IU hace equilibrios con Podemos

Izquierda Unida, tradicionalmente la tercera fuerza nacional despu¨¦s de PP y PSOE, se enfrenta a la precampa?a que todas las formaciones comenzar¨¢n en oto?o con unas aspiraciones muy distintas a las alimentadas por las encuestas hasta el pasado 25 de mayo. La crisis del bipartidismo hab¨ªa dibujado perspectivas alentadoras, pero la irrupci¨®n de Podemos en las elecciones europeas no solo ha cambiado el panorama pol¨ªtico de la izquierda, sino que, al menos de momento, ha rebajado los resultados del partido de Cayo Lara y ha revolucionado su estrategia pol¨ªtica.

IU gobierna en m¨¢s de 100 municipios, tiene m¨¢s de 2.000 concejales y, sobre todo, cogobierna con el PSOE en la Junta de Andaluc¨ªa. En este contexto, su direcci¨®n asegura que en el futuro quiere ¡°confluir¡± con la organizaci¨®n de Pablo Iglesias, pero no est¨¢ dispuesta a perder su peso espec¨ªfico y se divide entre dirigentes comprensivos y pr¨®ximos a Podemos y otros muy recelosos. Mientras tanto, la sorpresa de los comicios europeos, que a¨²n no est¨¢ constituida como partido, intenta afianzarse en las encuestas y en el territorio.

Los propios dirigentes de Podemos, formaci¨®n encabezada por polit¨®logos y expertos en estrategia electoral, han acogido los ¨²ltimos estudios de opini¨®n sin demasiado entusiasmo. Carolina Bescansa, su responsable de An¨¢lisis Pol¨ªtico y profesora de Metodolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid, se?ala que incluso el bar¨®metro del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) es incompleto porque le faltan indicadores. Lo que tanto los cargos actuales de Podemos como los de IU prefieren destacar es que ese sondeo, publicado el pasado lunes, y la mayor¨ªa de las encuestas reflejan las grietas del sistema bipartidista, una crisis de confianza en las instituciones pol¨ªticas conocidas y la disconformidad de la ciudadan¨ªa con las pol¨ªticas de Rajoy.

Dirigentes de ambas formaciones destacan las grietas del bipartidismo

En opini¨®n de Bescansa, estos datos son fruto de un clima que anticipa un giro en las instituciones: ¡°Los tiempos de estabilidad han cambiado, y esa mayor¨ªa social est¨¢ a punto de convertirse en cambio pol¨ªtico¡±.

En esa hip¨®tesis de cambio lleva haciendo hincapi¨¦ IU desde el principio de la legislatura. Ahora debe amoldarse a la nueva realidad con vistas al calendario electoral, con unas elecciones auton¨®micas y municipales y unas generales en 2015. En ella act¨²a un grupo de dirigentes que ¡ªcomo el joven diputado Alberto Garz¨®n, nuevo responsable de acci¨®n pol¨ªtica y se?alado como futuro l¨ªder de la formaci¨®n¡ª tratan de buscar alianzas con movimientos sociales y fuerzas emergentes. Pero tambi¨¦n sigue la vieja guardia. Por ejemplo, el propio coordinador general, Cayo Lara, que defiende la ¡°mochila y la historia de IU¡± frente al discurso antipol¨ªtico de Podemos. O el vicepresidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Diego Valderas, que ve a la organizaci¨®n de Iglesias ¡°como un fen¨®meno m¨¢s y punto¡± y hace una semana lleg¨® a afirmar a Europa Press que no sufre de ¡°podemitis¡±.

A pesar de ello, la direcci¨®n de IU trata de ver el lado positivo de las nuevas tendencias electorales. Garz¨®n ve este escenario como ocasi¨®n para construir opciones de gobierno de izquierda, y los expertos electorales de la formaci¨®n rechazan ver a Podemos como un problema. ¡°Puede ser una esperanza, incluso una oportunidad¡±, se?ala Ram¨®n Luque, su secretario de Pol¨ªtica Electoral.

La formaci¨®n de Iglesias a¨²n no ha aclarado c¨®mo piensa afrontar los pr¨®ximos comicios auton¨®micos, pero lo que todos tienen claro es que si finalmente el Ejecutivo decide impulsar la elecci¨®n directa de alcaldes con una barrera para poder gobernar, los acuerdos deber¨¢n fraguarse antes de la cita con las urnas. A falta de convertirse en partido en la Asamblea Ciudadana convocada para oto?o, la organizaci¨®n busca ampliar su influencia. Bescansa recuerda otros indicadores que considera m¨¢s fiables del arraigo de Podemos, como el hecho de que en 10 d¨ªas se hayan inscrito en sus filas m¨¢s de 85.000 personas a trav¨¦s de una f¨®rmula de afiliaci¨®n por ordenador o los cerca de 800 c¨ªrculos que comenzaron a constituirse durante la campa?a de las europeas.