La juez env¨ªa al presunto pederasta a una celda de especial seguimiento
La polic¨ªa le imputa dos homicidios en grado de tentativa por la "brutalidad de los ataques" El arrestado se neg¨® a declarar en el juzgado y en comisar¨ªa
El presunto pederasta de Madrid ya est¨¢ entre rejas. La juez de instrucci¨®n n¨²mero 10 de Madrid, Mar¨ªa Antonia de Torres D¨ªez-Madro?ero, dict¨® la noche del viernes un auto de prisi¨®n comunicada y sin fianza para Antonio ?ngel Ortiz Mart¨ªnez, despu¨¦s de que este se negase a responder sus preguntas. El arrestado, al que la polic¨ªa atribuye cinco agresiones sexuales a otras tantas ni?as de la capital y tres intentos frustrados m¨¢s, lleg¨® a los juzgados a las siete de la tarde, a punto de que expirase el plazo m¨¢ximo de detenci¨®n legal, de 72 horas. Asistido por un abogado del turno de oficio, rechaz¨® declarar ante la jueza, seg¨²n EFE. Su destino es un m¨®dulo de especial seguimiento, tal y como ha recomendado una instrucci¨®n de Instituciones Penitenciarias difundida la noche del viernes por Europa Press.
El presunto pederasta del distrito madrile?o de Ciudad Lineal puso en peligro la vida de al menos dos de sus v¨ªctimas. No escatim¨® ni en la violencia que ejerc¨ªa contra las ni?as a las que violaba ni en las dosis de sedante que usaba para narcotizarlas, anular su voluntad y borrar sus recuerdos, seg¨²n reflejan los atestados policiales incorporados al sumario. ¡°Llegamos a pensar que acabar¨ªa matando a alguna¡±, reconocieron el viernes a este diario fuentes de la investigaci¨®n. Por este motivo la polic¨ªa le imputa, aparte de cinco delitos de agresi¨®n sexual a menores y otros tres intentos, dos m¨¢s de homicidio en grado de tentativa, aquellos en los que sus ataques fueron m¨¢s ¡°brutales¡±.
La noche del jueves, tras acompa?ar durante toda la jornada a los agentes en el reconocimiento de la vivienda familiar donde supuestamente cometi¨® dos agresiones ¡ªen el distrito de Hortaleza¡ª, tambi¨¦n se hab¨ªa negado a responder a los polic¨ªas. Tras ese maratoniano registro de casi doce horas regres¨® al calabozo en la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid, una habitaci¨®n con una sola ventana y una c¨¢mara que lo vigil¨® permanentemente.
El pederasta logr¨® hacer desaparecer muchas de sus huellas, al lavar a casi todas sus v¨ªctimas despu¨¦s de abusar de ellas, pero las grav¨ªsimas consecuencias f¨ªsicas de sus agresiones y la memoria ¡ªm¨¢s o menos distorsionada¡ª de las peque?as ha empujado a los investigadores a incluir las acusaciones de tentativa de homicidio.
La burocracia complic¨® el caso
El centenar largo de agentes involucrados en la Operaci¨®n Candy para detener al pederasta en serie que atac¨® a cinco ni?as este ¨²ltimo a?o en Madrid tuvo que pelear no solo con las dificultades del caso, sino tambi¨¦n con la burocracia administrativa. Ni los mandos al frente del operativo ni los investigadores de calle supieron cuando manejaban medio centenar de perfiles de sospechosos que Antonio ?ngel Ortiz Mart¨ªnez hab¨ªa sido condenado en 1998 a nueve a?os de prisi¨®n por un rapto y violaci¨®n similar a los que se persegu¨ªan en Madrid. Los ficheros policiales detallaban media docena de delitos cometidos por este hombre, pero ninguna agresi¨®n sexual. Ello se debe a que los agentes que le arrestaron le atribuyeron el secuestro de una ni?a a la puerta de un colegio de Fuencarral, un distrito al norte de Madrid, que durante la investigaci¨®n judicial deriv¨® en una condena de abusos a la menor.
El fallo dictado por la Audiencia Provincial de Madrid no modific¨® los antecedentes policiales de ?ntonio ?ngel Ortiz Mart¨ªnez porque los juzgados y el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa utilizan bases de datos distintas que no comparten.
