Un sector del clero se opone al mensaje aperturista del S¨ªnodo
Dos cardenales advierten sobre "expectativas excesivas" sobre gais y nuevas familias
El martes fue d¨ªa de rebajas en el Vaticano. Un sector del clero, asustado por la repercusi¨®n medi¨¢tica ante la posible apertura de la Iglesia hacia homosexuales y nuevas familias, se apresur¨® a echarle agua al fuego de las expectativas. El cardenal sudafricano Wilfrid Fox Napier y el italiano Fernando Filoni comparecieron para advertir de que el extenso documento sobre las discusiones del S¨ªnodo de la Familia hecho p¨²blico el lunes es solo un borrador, ¡°no refleja la riqueza del debate¡± ¨Co sea, las profundas discrepancias sobre los temas candentes¡ªy, lo que es peor a su juicio, ¡°genera expectativas excesivas a quien pueda pensar que ya existen soluciones para cuestiones tan problem¨¢ticas¡±.
¡°Tal como est¨¢ escrito el documento de ayer¡±, lleg¨® a decir el cardenal Napier, ¡°da a entender que hay acuerdo sobre cosas en las que en realidad no hay acuerdo¡±. Hay que recordar que, en l¨ªneas generales, la prensa italiana e internacional coincidi¨® el lunes en que, de la lectura del resumen de las 265 intervenciones efectuado por el cardenal h¨²ngaro P¨¦ter Erd?, se desprend¨ªa un inter¨¦s claro de los padres sinodales ¨Cen sinton¨ªa con las tesis del papa Francisco¡ªpor buscar f¨®rmulas para acoger en la Iglesia a los homosexuales, a las parejas de hecho y a los divorciados vueltos a casar. Nadie habl¨® de que hubiese soluciones r¨¢pidas ni f¨¢ciles, pero s¨ª otro tono, otro lenguaje, una mirada m¨¢s proclive al perd¨®n que al castigo.
Pero no hay que llamarse a enga?o. La presencia de los dos purpurados, de marcado talante conservador, en la Sala de Prensa del Vaticano no ten¨ªa como objetivo corregir la sintaxis del cardenal Erd?, ni tampoco el prop¨®sito de afear a la prensa ¨Cun cl¨¢sico¡ª su lectura tendenciosa del documento para llevar a los titulares lo m¨¢s llamativo. Lo que los cardenales Napier y Filoni buscaban y lograron ¨Cobligando incluso a la sala de prensa del Vaticano a poner por escrito lo que todo el mundo ya sab¨ªa, que el documento del cardenal Erd? es provisional¡ª era dejar constancia p¨²blica de que hay un sector del clero que no est¨¢ ni mucho menos de acuerdo con la tesis principal del papa Francisco. La expresada en la exhortaci¨®n apost¨®lica Evangelii Gaudium (La alegr¨ªa del Evangelio) y que, ahora, parec¨ªa haber recogido el S¨ªnodo. Esto es, convertir la Iglesia cat¨®lica en un ¡°hospital de campa?a despu¨¦s de la batalla¡±, una Iglesia cuya misi¨®n m¨¢s urgente sea la de buscar a los que se sienten heridos y solos¡ªhomosexuales, parejas de hecho, divorciados vueltos a casar, hijos de parejas gais-- para curarlos y no para condenarlos. Pero la intervenci¨®n ¨Ctan apresurada como la redacci¨®n del documento que critican¡ªde los cardenales Napier y Filoni en representaci¨®n del clero discordante viene a confirmar que el camino iniciado por Francisco ser¨¢ todav¨ªa muy largo. ¡°El documento dado a conocer el lunes¡±, insistieron los cardenales en un intento por no quedarse en fuera de juego, ¡°no expresa ni el pensamiento de la Iglesia ni del papa Francisco¡±.
Tal vez no, o tal vez s¨ª, pero lo que s¨ª refleja es un cambio de lenguaje ¨Chacia el encuentro respetuoso con el pr¨®jimo menos pr¨®ximo¡ª que a¨²n asusta a sectores relevantes de la Iglesia.
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