El poder de los gestos del Rey
Don Felipe intenta devolver la confianza en la Corona y convencer de que no repetir¨¢ errores Quiere acercarse a la juventud; posa para los ¡®selfies¡¯ y ha abierto el abanico de invitados
El Rey no hace pol¨ªtica, insisten en La Zarzuela. En una Monarqu¨ªa parlamentaria est¨¢ a su servicio: viaja donde el Gobierno le env¨ªa y pronuncia las palabras que le escriben ¡ªla mayor¨ªa de sus discursos se redactan en La Moncloa y se revisan en la Casa del Rey, no al rev¨¦s¡ª. Sus funciones est¨¢n delimitadas en la Constituci¨®n ¡ªs¨ªmbolo de la unidad, alto representante del Estado, ¨¢rbitro¡ª, por lo que su margen de maniobra se concentra en los gestos. Don Felipe los ha utilizado profusamente en los primeros 100 d¨ªas de su reinado, que este viernes cumple, con dos objetivos: frenar el deterioro de la instituci¨®n, que pas¨® de ser la mejor valorada a ser citada como un problema en los sondeos del CIS, y acercar la Corona a los ciudadanos, especialmente, a los que m¨¢s lejos est¨¢n: los j¨®venes.
Los primeros gestos llegaron el mismo primer d¨ªa. En su proclamaci¨®n no hubo misa ni crucifijo por entender que, pese a ser cat¨®lico, deb¨ªa respetar las formas de un Estado aconfesional. Por el mismo motivo, el crucifijo solo se coloca ahora en la jura o promesa de altos cargos en La Zarzuela si alguno de ellos lo pide. Y ya no se anuncia su presencia en las audiencias: ahora el Rey espera a sus invitados, no al rev¨¦s.
La hoja de ruta de su reinado est¨¢ en su discurso de proclamaci¨®n, preparado por don Felipe y su equipo. El Monarca quiso trasladar al ciudadano el 19 de junio que era muy consciente de que ten¨ªa que ganarse el puesto cada d¨ªa y actuar de forma ejemplar si quer¨ªa romper el comprensible desencanto hacia las instituciones. ¡°La Corona debe buscar la cercan¨ªa con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, respeto y confianza y, para ello, velar por la dignidad de la instituci¨®n y observar una conducta ¨ªntegra, honesta y transparente. Solo as¨ª se har¨¢ acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones¡±, insisti¨®.
Ha prohibido que los miembros de la familia real participen en negocios privados y ha encargado un c¨®digo de conducta para los empleados de La Zarzuela. Tambi¨¦n regular¨¢ los regalos a la familia real
Casi todos los gestos de don Felipe desde su proclamaci¨®n tienen que ver con esa parte de su discurso. Por eso ha prohibido que los miembros de la familia real participen en negocios privados ¡ªsi esta norma hubiese estado en vigor hace a?os quiz¨¢ hoy la Infanta no estar¨ªa imputada¡ª; por eso ha encargado un c¨®digo de conducta para los empleados de La Zarzuela ¡ªy expulsado al asesor de do?a Cristina, Carlos Garc¨ªa Revenga¡ª; por eso va a regular los regalos a la familia real ¡ªpara evitar pol¨¦micas como el yate Fortuna, comprado a escote por empresarios por 18 millones de euros y vendido por 2,2 millones el pasado julio¡ª y por eso va a someter por primera vez las cuentas de la Casa del Rey a una auditor¨ªa externa. El Monarca traslada el mensaje de que no se cometer¨¢n los errores del pasado.
El otro gran objetivo, la que quiere que sea la marca Felipe, es la cercan¨ªa. Invit¨® a 3.000 personas a su primera recepci¨®n como Rey ¡ªpol¨ªticos y jueces, pero tambi¨¦n cient¨ªficos, cantantes y deportistas¡ª y ha abierto las puertas de palacio a colectivos que nunca lo hab¨ªan pisado, como los gais. En Mallorca, ampli¨® la tradicional cena con autoridades a 300 personas, incluidos los estudiantes con mejor nota en selectividad. Desde hace 100 d¨ªas posa paciente para cualquier selfie.
Su primer viaje fue a Catalu?a, su principal preocupaci¨®n, donde tiene previsto volver este a?o. Tras visitar el Vaticano, Marruecos, Francia, Portugal y EE?UU, don Felipe viajar¨¢ a Holanda, B¨¦lgica, Luxemburgo, Italia, Alemania y M¨¦xico en los pr¨®ximos 100 d¨ªas. La Zarzuela rechaza hacer balance de los 100 primeros ¡ª¡°Eso corresponde a los ciudadanos¡±, dicen¡ª, pero advierte que ahora ¡°las cosas se hacen de otra manera¡± y que hasta los gestos m¨¢s nimios tienen un porqu¨¦.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Cristina de Borb¨®n y Grecia
- Carlos Garc¨ªa Revenga
- Proclamaci¨®n Felipe VI
- Cortes Generales
- Proclamaci¨®n Real
- Abdicaci¨®n Juan Carlos I
- Juan Carlos I
- Abdicaci¨®n
- Actos oficiales
- Realeza
- Felipe de Borb¨®n y Grecia
- Felipe VI
- Sucesi¨®n Real
- Familia Real
- Jefe de Estado
- Monarqu¨ªa
- Gente
- Eventos
- Parlamento
- Casa Real
- Pol¨ªtica
- Sociedad