Un puzle para Torres-Dulce y Marchena

Manuel Marchena, magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo

Eduardo Torres-Dulce, Fiscal General del Estado

La dimisi¨®n de Enrique L¨®pez (Cacabelos, Le¨®n, 1963) a su plaza en el Tribunal Constitucional el pasado 2 de junio, tras ser sorprendido el d¨ªa anterior ebrio y sin casco a los mandos de una motocicleta, deja en manos del Gobierno el nombramiento para ocupar la vacante. Una vacante cuyo mandato tiene una duraci¨®n de nueve a?os, de los cuales solo se ha cumplido uno. Quedan, pues, ocho a?os, hasta 2022.

 Dado que se trata de un nombramiento gubernamental, aqu¨ª no se presenta el problema de consensuar con el PSOE y otros partidos pol¨ªticos.

 Sin embargo, el Gobierno sopesa detenidamente el nombre del sustituto.

 Aunque podr¨ªa echar mano de aquellos candidatos que ya se consideraron a la hora de nombrar a Enrique L¨®pez y a Pedro Gonz¨¢lez Trevijano S¨¢nchez, el 7 de junio de 2013, hace ya m¨¢s de un a?o, fuentes jur¨ªdicas y gubernamentales se?alan que se est¨¢ pensando en un movimiento m¨¢s estrat¨¦gico.

Eduardo Torres-Dulce, (Madrid, 1950), actual fiscal general del Estado, ha sido fiscal en el Tribunal Constitucional durante largos a?os, tras ser fiscal jefe de la secretar¨ªa t¨¦cnica de la Fiscal¨ªa General del Estado durante la etapa de Juan Ces¨¢reo Ortiz ?rculo. Su mandato de cuatro a?os de Fiscal General del Estado vence cuando termina, a finales de 2015, la actual legislatura. Y dado que es el primer fiscal general nombrado bajo la vigencia del actual Estatuto Org¨¢nico del Ministerio Fiscal, aprobado por el Gobierno Zapatero, y las Cortes, en 2007, no puede renovar en el cargo. Son cuatro a?os y punto.

Por esta raz¨®n, la plaza que deja vacante Enrique L¨®pez es una oportunidad. Fuentes consultadas indican que Torres-Dulce desear¨ªa volver al Tribunal Constitucional, esta vez como magistrado. Se tratar¨ªa, adem¨¢s, de un nombramiento sugerente porque ser¨ªa un hombre de la carrera fiscal el que entrar¨ªa al TC. Su pase al TC, por otra parte, le permitir¨ªa alargar notablemente su actividad. De acabar pr¨¢cticamente a finales de 2015, cuando concluye su mandato de Fiscal General, seguir¨ªa hasta 2022 en el TC.

Sin embargo, no es el unico apetito personal que la plaza vacante de Enrique L¨®pez desp¨¬erta. El otro es el de Manuel Marchena (Las Palmas de Gran Canaria, 1959). Fiscal de carrera, lleg¨® a Madrid a propuesta del fiscal General del Estado Eligio Hern¨¢ndez, y m¨¢s tarde, durante el mandato de Jes¨²s C¨¢rdenal, fue nombrado jefe de la secretar¨ªa t¨¦cnica. Luego pas¨® a la Fiscal¨ªa del Tribunal Supremo. Desde 2007 es magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. 

Precisamente, en marzo de 2012, fue nombrado por el Gobierno presidente de la comisi¨®n institucional para la elaboraci¨®n de una propuesta de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que se ha rebautizado como el nuevo C¨®digo Procesal Penal, una iniciativa que no parece ser en estos momentos una prioridad para el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallard¨®n.

Pero, ?qu¨¦ necesidades m¨¢s apremiantes tiene el Gobierno del Partido Popular en el ¨¢mbito judicial?

Su mayor¨ªa en el TC est¨¢ sellada. 

La presencia de Torres-Dulce en dicho tribunal reforzar¨ªa esa mayor¨ªa con un hombre procedente de la carrera fiscal con conocimiento de derecho penal, una materia que no brilla precisamente por su presencia en el TC.

Marchena, en ese caso, podr¨ªa sustituir a Torres-Dulce como Fiscal General del Estado.

Seg¨²n el Estatuto vigente, si bien el Fiscal General tiene un mandato de cuatro a?os, no renovable, existe una excepci¨®n: cuando el titular hubiera ostentado el cargo durante un periodo inferior a dos a?os s¨ª podr¨ªa ser renovado por cuatro a?os.

He aqu¨ª, pues, el rompecabezas que deja Enrique L¨®pez al salir del Tribunal Constitucional.

Ahora el ministro de Justicia y la vicepresenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, cuya debilidad, profesional, por Manuel Marchena no es secreto, tendr¨¢n que sentarse a la mesa para armar el puzle.

 Por tanto, si Torres-Dulce sustituye a Enrique L¨®pez en el TC ahora mismo y Marchena pasa a ser Fiscal General del Estado, ¨¦ste completar¨ªa el mandato del anterior, al que le queda un periodo inferior a dos a?os. Por tanto, Marchena podr¨ªa s¨ª ser, a su vencimiento, renovado por cuatro a?os.

Esta garant¨ªa - de permanecer en el puesto casi 5 a?os y medio- funcionar¨ªa siempre y cuando, claro, volviera a ganar el PP las elecciones generales de finales de 2015. Caso contrario, Marchena regresar¨ªa de la Fiscal¨ªa General a su puesto de magistrado en la Sala Segunda del TC.

Fuentes jur¨ªdicas se?alan que si Marchena se hace cargo de la Fiscal¨ªa General del Estado ello supondr¨ªa hacerlo con el programa de dar un impulso al nuevo C¨®digo Procesal Penal, vamos, la renovaci¨®n de la vetusta ley de Enjuiciamiento Criminal.