Cinco d¨ªas aislada en la residencia
Un geri¨¢trico de Madrid mantuvo a una mujer de 87 a?os cinco d¨ªas en una habitaci¨®n especial porque hab¨ªa viajado en el mismo veh¨ªculo sanitario que la infectada de ¨¦bola
En la madrugada del 5 de octubre, ¡°hacia las 4.30¡±, son¨® el tel¨¦fono de la casa de Juan Ignacio Do?ate Arrazola, en la zona de Pac¨ªfico de Madrid. Era una de las enfermeras de la residencia de su t¨ªa Isabel, de 87 a?os. La anciana se hab¨ªa ca¨ªdo y se hab¨ªa abierto la cabeza. La herida requer¨ªa puntos de sutura y pensaban llevarla a Urgencias. ?l, de 55 a?os y m¨¦dico de profesi¨®n, dio su autorizaci¨®n y se prepar¨® para salir a su encuentro. Casi al mismo tiempo que se produc¨ªa esa llamada, una ambulancia recog¨ªa a Teresa Romero, de 44 a?os, en su casa de Alcorc¨®n para trasladarla a un centro hospitalario aquejada de fiebre, v¨®mitos y, lo m¨¢s importante, dec¨ªa ser una de las enfermeras auxiliares que hab¨ªa atendido al ¨²ltimo religioso fallecido por ¨¦bola en la capital. Horas m¨¢s tarde el nombre y las fotograf¨ªas de esa auxiliar dar¨ªan la vuelta al mundo, convertida en la primera infectada de ¨¦bola fuera de las fronteras africanas. Pero antes de que se instaurase el p¨¢nico por la posible expansi¨®n del virus en la regi¨®n, la misma ambulancia de los Servicios de Emergencia de la Comunidad que llev¨® a Romero hasta el hospital, y que ignoraba entonces la enfermedad que hab¨ªa transportado, recogi¨® a otras siete personas. Y quiso la casualidad ¡ª¡°la mala suerte¡±, en palabras de su sobrino¡ª que una de ellas fuera Isabel Arrazola, con su brecha en la cabeza. Se la llevaron a Urgencias desde la residencia El Encinar-Geroplan de la Comunidad en Legan¨¦s, donde viv¨ªa y recib¨ªa visitas diarias de su sobrino desde hace a?os.
La cambiaron de habitaci¨®n y le dijeron que ten¨ªan que pintar su cuarto
En los d¨ªas siguientes, en los que Teresa Romero se debat¨ªa entre la vida y la muerte en la sexta planta del hospital Carlos III, Isabel viv¨ªa aislada en una habitaci¨®n de la citada residencia, sin que nadie quisiera acercarse mucho a ella. ¡°Primero le quitaron a su compa?ero de habitaci¨®n y luego se la llevaron a otra, alejada, y le pusieron la falsa excusa de que ten¨ªan que pintar su cuarto¡±, aseguran fuentes cercanas a la residencia. Esos d¨ªas las enfermeras entraban por turnos a jugar con ella, ¡°porque no es como la mayor¨ªa de los ancianos del centro, ella tiene movilidad y no tiene alzh¨¦imer¡±, explican las mismas fuentes. El aislamiento al que estaba sometida desde el mi¨¦rcoles de la semana pasada provoc¨® que su sobrino se la llevase a su casa, pese a estar recientemente operado del h¨ªgado. ¡°No me gustaba la situaci¨®n en la que estaba, ahora yo estoy de baja con ella en casa y nos llaman los de Salud P¨²blica a diario, de momento no tiene s¨ªntomas ni fiebre¡±, asegura Do?ate. "Ella sigue sin saber nada, le he dicho que pasar¨¢ unos d¨ªas conmigo para hacer el cambio de la ropa de invierno", a?ade.Est¨¢ previsto que Isabel Arrazola vuelva al geri¨¢trico el 28 de este mes, aunque su sobrino ha solicitado el traslado a otro m¨¢s cercano a su domicilio.
Me la llev¨¦ porque no me gustaba la situaci¨®n en la que estaba, dice su sobrino
Fuentes de la residencia El Encinar reconocieron que Isabel estuvo ¡°aislada¡± ¡ªaunque, seg¨²n la Consejer¨ªa de Sanidad, ¡°los casos de bajo riesgo [aquellas personas que no han tenido contacto directo con contagiados por el virus] no precisan aislamiento¡±¡ª y explicaron que ¡°la mujer estuvo vigilada y se le tom¨® la temperatura m¨¢s de dos veces al d¨ªa¡±.
Por otra parte, Ernesto, un vecino de Fuenlabrada de unos 45 a?os, ingres¨® a mediod¨ªa de ayer en el hospital Carlos III de Madrid despu¨¦s de que alertara a las autoridades sanitarias de que se hab¨ªa levantado con fiebre. Este hombre estaba siendo seguido porque fue otro de los trasladados en aquella ambulancia ¡°contaminada¡±. Hace d¨ªas acudi¨® a urgencias diciendo que ten¨ªa 40¡ã de fiebre, pero los sanitarios comprobaron que no superaba el 37,5¡ã. Le mantuvieron en observaci¨®n varias horas y le dieron el alta. Ernesto est¨¢ en tratamiento psiqui¨¢trico, seg¨²n fuentes m¨¦dicas.
Las enfermeras se turnaban para entrar a jugar con ella, porque no tiene Alzheimer como la mayor¨ªa de los ancianos, dice una fuente cercana a la residencia
El Servicio de Urgencias M¨¦dicas de la Comunidad de Madrid (Summa) mont¨® pasada la una de la tarde de ayer un llamativo dispositivo en el domicilio de Ernesto. Los sanitarios iban con traje de protecci¨®n y metieron al posible enfermo en una UVI m¨®vil. El vecindario se qued¨® ¡°estupefacto¡± al ver tanta polic¨ªa desplegada por la zona. ¡°Me resulta todo muy raro porque esta misma ma?ana [por ayer] le hemos visto como entraba en una tienda de alimentaci¨®n. Estaba perfectamente y no se notaba que tuviera nada¡±, relataba una vecina del supuesto enfermo.
¡°Va de un lado para otro y no se le conoce ni oficio ni beneficio. Hace unos d¨ªas le vimos con un pijama del hospital. Nos dijo que se hab¨ªa marchado de all¨ª sin que le dieran el alta. A principios de semana le vi fumando en la ventana de su casa a las tres y media de la ma?ana¡±, relata otro residente de la zona, que aseguraba que no hab¨ªa creado problemas en el vecindario.
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