Las c¨¢maras del hospital no grabaron el momento de la infecci¨®n

Los investigadores que tratan de descubrir c¨®mo se contagi¨® de ¨¦bola la auxiliar de enfermer¨ªa Teresa Romero no van a poder revisar las im¨¢genes de las c¨¢maras instaladas en las habitaciones que acogieron a los misioneros Miguel Pajares y Manuel Garc¨ªa Viejo. Las c¨¢maras no graban, de forma que ser¨¢ imposible revisar las entradas y salidas de la auxiliar a la habitaci¨®n para corroborar si, como la investigaci¨®n da pr¨¢cticamente por seguro, el contagio se produjo al quitarse el traje de protecci¨®n.

Las primeras conclusiones apuntan a que ocurri¨® durante la ¨²ltima entrada de la auxiliar a la habitaci¨®n de Garc¨ªa Viejo, cuando este ya hab¨ªa fallecido y el cad¨¢ver hab¨ªa sido retirado. Los investigadores creen que Romero entr¨® dos o tres veces en esa jornada pero que una de ellas ¡ªla ¨²ltima¡ª no consta en el registro de entrada. Romero, seg¨²n fuentes sanitarias conocedoras de los pormenores de la investigaci¨®n, entr¨® a recoger y limpiar. Sospechan que no avis¨® al supervisor porque todas las entradas tienen que quedar registradas. Tambi¨¦n creen que, a diferencia de lo que marca el protocolo, no hubo nadie controlando c¨®mo Romero se quit¨® el traje. Al no haber im¨¢genes grabadas, no van a poder comprobar esa sospecha. ¡°Sabemos que tuvo que ser ah¨ª porque no hay otra posibilidad¡±, dicen estas fuentes.

Los sanitarios que atienden a los contagiados de ¨¦bola se quitan el EPI (equipo de protecci¨®n individual) al salir de la habitaci¨®n propiamente dicha, en una esclusa. All¨ª tienen un espejo para poder ver sus movimientos y asegurarse de que siguen el orden que marca el protocolo. Adem¨¢s, un supervisor les mira desde fuera para controlar que se quitan el traje correctamente. De haber percibido alg¨²n movimiento peligroso, habr¨ªa dado parte y quedar¨ªa constancia. Despu¨¦s de realizar decenas de entrevistas con todos los trabajadores y de revisar los registros de entrada, los investigadores ¡ªespecialistas de salud p¨²blica¡ª apuntan a un fallo de supervisi¨®n y a esa ¨²ltima entrada, en el d¨ªa del fallecimiento de Garc¨ªa Viejo, el 25 de septiembre, como el momento del contagio m¨¢s probable.

La constataci¨®n de ese fallo y de los posteriores ocurridos durante los d¨ªas en los que la auxiliar hizo vida normal pese a haber alertado de que ten¨ªa fiebre ya ha provocado cambios en el procedimiento. Seg¨²n las fuentes consultadas, la vigilancia de los contactos de una persona contagiada de ¨¦bola ha pasado de ser pasiva ¡ªellos se controlan la temperatura dos veces al d¨ªa y alertan si sube¡ª a activa, con llamadas del servicio de prevenci¨®n de riesgos laborales para preguntarles si se han tomado la temperatura y con qu¨¦ resultado. Medidas para asegurarse de que se cumple el protocolo.

Con el traje de protecci¨®n puesto, apenas se aguantan 20 minutos por el calor y la falta de ventilaci¨®n, que resulta en deshidrataci¨®n. Los sanitarios relatan que salen agotados. Se han dado casos de desmayos. ¡°Es muy f¨¢cil equivocarse y hacer automatismos, movimientos que ni el afectado es consciente de haber hecho. A ello se suma el p¨¢nico¡±, explica un experto. Otro de los cambios en el procedimiento tendr¨¢ en cuenta ese momento de estr¨¦s. Los expertos han decidido que el supervisor no solo observe el proceso de retirada del traje, sino que vaya dando instrucciones precisas, de manera que el sanitario no haga ning¨²n movimiento sin que se lo indiquen antes.

En el hospital Carlos III hay cuatro habitaciones que cuentan con c¨¢maras; en una de ellas hay dos. Sin embargo, funcionan con un sistema de circuito cerrado, de forma que las im¨¢genes se ven en un monitor pero no se graban. Tambi¨¦n se ha decidido cambiar eso despu¨¦s de constatar que va a resultar imposible comprobar fehacientemente c¨®mo y cu¨¢ndo se contagi¨® la auxiliar. El hospital va a pedir autorizaci¨®n judicial para poder grabar y archivar las im¨¢genes, incluso en las esclusas, esos peque?os espacios en los que se desvisten los sanitarios, confirman en el complejo hospitalario La Paz-Carlos III. El objetivo: que a partir de ahora quede todo registrado.