El PSOE en 1998: ¡°Es el momento de plantear la elecci¨®n directa de alcalde¡±
Los socialistas ped¨ªan hace 16 a?os que gobernase la lista m¨¢s votada El alcalde m¨¢s votado recibir¨ªa una ¡°prima electoral¡± que le asegurar¨ªa el 55% del respaldo
La propuesta de Mariano Rajoy para que gobierne la lista m¨¢s votada en los Ayuntamientos no es nueva para los socialistas. La llev¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en su programa electoral en 2004 y tambi¨¦n la defendi¨® en el Congreso, sin ¨¦xito, el diputado socialista Alfonso Perales en 1998. Fue en diciembre de aquel a?o, poco despu¨¦s de que Joaqu¨ªn Almunia, relevo de Felipe Gonz¨¢lez, perdiese las primarias en favor de Josep Borrell.?
El bolet¨ªn oficial del Congreso de los Diputados de esa sexta legislatura de la democracia guarda toda la documentaci¨®n del expediente con la propuesta del partido de izquierda para modificar la Ley Electoral de 1985. Los socialistas defendieron entonces que en los municipios con poblaci¨®n superior a 250 residentes el alcalde fuese elegido de forma directa: ¡°El que obtenga la mitad m¨¢s uno de los votos v¨¢lidos emitidos ser¨¢ proclamado alcalde conforme al procedimiento establecido por la ley¡±. Nada llamativo hasta ah¨ª. Pero el segundo punto para cambiar el art¨ªculo 196.1 propon¨ªa que, si ning¨²n candidato obtuviera la mitad m¨¢s uno de los votos v¨¢lidos emitidos se celebrase una segunda votaci¨®n. ¡°S¨®lo podr¨¢n concurrir a la segunda vuelta los candidatos que hubieran obtenido al menos el 15% de votos v¨¢lidos¡±. Cerraban as¨ª la puerta a que los partidos minoritarios pudiesen aupar a su candidato mediante pactos.
Al estilo franc¨¦s, la reforma propuesta, que no lleg¨® a prosperar, defend¨ªa en su exposici¨®n de motivos que este mecanismo aseguraba mejor la gobernabilidad en los municipios espa?oles. ¡°Asentados los partidos pol¨ªticos y consolidadas las instituciones democr¨¢ticas, es el momento de plantear la elecci¨®n directa de alcalde por los ciudadanos¡±. Cre¨ªa la formaci¨®n liderada por Almunia que las razones que lo justificaban, de naturaleza pol¨ªtica, estaban fundadas en buscar una ¡°mejor gobernabilidad, una mayor identificaci¨®n del alcalde con los electores y, en fin, de un reforzamiento del Ayuntamiento como instituci¨®n destinada a proporcionar servicios a los ciudadanos¡±.
Algunos expertos consultados creen ahora que plantear una segunda vuelta conllevar¨ªa una revisi¨®n del art¨ªculo 140 de la Constituci¨®n, que establece que los alcaldes ser¨¢n elegidos "por los concejales o por los vecinos". Para el diputado que present¨® la moci¨®n en nombre de su grupo, el fallecido Alfonso Perales, este art¨ªculo legitimaba el cambio del sistema electoral acerc¨¢ndolo al de la Constituci¨®n de 1931, ¡°la primera referencia en nuestro derecho hist¨®rico a la elecci¨®n directa del alcalde¡±. ¡°Si se busca la mayor legitimidad del cargo elegido, esto es, que represente al mayor n¨²mero de electores, dado el car¨¢cter no bipartidista de nuestro sistema, es obligada la elecci¨®n a dos vueltas salvo que en la primera uno de los candidatos obtuviera mayor¨ªa absoluta¡±.
Esa segunda vuelta, que se celebrar¨ªa 14 d¨ªas despu¨¦s de la primera, deb¨ªa servir para ¡°reagrupar los votos que procuren un mayor apoyo electoral¡±. Solo podr¨ªan acceder ¡°los candidatos cualificados en funci¨®n de los resultados de la primera vuelta, pues si se permitiera el acceso de todos, con un sistema multipartidista como el que tenemos estar¨ªamos en la segunda vuelta ante una repetici¨®n de la primera¡±.
Las alianzas
Como en el sistema franc¨¦s, un cambio en este sentido obligar¨ªa a los partidos peque?os a buscar alianzas para colocar a los suyos en los Gobiernos municipales. Se impondr¨ªa el cierre de pactos electorales antes de concurrir en una candidatura. ¡°Entre los supuestos te¨®ricos que puedan darse se encuentran el que dos o m¨¢s partidos que presenten un mismo candidato a alcalde que, a su vez, pudiera estar avalado por una agrupaci¨®n de electores que concurra; o el de un candidato independiente que fuera apoyado por uno o varios partidos¡±. El juego electoral permitir¨ªa que se diesen esas situaciones porque la votaci¨®n del regidor se har¨ªa con papeletas y en urnas separadas a la de los concejales.
Para evitar el caso de que saliese elegido un alcalde de un partido o coalici¨®n y una lista de concejales de una formaci¨®n contraria, la proposici¨®n de los socialistas realizada en 1998 aclaraba que el regidor designado recibir¨ªa autom¨¢ticamente ¡°una prima electoral consistente en el otorgamiento de una mayor¨ªa en n¨²mero de concejales a los partidos o coaliciones que le apoyen, que se cifra en torno al 55% de aquellos¡±. Esa mayor¨ªa absoluta autom¨¢tica eliminar¨ªa el riesgo de que ¡°coexistiera un alcalde fortalecido en su legitimidad y una oposici¨®n poderosa y mayor en n¨²mero de concejales¡±. Dicho de otro modo, podr¨ªa convertir en absolutas las mayor¨ªas de voto relativas de los partidos en las municipales.
Esa mayor¨ªa absoluta otorgada de forma autom¨¢tica tendr¨ªa ciertos l¨ªmites, como una reforma de las competencias del pleno para que fuese un ¨®rgano de control pol¨ªtico. Eso se vincular¨ªa a cambios en la Ley de Bases de R¨¦gimen Local que la iniciativa parlamentaria no detallaba. El alcalde, de este modo, tendr¨ªa una posici¨®n aut¨®noma del pleno municipal para evitar que fuese cesado: ¡°No caben mociones de censura destructivas¡±, dec¨ªan los socialistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.