Torres pide al juez que le exculpe porque la Casa Real estaba ¡°al tanto de todo¡±

El exsocio de I?aki Urdangarin, Diego Torres, ha pedido al juez que investiga el caso N¨®os que archive la causa contra ¨¦l y su esposa, Ana Mar¨ªa Tejeiro. En un recurso de 87 folios, la defensa de Torres alega que el profesor de Esade no cometi¨® ning¨²n delito ni pod¨ªa albergar dudas sobre el instituto N¨®os con el argumento de que la Casa del Rey estaba ¡°al tanto de todo¡±. El abogado recuerda que Tejeiro, a diferencia de la esposa de Urdangarin, la infanta Cristina, nunca form¨® parte de la junta de la entidad sin ¨¢nimo de lucro, con la que el duque de Palma y Torres consiguieron millones de euros de las administraciones balear y valenciana, ambas en manos del PP.

El abogado de Torres, Manuel Gonz¨¢lez Peeters, alega que los negocios de Torres no fueron il¨ªcitos ni ilegales. Y recuerda que fueron altos responsables de organismos p¨²blicos los que adjudicaron a N¨®os la celebraci¨®n de grandes eventos sobre deporte en Palma y Valencia. Aunque esos altos funcionarios, razona el escrito, hubieran cometido alg¨²n delito, ¡°no cabe atribuirles responsabilidad¡± a Torres y a su mujer, para quienes solicita el sobreseimiento libre y archivo de las actuaciones.

¡°El seguimiento¡± en las actividades de N¨®os y, ¡°por tanto, la falta de alerta alguna en la Casa de S.M. era lo ordinario¡±, seg¨²n el escrito, que responde en 18 puntos al auto de procesamiento dictado hace unos d¨ªas por el juez Jos¨¦ Castro. En ese auto, el magistrado decidi¨® mantener la imputaci¨®n de la infanta Cristina. Torres recuerda que Urdangarin reconoci¨® que, ¡°con periodicidad semanal, los servicios de seguridad del Estado hac¨ªan copias de todo el contenido de los ordenadores, entendiendo que ser¨ªa para algo, esto es, para control y validaci¨®n, que no para coleccionar elementos de archivo¡±.

Torres insiste en que, adem¨¢s de Urdangarin y do?a Cristina, en la junta de N¨®os estaba presente el asesor de las infantas, Carlos Garc¨ªa Revenga. ¡°Si se contaba con tan alto valido, ?c¨®mo iba a poder sospecharse ni remotamente, que algo de an¨®malo pudiera estar llev¨¢ndose a cabo?¡± ¡°?C¨®mo se puede pretender que a ojos de mis defendidos pudiera existir atisbo de duda alguna acerca de la bondad de cuanto se operaba?¡±, remacha Gonz¨¢lez Peeters.