Reivindicaci¨®n de la clase media

Pedro S¨¢nchez parece tener muy claro que ¡°no hay nada m¨¢s ideol¨®gico que la econom¨ªa¡± y que ¡°la pol¨ªtica tiene que recuperar el espacio perdido en la econom¨ªa¡±. O, dicho de otra forma, que es en la econom¨ªa donde se juega el futuro del pa¨ªs y del Estado de bienestar. Y, por ende, su apuesta para retirar al PP del Gobierno. Seguramente por eso, este doctor en Econom¨ªa se volc¨® en la materia en la primera parte de su discurso.

¡°?C¨®mo se va a ganar la vida Espa?a?¡±, se pregunt¨® S¨¢nchez, que las dos veces que subi¨® al atril este fin de semana (primero el s¨¢bado tras la aclamaci¨®n y, despu¨¦s, ayer en la clausura) reivindic¨® la fuerza de la clase media como factor esencial para el futuro del pa¨ªs. La clase media, a la que apel¨® varias veces en el discurso, se ha convertido en columna vertebral de su programa, a¨²n por rematar. ¡°Ya est¨¢ bien que siempre sea la clase media, la clase trabajadora, la que tenga que soportar la crisis¡±, subray¨®.

¡°Espa?a est¨¢ castigada por la crisis y las recetas conservadoras¡±, atac¨®. ¡°Es un pa¨ªs gobernado por gente que olvida poner las luces largas, un pa¨ªs frustrado, cansado y herido¡±, prosigui¨® antes de proponer a los militantes ¡°ponerse manos a la obra y hacer la transici¨®n econ¨®mica que recupere el Estado de bienestar¡±.

Toda una declaraci¨®n de intenciones para un hombre cuyos retos parten de la falta de productividad, envejecimiento, endeudamiento, concentraci¨®n del poder en los sectores estrat¨¦gicos, desmantelamiento industrial, d¨¦ficit tecnol¨®gico, formaci¨®n profesional, escasez de empresas exportadoras... Es decir, los mismos males que ten¨ªa el pa¨ªs antes de la crisis y que propone solucionar con una alternativa que pueda recuperar ese Estado de bienestar forjado por la clase media.

A partir de ah¨ª es donde busca esa alternativa econ¨®mica ¡°contra una derecha que desmantela los derechos sociales y provoca desigualdad¡± y que sea ¡°defensora de los ciudadanos frente al poder de los oligopolios¡±. Pero S¨¢nchez y su ejecutiva, en la que al final no hay tanto peso econ¨®mico como se hab¨ªa previsto, est¨¢n obligados a llenar las propuestas de contenido. De momento, se atrevi¨® a proponer una depreciaci¨®n del euro para potenciar las exportaciones (¡°no estar¨ªa de m¨¢s¡±, dijo). El resto, que solo est¨¢n planteadas, persiguen cambiar las decisiones de m¨¢s calado del Gobierno del PP.

La serie no es corta y el desaf¨ªo pasa por sustentar todos los compromisos: una reforma fiscal que ¡°no castigue a las clases medias¡±; derogaci¨®n de la reforma laboral, un gui?o, otra vez. a las clases trabajadoras y a los sindicatos, de los que sabe que hicieron una huelga general a una reforma de Zapatero y no temblar¨¢n si se la tienen que hacer a ¨¦l si llega el caso; recuperaci¨®n de las energ¨ªas renovables, que han perdido peso en la reforma el¨¦ctrica del PP; exigencias al sistema financiero para que se devuelvan todas las ayudas y que se garantice en el Parlamento que no se vuelva a repetir un rescate bancario como el pasado; impulso de la pol¨ªtica tecnol¨®gica e industrial; vuelta de emigrantes...

Son propuestas previsibles, pero necesarias, que ponen el foco en los puntos neur¨¢lgicos que quer¨ªa escuchar un auditorio proclive a aplaudir todas las propuestas que huelan a reivindicaci¨®n de la izquierda y que fueron recibidas, incluso por los m¨¢s cr¨ªticos, con esperanza. Y que no quiere que tengan raz¨®n esc¨¦pticos como el veterano militante socialista, presente en el congreso como oyente, que dej¨® esta p¨ªldora envenenada sobre la nueva ejecutiva: ¡°Tienen mucha afici¨®n, pero deben demostrar que tambi¨¦n tienen talento¡±.