El irresistible im¨¢n del islam radical
El islam ultraconservador se propaga en Melilla. Las mujeres establecen canales propios de radicalizaci¨®n
La proliferaci¨®n de burkas y barbudos en el paisaje humano melillense es una realidad que ya casi nadie se atreve a discutir. Los ultras que proclaman un islam anacr¨®nico y rigorista son una minor¨ªa creciente y magn¨¦tica. La religi¨®n est¨¢ de moda entre los j¨®venes de las barriadas, a los que fascina la idea de pertenecer a una avanzadilla moral internacional que triunfa en todo el mundo ¨¢rabe. En la Melilla empobrecida y marginada encuentran los captadores una mina.
Si en Reino Unido o en Alemania se han dado casos de yihadistas universitarios y con horizontes laborales envidiables, en Melilla las fuerzas de seguridad han detenido a sospechosos de un perfil que poco tiene que ver con los radicalizados europeos. ¡°Los barbudos se aprovechan de los chicos que no tienen nada que perder¡±, estima Yusuf Kadur, presidente de la comunidad isl¨¢mica Al Nur, que pronto inaugurar¨¢ un centro isl¨¢mico con el que aspira a ejercer de contrapeso ¡°a los barbas¡±. ¡°Crecen por d¨ªas¡±, afirma. ¡°Aqu¨ª captan a los que pasan hambre¡±
Cuando los musulmanes melillenses hablan de captar, se refieren a pasar a formar parte de la ¨®rbita de los barbudos, a practicar un islam mucho m¨¢s r¨ªgido. De ah¨ª a empu?ar un kalashnikov en nombre del Ej¨¦rcito isl¨¢mico hay un abismo, sostienen decenas de melillenses consultados que viven como el en¨¦simo agravio contra los musulmanes las detenciones contra presuntos yihadistas. Los 12 kil¨®metros cuadrados de la ciudad aut¨®noma han sido testigo de cuatro redadas islamistas en lo que va de a?o.
"Sin la religi¨®n, hace tiempo que esto habr¨ªa estallado", piensa un vecino de La Ca?ada
La Ca?ada de Hidum es el principal foco del salafismo en Melilla y un lugar en el que el rigorismo religioso convive con la mugre, las drogas y la ley del m¨¢s fuerte. En la ladera de una colina a las afueras de Melilla se alza este laberinto de edificios bajos y desconchados. Los hay a medio construir y los hay tambi¨¦n con ostentosas balaustradas pagadas con partidas de sospechosa procedencia. Aqu¨ª no hay trabajo y el poco dinero que se mueve procede del menudeo de la droga, de alg¨²n plan de empleo de seis meses o de una ocasional contrata municipal como la que le acaban de adjudicar a un grupo de paletas barbudos. Por lo dem¨¢s, la Ca?ada roza el pleno desempleo.
En las calles sin aceras se acumula la basura, sin que nadie pase a recogerla. Un coche calcinado yace al pie de una farola de la que los vecinos chupan la electricidad. Una mujer con hiyab y guantes verdes, que le tapan hasta el ¨²ltimo cent¨ªmetro de piel, espera en el asiento de copiloto de un coche. Su marido con barba larga, se ha bajado a recoger la raci¨®n de comida que reparte la Asociaci¨®n Nueva Ca?ada. ¡°Damos de comer a m¨¢s de 300 familias¡±, explica uno de sus miembros, Hasan. Ayudan tambi¨¦n a decenas de ni?os con fracaso escolar y a la legi¨®n de indocumentados que escapan los radares oficiales.
En este barrio se esconden forajidos de Marruecos. Se falsifican tambi¨¦n bastidores de coches robados en Alemania que luego cruzan la frontera marroqu¨ª. Los j¨®venes entran y salen con frecuencia de prisi¨®n. ¡°Ahora ya roban hasta en el barrio, atan a ancianas como en las pel¨ªculas¡±, relata un vecino que teme dar su nombre. ¡°Te levantas con el olor a humo. Esto se ha convertido en un caos. Nos han abandonado. Sin la religi¨®n, hace tiempo que esto habr¨ªa estallado. Los j¨®venes est¨¢n desorientados y amargados. Los barbas les lavan el cerebro. Esta es una moda nueva, que viene de muy lejos¡±.