Esa complicaci¨®n administrativa propici¨® que durante meses los investigadores no pudieran disponer de un dato que hubiese simplificado mucho la criba de sospechosos y hubiera puesto desde el principio a Ortiz Mart¨ªnez como un objetivo prioritario, puesto que ya hab¨ªa cometido cr¨ªmenes similares a los que se persegu¨ªan. El propio jefe superior de Polic¨ªa de Madrid, Alfonso Jos¨¦ Fern¨¢ndez D¨ªaz, admiti¨® el mi¨¦rcoles estas complicaciones durante una entrevista en un programa de Antena 3 Televisi¨®n. Polic¨ªas que han estado inmersos en la investigaci¨®n del caso durante los ¨²ltimos meses ratifican esas disfunciones entre la burocracia judicial y el papeleo de la polic¨ªa.
Pese a ello, el director general de la Polic¨ªa, Ignacio Cosid¨®, sostuvo ayer que el ¨²nico detenido por la operaci¨®n Candy s¨ª figuraba en la lista de pederastas que manejaban los cuerpos de seguridad. Cosid¨® asegur¨® que, aunque el intercambio de informaci¨®n entre juzgados y pol¨ªcia se puede mejorar, en este caso ¡°la informaci¨®n s¨ª funcion¨®¡±.
¡°Tr¨¢gate esto¡±, les dec¨ªa con actitud intimidatoria a las ni?as para obligarlas a tomarse las pastillas sedantes, ¡°un derivado del Orfidal¡±, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. As¨ª lo record¨® alguna de las menores en su atroz relato a los agentes del grupo del Servicio de Atenci¨®n a Familia (SAF), liderado por una inspectora de la comisaria general y especializada en el trato con ni?os. Antes de drogarlas, les ofrec¨ªa golosinas para embaucarlas; y en algunas ocasiones tambi¨¦n despu¨¦s, para intentar que se tranquilizasen. As¨ª lo aseguran agentes de la Operaci¨®n Candy (golosina, en ingl¨¦s), una de ¡°las m¨¢s complejas¡±, en palabras del ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, que ha realizado la polic¨ªa.
La larga lista de delitos que los investigadores atribuyen al ¡°enemigo p¨²blico n¨²mero uno¡± ¡ªseg¨²n lo definieron la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, y distintos mandos policiales¡ª incluye el de allanamiento de morada. Se refiere al primero de sus ataques, desconocido hasta su detenci¨®n, el pasado mi¨¦rcoles en Santander. Ocurri¨® en Coslada, el 11 de julio de 2013. Supuestamente, ese d¨ªa el pederasta abus¨® de una ni?a china a la que abord¨® en su portal y la convenci¨® de que sus padres le pidieron que la acompa?ara. La familia nunca denunci¨® este caso que la peque?a tampoco cont¨® en casa.
Desde el arresto del ¨²nico detenido en esta operaci¨®n, la polic¨ªa ha recopilado posibles pruebas incriminatorias tras peinar la vivienda que el detenido usaba presuntamente como piso franco para atacar a algunas de las menores. All¨ª los agentes de la polic¨ªa cient¨ªfica recuperaron restos de v¨®mito y pisadas infantiles que ratifican el relato de una de las ni?as. Este testimonio, el m¨¢s valioso de todos los que se han recogido es el que llev¨® a los agentes hasta esa casa. Los restos biol¨®gicos est¨¢n siendo analizados para cotejar si coinciden con el ADN de alguna de las menores.
La gesti¨®n de la informaci¨®n que ha realizado el Ministerio del Interior sobre este caso ha provocado malestar entre los jueces de Plaza Castilla. Algunos magistrados han manifestado su temor a que la proliferaci¨®n de noticias sobre un sumario todav¨ªa secreto pueda derivar en una posible vulneraci¨®n de los derechos fundamentales del detenido. Hasta el punto de que la juez De Torres advirti¨® el viernes de que no pensaba informar de su decisi¨®n sobre el arrestado. Pese a las cautelas mantenidas por los investigadores que protegieron a su detenido para evitar mostrar su rostro, una vez que se desvel¨® la identidad del presunto pederasta, las fotograf¨ªas de su cara han invadido las p¨¢ginas de los peri¨®dicos y las pantallas de las televisiones.
Esta circunstancia podr¨ªa invalidar las ruedas de reconocimiento previstas para el pr¨®ximo lunes y martes, en las que deben participar algunas v¨ªctimas para identificar a su agresor. Las quejas de esos jueces se basan en que la difusi¨®n de esas im¨¢genes podr¨ªa llevar a la defensa a alegar la ¡°contaminaci¨®n¡± de esa prueba argumentando que las menores podr¨ªan haber visto esas fotograf¨ªas en medios de comunicaci¨®n.
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