Indisciplina de partido

El art¨ªculo 79 de la Constituci¨®n espa?ola recoge que el voto de senadores y diputados es "personal e indelegable". El art¨ªculo 67 refuerza esta idea al decir que los miembros de las Cortes Generales "no est¨¢n ligados por mandato imperativo".

Con estos dos enunciados podr¨ªa parecer que los diputados tienen libertad para votar movidos por sus convicciones personales y no por lo que marcan sus filas. Pero los propios partidos han elaborado normas en sus estatutos internos que aunque no obligan a seguir con lo que dicta el partido, s¨ª advierten de las posibles consecuencias de no hacerlo: asumir una sanci¨®n econ¨®mica.

En el debate de la ley de abdicaci¨®n de Juan Carlos I de este mi¨¦rcoles tres diputados socialistas han roto la disciplina de partido y ser¨¢n sancionados previsiblemente con 400 euros. El diputado menorqu¨ªn del PSOE Guillem Garc¨ªa Gasulla se ha ausentado de la votaci¨®n, despu¨¦s de haber pedido p¨²blicamente que se respetase su libertad de voto, y la diputada del PSOE por La Coru?a Paloma Rodr¨ªguez V¨¢zquez ha seguido su ejemplo. En declaraciones a la agencia Europa Press ha admitido que le resultaba "muy dif¨ªcil" compaginar el esp¨ªritu "profundamente republicano" de su agrupaci¨®n del PSOE gallego, que no estaba de acuerdo con el respaldo al proyecto del Ejecutivo, con la disciplina del grupo parlamentario al que pertenece. El exalcalde de San Sebasti¨¢n, Od¨®n Elorza, por su parte, se ha abstenido. Los que siguen son casos que se han dado en el pasado.

Carme Chac¨®n, el PSC y el derecho a decidir

Los socialistas sancionaron en febrero de 2013 a los 14 miembros del PSC, 13 por votar a favor derecho a decidir en contra del mandato del partido y a la diputada Carme Chac¨®n por abstenerse en la votaci¨®n del derecho a decidir de Catalu?a. El PSOE vot¨® en contra. El partido decidi¨® sancionar a la exministra de Defensa y a los otros diputados del PSC. Chac¨®n tuvo que pagar 600 euros por su conducta que, adem¨¢s, aviv¨® las tensiones entre ambos partidos.

Celia Villalobos, la reincidente

La vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, conoce bien las consecuencias de romper con la disciplina de partido. En febrero de este a?o ella y otros dos diputados del PP votaron a favor de la retirada de la reforma del aborto promovida por la Izquierda Plural. Villalobos hab¨ªa mostrado d¨ªas antes su desacuerdo con este anteproyecto y lleg¨® a decir: "Ojal¨¢ no llegue al Congreso". Pero la reforma sigui¨® adelante y la pol¨ªtica opt¨® por ser fiel a sus palabras y votar en contra. Ya le hab¨ªan sancionado hasta otras cuatro veces en su trayectoria por iniciativas relacionadas con el aborto y por decir s¨ª a la ley del matrimonio homosexual en 2005.

Antonio Guti¨¦rrez ante la reforma laboral

Antonio Guti¨¦rrez, ex secretario de Comisiones Obreras, fue sancionado en 2011 al abstenerse en la votaci¨®n de un decreto de la reforma laboral. Guti¨¦rrez lleg¨® a decir no a propuestas del PSOE hasta en cinco ocasiones, y asumi¨® dos sanciones econ¨®micas. Minutos antes de que se produjera aquella votaci¨®n declar¨®: "Una discrepancia en un momento cr¨ªtico no es un plato de gusto para nadie". El PSOE le impuso su sanci¨®n m¨¢xima: 600 euros.