La radicalizaci¨®n no se ci?e a la Ca?ada. Cada vez hay m¨¢s barrios melillenses con un locutorio o una mezquita en la que se juntan rigoristas. Las chicas con niqab, un velo que cubre el rostro y solo permite ver los ojos, se dejan ver por toda la ciudad y proliferan locales en los que se ha dejado de servir alcohol y cerdo. ¡°Ha habido un cambio radical¡±, sostiene Massin Hartit,?Vicepresidente Mundial del Tamazight y promotor de la cultura bereber en la televisi¨®n Popular TV, desde donde retransmiten el d¨ªa a d¨ªa de barrios como La Ca?ada. ¡°Ahora se ven muchas m¨¢s chicas con burka, un islamismo que no es propio de aqu¨ª, que viene de fuera. Los emigrantes marroqu¨ªes que han venido de Catalu?a con la crisis traen corrientes m¨¢s arabizadas. Se encuentran con gente que no tiene ni para comer, sin estudios ni nada que perder¡±.
Pero la alienaci¨®n y la pobreza no explican por s¨ª solas la radicalizaci¨®n de la juventud. Tampoco en Melilla. Pasarse a las filas del islam radical significa aqu¨ª, en Berl¨ªn y en Manchester, pasar a formar parte de la que consideran una ¨¦lite moral internacional, de una corriente global y magn¨¦tica. Significa tener un proyecto de vida y pasar a ser reconocido. ¡°En esos barrios hay mucha droga, y los islamistas elevan a un toxic¨®mano a la categor¨ªa de persona respetable de la noche a la ma?ana¡±, explica Abderram¨¢n Benyahia, presidente de la Asociaci¨®n musulmana de Melilla. ¡°Esto es solo una muestra m¨¢s de la deriva global de islamizaci¨®n¡±, a?ade.
Muchos j¨®venes absorben con curiosidad casi ciega lo que viene de fuera y rechazan el islam de sus padres, m¨¢s rural, bereber y menos arabizado. Miran por encima del hombro a su familia, que siente c¨®mo poco a poco pierde a sus hijos. A los padres les preocupa lo que ven y tambi¨¦n lo que no ven. Les preocupa lo que sus hijos de 15 a?os hacen cuando salen de casa y vuelven sin dar demasiadas explicaciones. ¡°A mi hijo de 16 le han intentado captar¡±, explica Kadur, de Al Nur. ¡°Me acabo de gastar 600 euros en ropa de marca con tal de que no se ponga la ropa isl¨¢mica y se deje barba¡±. El cambio de vestuario es el primer s¨ªntoma que detectan los padres.
"Las chicas se re¨²nen en casas donde escuchan con atenci¨®n las dars, las clases de religi¨®n"
Ellos, los hombres islamistas, son m¨¢s visibles. Son la imagen p¨²blica de un colectivo que protesta cuando hay redadas policiales y que predica en las mezquitas. Ellas son m¨¢s dif¨ªciles de detectar y a menudo pasan inadvertidas, confinadas en el universo dom¨¦stico. Tienen adem¨¢s sus propias v¨ªas de radicalizaci¨®n, paralelas a los de los chicos. En Melilla, las alarmas saltaron en agosto, con la detenci¨®n de la primera presunta yihadista espa?ola, una joven de Melilla que viaj¨® a Marruecos con una menor para supuestamente unirse a las filas del Estado Isl¨¢mico. Est¨¢ por determinar si las sospechosas son efectivamente culpables, pero de lo que no hay duda es de que tanto las detenidas como un ej¨¦rcito de j¨®venes melillenses profesan una renacida devoci¨®n por el islam impulsada y canalizada por las corrientes m¨¢s ultras.
