El pol¨ªtico que ha crecido
Madina se debate entre su capacidad pol¨ªtica y su falta de experiencia de gesti¨®n
Ha dudado en dar el paso, ha dudado mucho, pero lo ha dado. Eduardo Madina, (Bilbao, 1976), socialista, hijo de socialistas, nieto de minero, aspira a ser el secretario general del PSOE, y ha buscado para anunciarlo una referencia que supone toda una declaraci¨®n de intenciones. Lo hizo este viernes junto a un busto de Ram¨®n Rubial, presidente del PSOE durante muchos a?os, fallecido en 1999 y casi un personaje m¨ªtico en las filas socialistas. Rubial sorprend¨ªa y admiraba a los suyos por su talante dialogante tras haber pasado 13 a?os en las c¨¢rceles de Franco. Rubial no odiaba, Madina no odia. Hace un a?o le empujaban para que diera el paso, pero se consideraba peque?o para algo tan grande, como liderar el PSOE. Ahora s¨ª se ve id¨®neo.
Si le quieren reprochar que en su vida no ha hecho otra cosa que estudiar y vivir del PSOE s¨ª, en efecto, es cierto, aunque durante seis a?os ha sido docente en la Universidad Carlos III de Madrid. Se afili¨® a las juventudes Socialistas con 16 a?os y sigui¨® con sus estudios hasta licenciarse en Historia Contempor¨¢nea en la Universidad de Deusto, realizar un master de Integraci¨®n Europea, especializarse en Relaciones Internacionales. Cursos en el extranjero, becas en Estados Unidos y un tiempo de docencia en la Universidad Carlos III de Madrid. El halo de liderazgo se lo apreciaron en el Foro Econ¨®mico Mundial al ser elegido en 2012 uno de los 192 j¨®venes m¨¢s destacados del orbe. Este mel¨®mano empedernido y escrutador de todas las novedades literarias, casado y padre de un ni?o de corta edad, estaba destinado a hacer pol¨ªtica a pesar de sus ¨¦xitos y habilidad para el voleibol desde su 1,90 de estatura. ETA frustr¨® la v¨ªa del deporte al da?arle de manera irreversible en 2002, pero hab¨ªa otros caminos para Madina.
El atentado no es un tema tab¨² para el secretario general del Grupo Socialista, cargo que ostent¨® casi cuatro a?os en la etapa de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y ahora lleva en el mismo otros dos a?os y medio por decisi¨®n de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Tampoco lo utiliza, sino que "lo ha integrado en su vida".
Se explay¨® forzosamente en 2006 cuando compareci¨® en el juicio que juzgaba a los dos etarras que quisieron matarle. "En mi casa se hizo de noche y una sombra de pena y de tristeza envolvi¨® a mi familia". Esta descripci¨®n del hijo ¨²nico conmovi¨® hasta las l¨¢grimas a quienes estaban en la sala. Su madre entr¨® en depresi¨®n y muri¨® de un infarto a los ocho meses. Pero ya est¨¢, puerta cerrada.
?Fr¨¢gil, d¨¦bil? De esto se le tilda en los sectores del PSOE que no le ven como el l¨ªder adecuado para un partido que vive una situaci¨®n electoral dram¨¢tica y por ella un clima de des¨¢nimo y brazos ca¨ªdos. Por el contrario, sus m¨¢ximos defensores y, sobre todo, quienes han trabajado con ¨¦l en los ¨²ltimos a?os, ponen el grito en el cielo ante esa descripci¨®n. "Hay que ser muy fuerte para reconstruirse como ¨¦l hizo, para no ser un amargado, para no tener rencor y amar la vida", se?ala una de las personas que le ha seguido muy cerca en el ¨²ltimo quinquenio.
?Radical, extremista?. No, rotundamente no. Esta negaci¨®n es generalizada. "Es puro PSOE pero con 38 a?os, muy de su tiempo, muy moderno y muy cultivado". Se pone como ejemplo de su capacidad pol¨ªtica la tarea que desempe?¨® en los a?os dif¨ªciles de Zapatero. Sin mayor¨ªa, la aprobaci¨®n de cada ley o cada iniciativa parlamentaria requer¨ªa semana a semana ejercicios de funambulismo del portavoz parlamentario de entonces, Jos¨¦ Antonio Alonso, y su secretario general, Eduardo Madina. "No solo negociaba bien con Izquierda Plural, CiU y PNV sino tambi¨¦n con el PP", rememoran portavoces de entonces. Esta tarea de pura cintura pol¨ªtica se exhibe frente al reproche de que "no tiene gesti¨®n", que, en efecto, as¨ª es.
?l est¨¢ con el pacto constitucional aunque con los cambios que haga falta
Son m¨¢s los elogios y virtudes que las carencias que se le atribuyen?¡ªsobre todo la falta de gesti¨®n y de responsabilidades de mayor envergadura¡ª como su buen ojo para hacer equipos y para rodearse de personas de gran solvencia. Poco a poco saldr¨¢ a la luz la identidad de las personas que llevan meses asesor¨¢ndole en las m¨¢s diversas materias. Porque eso s¨ª, defensor de partido, partido, pero con un proyecto renovado y remozado por los cuatro costados. Esto es lo que quiere hacer, aseguran quienes est¨¢n muy cerca de ¨¦l. "Quiero introducir un shock de modernidad en el PSOE", dijo en su presentaci¨®n. Republicano, s¨ª, como todo su partido, pero ni un paso m¨¢s sobre si ahora hay que plantearse Monarqu¨ªa o Rep¨²blica. ?l est¨¢ con el pacto constitucional aunque con los cambios que haga falta.
Cuando contin¨²e su marcha por las agrupaciones para pedir avales y votos no pedir¨¢ la nacionalizaci¨®n de la banca y de los medios de producci¨®n, ironizan en su entorno. Mucho aut¨®nomo, mucha econom¨ªa productiva e investigaci¨®n e innovaci¨®n, aunque sin olvidar la renta b¨¢sica de ciudadan¨ªa, la alarma ante la desigualdad social y el retroceso de los derechos civiles. "Socialista, en suma", le definen los m¨¢s partidarios.
"Tiene que sonre¨ªr m¨¢s, dar la mano y responder a las muestras de afecto", le han recomendado. Al parecer "no le sale", confiesan quienes le hacen esta recomendaci¨®n. La imagen de frialdad se deshace en la cercan¨ªa, cuando se le conoce pero quienes le quieren bien van a insistirle en que sea m¨¢s afectivo y busque la empat¨ªa con conocidos y desconocidos.
Con el paso que ha dado la tendencia que se le atribuye a contemporizar o incluso a no decantarse o no mojarse, tiene los d¨ªas contados. Ahora tendr¨¢ que decidir y saber decir que no.
?Es de fiar?. Totalmente. Esta es una cualidad generalizada y se pone el t¨®pico de si se le comprar¨ªa un coche de segunda mano. "De inmediato te dir¨ªa que el embrague va mal", siguen con el ejemplo. Es de fiar y, no odia. En esto hay coincidencia entre quienes le van a votar y qui¨¦nes no.
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