El mundo que le espera a Felipe VI

Felipe VI encara su reinado en un entorno global complejo, cambiante y multipolar. Son tiempos de cambio, de discontinuidad hist¨®rica. Hoy son necesarias nuevas interpretaciones de la realidad, nuevas formas de actuar e ideas para adaptar los marcos institucionales a nivel nacional, regional y global.

Cien a?os despu¨¦s del inicio de la Primera Guerra Mundial, el mundo vuelve a adoptar din¨¢micas entr¨®picas que recuerdan a los equilibrios de poder. Asia no ha cerrado las heridas de la Segunda Guerra Mundial, que se manifiestan en disputas territoriales y en el componente nacionalista de muchos de sus Gobiernos ¡ªJap¨®n, China, India o Corea del Sur¡ª. El eje de poder ¡ªecon¨®mico y pol¨ªtico¡ª se desplaza hacia el Pac¨ªfico; pero la crisis de Ucrania, la nueva pol¨ªtica exterior rusa o la inestabilidad cr¨®nica de Oriente Medio nos recuerdan que hay m¨¢s focos geopol¨ªticos de conflicto potencial. Como nota positiva, sin embargo, conviene destacar que hay motivos para el optimismo en las negociaciones con Ir¨¢n sobre su programa nuclear.

El mundo que espera al nuevo Rey estar¨¢ marcado por un cierto retroceso en el proceso de globalizaci¨®n y el ascenso de bloques regionales. Un buen ejemplo es el intercambio de bienes y servicios, con dos grandes Tratados de Libre Comercio en negociaci¨®n ¡ªentre la UE y EE UU, TTIP, y el del Pac¨ªfico, TPP¡ª. Desde un punto de vista geopol¨ªtico, el mundo camina hacia un escenario nuevo sin un l¨ªder claro. El reequilibrio global es un hecho, debido la consolidaci¨®n de las potencias emergentes y a la p¨¦rdida de peso de Occidente, marcada por la crisis de la eurozona y la pol¨ªtica exterior norteamericana ¡ªmucho menos dispuesta a intervenir fuera de sus fronteras¡ª. Todo ello implica el asentamiento de la multipolaridad como tendencia dominante a nivel internacional. El gran reto es hacer que la multipolaridad sea, adem¨¢s, multilateral, de manera que se aseguren mecanismos de di¨¢logo, cooperaci¨®n y entendimiento entre todos los actores.

Lo m¨¢s inmediato ser¨¢ la salida de la crisis, donde Europa todav¨ªa est¨¢ rezagada respecto al resto del mundo. La Uni¨®n Europea, sin embargo, recuperar¨¢ peso a nivel global y la Eurozona estar¨¢ m¨¢s integrada. El nuevo Rey ser¨¢ testigo del rumbo que tome el continente, sabiendo que si queremos asegurar nuestra prosperidad y nuestro modelo social tendremos que apostar decididamente por m¨¢s integraci¨®n.

La transici¨®n energ¨¦tica ser¨¢ otro de los grandes retos del mundo que espera a Felipe VI. Estados Unidos, embarcado en un proceso de reorientaci¨®n estrat¨¦gica de su pol¨ªtica exterior hacia el Pac¨ªfico, se aprovechar¨¢ de las ventajas de la revoluci¨®n de hidrocarburos no convencionales. Europa, en cambio, seguir¨¢ sufriendo una fuerte dependencia energ¨¦tica, que dificultar¨¢ el crecimiento si no se apuesta pronto por una pol¨ªtica energ¨¦tica com¨²n. China e India, que ya son los grandes importadores de energ¨ªa de Oriente Medio, quiz¨¢ se vean forzadas a repensar su pol¨ªtica exterior para asegurar su suministro.

Los recursos estar¨¢n sometidos a gran presi¨®n, y la lucha contra el cambio clim¨¢tico estar¨¢ en lo m¨¢s alto de las prioridades. En las pr¨®ximas d¨¦cadas 2.000 millones de personas se sumar¨¢n a las clases medias. Veremos el auge de megaciudades en lugares como ?frica, un continente fundamental para un pa¨ªs como el nuestro. Con un crecimiento econ¨®mico por encima del 4% y unos recursos naturales crecientes, ?frica subsahariana es uno de las regiones del futuro. El otro es sin duda Am¨¦rica Latina, uno de los grandes beneficiados del siglo XXI y uno de nuestros espacios m¨¢s cercanos. La regi¨®n progresa y crece econ¨®micamente. Pa¨ªses como M¨¦xico e iniciativas como la Alianza del Pac¨ªfico lo demuestran, sum¨¢ndose a los pasos ya dados con proyectos como Mercosur. Felipe VI ser¨¢ esa gran figura que represente a Espa?a fuera de nuestras fronteras, y para ello ha sabido prepararse. El nuevo Rey sabr¨¢ sacar lo mejor de nosotros mismos para no perder el comp¨¢s de los cambios mundiales; un mundo en cambio que, pese a todo, presenta grandes oportunidades para Espa?a.

Javier Solana fue alto representante de la Uni¨®n Europea para Asuntos Exteriores y Pol¨ªtica de Seguridad