Si los barbudos conectan con los j¨®venes en equipos de f¨²tbol, en gimnasios instalados en garajes, en la mezquita o en excursiones al campo, las chicas frecuentan p¨¢ginas de Facebook, forman grupos de WhatsApp y se re¨²nen en casas donde escuchan con atenci¨®n las dars, las clases de las sabias. Las maestras propagan tambi¨¦n su sabidur¨ªa en acontecimientos sociales como las bodas o incluso los funerales para formar corrillos en los que adoctrinan a las j¨®venes. Leen el Cor¨¢n en ¨¢rabe culto y las chicas absorben las ense?anzas con disciplina. Les ense?an c¨®mo ponerse los distintos tipos de pa?uelo, o c¨®mo comportarse con la suegra. Ellos, les dicen, son los pr¨ªncipes que las proteger¨¢n y trabajar¨¢n para ellas siempre que ellas sigan al dictado la ley isl¨¢mica.
En esas casas y en esos encuentros se distribuyen materiales de lectura. ¡°?Cu¨¢l es la mejor mujer? Aquella que cuando ¨¦l la mira se complace, cuando le pide que haga algo, ella le obedece y nunca hace algo que ¨¦l deteste con respecto a ella o a sus bienes¡±, recoge por ejemplo La verdadera personalidad del musulm¨¢n, un libro que circula entre las j¨®venes casaderas melillenses. T¨² puedes ser la mejor esposa del mundo o Nada te turbe, una suerte de manual de autoayuda para anclarse en la fe en los momentos dif¨ªciles de la vida, son otros de los t¨ªtulos m¨¢s consultados.
¡°?ltimamente hay m¨¢s religiosos¡±, explica una joven de 20 a?os que frecuenta las dars. ¡°Tenemos mucho tiempo libre. Con el Cor¨¢n, cuanto m¨¢s sabes, m¨¢s quieres saber. Es muy bonito. Muchas amigas m¨ªas han decidido ponerse el burka. Son unas enamoradas del islam y quieren que les vea solo su marido. No tiene nada que ver con el terrorismo¡±. Dos chicas de Melilla que recientemente decidieron taparse completamente con el niqab ¡ªal que en Melilla llaman burka a pesar de que este ¨²ltimo cubre incluso los ojos¡ª, aceptaron conversar con este diario sobre su decisi¨®n. Cancelaron la cita tras consultar con sus maridos. Buena parte de las mujeres que caminan como sombras negras por Melilla son cristianas conversas, seg¨²n confirman varios vecinos melillenses.
"Pasarse a las filas del islam radical significa pasar a formar parte de una ¨¦lite moral internacional"?
Las redes sociales son un veh¨ªculo para propiciar encuentros y canalizar la radicalizaci¨®n. Pero es necesario que exista un determinado contexto para que los j¨®venes se sienten ante un ordenador y se expongan a p¨¢ginas radicales o incluso yihadistas, advierten fuentes de los cuerpos de seguridad. ¡°Es normalmente una persona del entorno la que les dice: m¨¦tete en este chat o en este foro. Van a tiro hecho. En el caso de las mujeres, en un 90% son reuniones cara a cara en casas¡±, explican.
Las escuelas p¨²blicas ejercen de term¨®metro. Peri¨®dicamente surgen casos de alumnos que se niegan a participar en actividades que consideran haram ¡ªprohibidas, seg¨²n el islam¡ª. Hubo un chico que se sali¨® de clase un Ramad¨¢n porque el profesor mostr¨® una foto del David de Miguel ?ngel. Una chica se neg¨® a fotografiarse con el cartel de Bring back our girls para pedir la liberaci¨®n de las ni?as secuestradas por Boko Haram. A otras, sus padres no les dejan salir de excursi¨®n con sus compa?eros en fin de curso.
Luis Escobar, maestro melillense y delegado de la Central Sindical de Funcionarios Independientes apunta un elemento adicional: ¡°Para muchos de estos chicos, su lengua materna es el bereber y no entran en contacto con el castellano hasta los cinco o seis a?os cuando est¨¢n en la escuela. Ah¨ª se crea el primer retraso que se va acumulando durante su vida escolar. Cuando llegan a secundaria, no se sienten capaces de seguir adelante y se quedan tirados en la calle¡±. Escobar reclama profesores de apoyo y mejores alternativas profesionales para los j¨®venes.
