento de Madrid comenz¨® a monitorear la situaci¨®n y dos horas despu¨¦s, a las 11, lleg¨® el alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida. ¡°?Puede haber muertos?¡±. ¡°S¨ª, pues adelante¡±, record¨® Almeida este mi¨¦rcoles en El Hormiguero cuando se atribuy¨® el ¨¦xito de haber salido ante los medios de comunicaci¨®n para pedir que la gente se quedara en casa despu¨¦s de una conversaci¨®n telef¨®nica con los responsables de la Aemet.
A partir de ah¨ª, las vivencias de Valencia y Madrid se parecen: coches navegando a la deriva, cauces que nunca hab¨ªan tenido agua desbordados, gritos angustiosos, rescates heroicos de la Guardia Civil, garajes y viviendas llenas de barro. Historias como la de Carmen Lozano en Villamanta, pero que podr¨ªa ser en Paiporta, que lo perdi¨® todo y salv¨® su vida de milagro cuando se subi¨® a la cama con sus perros hasta que con la cabeza toc¨® el techo y los voluntarios llegaron a salvarla.
Los d¨ªas post dana, tambi¨¦n dejan en muy mal lugar a Carlos Maz¨®n. El lunes a primera hora, la presidenta de la Comunidad, Isabel D¨ªaz Ayuso, recorri¨® los municipios m¨¢s golpeados. A las 6 de la tarde el Ej¨¦rcito ya ten¨ªa el encargo del Ministerio de Defensa para la instalaci¨®n de un puente provisional y una hora despu¨¦s, un grupo de oficiales recorri¨® la zona. A esa hora ya hab¨ªa maquinaria pesada trabajando en la zona. Ese mismo d¨ªa decenas de personas buscaban los cuerpos de los desaparecidos y la ¨²nica voz discordante fueron las de Almeida y el presidente de Andaluc¨ªa, Juanma Moreno, pidiendo a la Aemet ¡°afinar¡± sus previsiones meteorol¨®gicas cuando a 30 kil¨®metros de ah¨ª era zona de guerra y se segu¨ªa buscando cad¨¢veres. A ambos les respondi¨® el ministro Fernando Grande-Marlaska, cuando dijo que sobre las alertas: ¡°Frivolidades 0¡å. Hablando del desastre, aquel d¨ªa Marlaska presumi¨® que el sistema de Protecci¨®n Civil espa?ol ¡°es uno de los m¨¢s potentes del mundo¡± y una de sus caracter¨ªsticas principales es ¡°la cooperaci¨®n y coordinaci¨®n entre las instituciones¡±. Al d¨ªa siguiente, el martes, el delegado del gobierno en Madrid, Francisco Mart¨ªn Aguirre, tambi¨¦n lleg¨® a la zona y prometi¨® 23 millones de euros y Emiliano Garc¨ªa Page, presidente de Castilla-La Mancha compareci¨® en la Asamblea manchega para explicar lo sucedido. Al final del d¨ªa hab¨ªan sido recuperados los cuerpos de los cinco fallecidos.
En aquellos d¨ªas, entre quienes pasaron muchas horas en el agua, tambi¨¦n se oyeron frases que volvieron a escucharse en Valencia. ¡°El agua bajaba arrastrando todo: ¨¢rboles, maleza, animales, coches¡ Todo fue taponando los orificios de los puentes y el agua pasaba a presi¨®n como una gaseosa hasta que finalmente los derrib¨®¡±, contaban los afectados a¨²n con el miedo en el cuerpo. Un a?o despu¨¦s, el post del post, deja un exitoso balance de Ayuso en la reconstrucci¨®n. La Comunidad de Madrid ha invertido 60 millones de euros, destin¨® una brigada de 100 personas sobre el terreno y los puentes, carreteras y polideportivos que se prometieron para dentro de 14 meses fueron entregados a los nueve meses.
Sin embargo, un sabor amargo se respira en la ribera del Alberche o Arroyo Grande. En la misma calle de Villamanta, donde Ayuso inaugur¨® un campo de futbol con uno de los mejores c¨¦sped de Espa?a y unas gradas que son la envidia de la zona, Concha, la mujer que llora cada vez que pone la televisi¨®n, vive de prestado. Desde que lo perdi¨® todo, su vida ha sido un calvario administrativo. ¡°Las aseguradoras intentan racanear el pago, no hay ayudas individuales y siguen llegando las facturas de la luz, del IBI, del coche, la hipoteca... que se preparen los valencianos para pasar horas y horas haciendo tr¨¢mites¡±, dice quien desde entonces no tiene m¨¢s que deudas.
Un a?o despu¨¦s contin¨²an las cr¨ªticas al estado de los cauces. Seg¨²n Jos¨¦ Miguel Lloret, alcalde de Villanueva de Perales, un municipio de 1.600 habitantes que sufri¨® da?os en el colegio, el centro cultural, la Casa de la juventud y el polideportivo, todo est¨¢ ya reparado, pero los cauces siguen estando sucios y la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo pone muchas pegas para limpiarlo. Seg¨²n el alcalde, toda la lluvia que cay¨® aquel d¨ªa lleg¨® por el canal del r¨ªo hasta una rejilla en un puente de tres metros de ancho por dos de largo que se tapon¨®, lanzando con fuerza el agua que arras¨® con todo. ¡°Hemos enviado m¨¢s de una decena de solicitudes a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo que han sido denegadas¡±, dice el alcalde.
Luis Villanueva, un vecino de Aldea del Fresno, paseaba este viernes por el cauce del Perales, ya m¨¢s limpio y despejado que hace un a?o cuando era el epicentro de una zona devastada. Cuando da su opini¨®n sobre lo sucedido no se le ocurre otra cosa que sugerir una canci¨®n de Rub¨¦n Blades: ¡°Prohibido olvidar¡±. En este post agridulce, los vecinos juegan tambi¨¦n un papel importante. Unos saben ahora que viven en zonas inundables, otros han reconstruido casas y paredes y otros, aprovechando el despiste, han agrandado su vieja finca levantando sus nuevos muros m¨¢s cerca a¨²n del cauce. Otros, como Concha, no dejan de llorar cada vez que se habla de Valencia en televisi¨®n.
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