Un verdugo recibe y entrena en Siria a los yihadistas espa?oles
Identificado en un v¨ªdeo de una matanza a siete islamistas
Cuando mata a sangre fr¨ªa y ejecuta a sus v¨ªctimas en plazas p¨²blicas frente a decenas de familias¡ª hombres, mujeres y ni?os que alientan la matanza¡ª cubre su rostro con un pasamonta?as negro y cuelga un subfusil. El terrorista del grupo Estado Isl¨¢mico de Irak y Levante (ISIL) que recibe y entrena a los yihadistas espa?oles enviados desde Melilla y Ceuta a Siria para combatir al Ej¨¦rcito de Bachar el Asad ha sido identificado por la Polic¨ªa. Las im¨¢genes de un v¨ªdeo demuestran la extrema violencia y brutalidad de este personaje de barba y pelo rizado y la de sus ¡°hermanos¡± islamistas.
Es alto y delgado como un esp¨¢rrago, viste uniforme militar y exhibe sus tobillos en se?al de pureza, uno de los signos de los salafistas. Conduce una furgoneta Nissan Serena de color blanco y negro con el nombre del ISIL, el grupo yihadista que controla varias ciudades de Siria e Irak. Va a cara descubierta por las carreteras de Al Atarib donde se encuentra el campamento del ISIL, ciudad de unos 35.000 habitantes a unos 30 kil¨®metros de Alepo, a una hora en coche de la frontera con Turqu¨ªa, una zona monta?osa rodeada de olivos y cultivos de trigo y algod¨®n.
Cuando ¨¦l o sus compa?eros del ISIL ejecutan en p¨²blico a sus v¨ªctimas ¡ªprisioneros del Ej¨¦rcito de el Asad o miembros de otras facciones de Al Qaeda con las que est¨¢n enfrentados¡ª el entrenador de los yihadistas espa?oles cubre su rostro con un pasamonta?as. Se oculta porque decenas de personas graban con sus m¨®viles la matanza y el c¨¢mara del grupo, un tipo alto, gordo y barbudo vestido con una t¨²nica, recoge todos los proleg¨®menos y detalles de la carnicer¨ªa. Pero este tunecino, cuya orden de b¨²squeda y captura est¨¢ tramitando un juzgado de la Audiencia Nacional, es f¨¢cil de identificar. Bajo su pasamonta?as de lana negro asoma un aparatoso collar¨ªn blanco que le delata y en el que se han fijado los analistas de la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior de la polic¨ªa espa?ola.
Un collar¨ªn delata a uno de los hombres m¨¢s buscados por la polic¨ªa
Un v¨ªdeo (ver la web de EL PA?S) grabado hace un a?o en una plaza p¨²blica de Al Atarib y capturado por los investigadores en p¨¢ginas web de exaltaci¨®n yihadista pone al descubierto al hombre que recibe y entrena a los j¨®venes captados por las c¨¦lulas islamistas desarticuladas recientemente por la polic¨ªa en Melilla. Y exhibe con crudeza la crueldad de este grupo enfrentado a Al Qaeda y desautorizado por su dirigente el egipcio Ayman Al Zawahiri, el hombre que sustituy¨® a Osama Bin Laden.
La pel¨ªcula dura 12 minutos interminables para las siete v¨ªctimas ¡ªtambi¨¦n para el espectador¡ª a las que el tunecino coloca de rodillas frente a decenas de personas que corean a Al¨¢. Uno de los que van a morir reza, los otros miran hacia el suelo. El yihadista del collar¨ªn ordena el lugar exacto donde van a morir, los levanta del suelo y coloca a su capricho hasta en tres sitios diferentes. Una decena de miembros del ISIL tapados con capuchas y pasamonta?as y armados con Kalashnikov y subfusiles contiene a la muchedumbre que pretenden acercarse a las v¨ªctimas para verlas y grabarlas m¨¢s cerca. El hombre del collar¨ªn los contiene y empuja hacia atr¨¢s.
Durante las ejecuciones oculta su rostro bajo un pasamonta?as
La pantomima de juicio se escenifica con un im¨¢n, que tambi¨¦n oculta su rostro, quien lee los supuestos cargos contra los detenidos. Estos escuchan en silencio e intuyen que est¨¢n a punto de morir. Cuando el im¨¢n concluye su fetua uno de los yihadistas dispara su pistola a la cabeza de las v¨ªctimas. Un tiro a la nuca de cada uno. Ninguno hace amago de huir, todos bajan la cabeza y esperan resignados su turno. El ¨²ltimo tarda en caer y recibe dos disparos. Varios son rematados en el suelo y la plaza p¨²blica de Al Atarib se riega de sangre mientras una multitud grita enloquecida.
?Conoce usted a este hombre?, le pregunt¨® el fiscal Marcelo de Azc¨¢rraga al reclutador de yihadistas Mustaf¨¢ Maya, de 51 a?os, detenido el pasado mes de marzo en Melilla. ¡°S¨ª, es un hombre bueno que ama el islam y ayuda a las personas de los dos bandos en Siria¡±, respondi¨® el detenido. La fotograf¨ªa que mostr¨® Azc¨¢rraga era ¨²nicamente el rostro del tunecino, sin collar¨ªn, uniforme ni subfusil. La polic¨ªa intervino en la casa de Maya, en el deprimido barrio melillense de La Ca?ada, una captura de Skype en la que este ¨²ltimo habla con el matarife del ISIL.
Desde su silla de ruedas, frente a un ordenador y con una cuenta a nombre de Abu Yihad el salafista Maya envi¨® al tunecino decenas de voluntarios captados por Internet en nueve pa¨ªses. El hombre del collar¨ªn los recib¨ªa en un campo de entrenamiento de Alepo y ense?aba durante 40 d¨ªas y noches a matar con la misma frialdad con la que ¨¦l y su gente asesinaron a las siete v¨ªctimas arrodilladas en una plaza de Al Atarib.
investigacion@elpais.es
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