Las muertes de musulmanes en Palestina, Siria e Irak resuenan con fuerza en las barriadas melillenses, en las que a las corrientes globales se superponen las particularidades locales. Mohamed Busi¨¢n es el abogado de tres de los seis presuntos yihadistas detenidos este a?o y se explaya en el rencor que generan las desigualdades entre musulmanes y cristianos en Melilla: ¡°El poder que ha ostentado tradicionalmente la comunidad cristiana y la discriminaci¨®n social y econ¨®mica, que pervive, crea frustraci¨®n. Los j¨®venes encuentran su refugio en las ideolog¨ªas radicales¡±. El paro, la pobreza o el fracaso escolar se ceban desproporcionadamente con la comunidad musulmana en Melilla. ¡°Hay una fractura social inmensa, que contrasta con el discurso oficial de la multiculturalidad. El agravio comparativo con los cristianos fomenta el victimismo y el integrismo¡±, cree este abogado que se declara contrario al islamismo que profesan sus clientes.
El victimismo contribuye tambi¨¦n a que la comunidad musulmana se blinde frente a las cr¨ªticas externas. La mayor¨ªa silenciosa no comulga con las nuevas corrientes, pero consiente su expansi¨®n ante el temor de que les consideren malos musulmanes. La divisi¨®n de las asociaciones y representantes musulmanes de la ciudad tampoco ayuda.
En un bonito parque junto a la carretera de Hidum, Mohamed Driss, presidente de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Melilla, que representa a la comunidad, asegura que se han enterado de las redadas yihadistas ¡°por la prensa¡±. Driss asegura que no ha percibido un aumento del radicalismo. Culpa a ¡°poderes occidentales de querer mancillar el islam¡± y se resiste a hablar de las tensiones en el seno de la comunidad. Es de los que cree que la ropa sucia es mejor lavarla en casa.
Aprender islamismo por WhatsApp
Fauz¨ªa Allal Mohamed es una melillense de 19 a?os sonriente y muy vivaracha. Este verano su fotograf¨ªa, con un hiyab negro y los ojos enmarcados con kohl, dio la vuelta al mundo en forma de ficha policial. Horas antes, hab¨ªa sido detenida, junto a una menor ceut¨ª, acusadas de ser yihadistas camino de la Guerra Santa.
"Ambas pretend¨ªan cruzar la frontera hacia Marruecos con el fin de contactar con la red que las trasladar¨ªa de forma inminente a una zona de conflicto entre Siria e Irak. Sus intenciones eran las de integrarse en alguna de las c¨¦lulas de la organizaci¨®n terrorista del autodenominado Estado Isl¨¢mico, liderado por Abu Bakr Al Baghdadi", aseguraba la nota publicada por el Ministerio de Interior tras el arresto. Tres d¨ªas despu¨¦s qued¨® en libertad provisional. La menor admiti¨® haber sido captada, pero Allal asegura que fue hasta hasta la frontera marroqu¨ª enga?ada.
La investigaci¨®n est¨¢ bajo secreto de sumario, por lo que hasta el momento se desconocen las pruebas en su contra. En Melilla, mientras tanto, la familia y una amiga ¨ªntima de la detenida aseguran que la chica simplemente estaba en un grupo de Whatsapp sobre ense?anzas del islam, pero que nunca plane¨® salir de la ciudad ni viajar a Siria o a Irak. El grupo lo compart¨ªan, seg¨²n una conocedora del mismo, 12 o 13 chicas de toda Espa?a. All¨ª chateaban acerca de la ropa isl¨¢mica, de c¨®mo ser buena esposa, de si se reza con la menstruaci¨®n y asuntos similares.
La familia de Allal afirma que un d¨ªa, una de las j¨®venes del grupo, Aisha ¡ªpseud¨®nimo de la menor¡ª, le escribi¨® y le dijo que le gustar¨ªa conocer Melilla. Allal, seg¨²n el mismo relato, le dijo que ser¨ªa bienvenida y al poco la menor se present¨® en la ciudad aut¨®noma.
Al segundo d¨ªa, seg¨²n el entorno de Allal, Aisha le pidi¨® que la acompa?ara a la ciudad marroqu¨ª de Nador para comprar ropa, que all¨ª es m¨¢s barata. ¡°La menor lo hab¨ªa planeado todo y Allal no sab¨ªa nada¡±, aseguran sus familiares, que piden el anonimato. En la frontera, la polic¨ªa las detuvo. Para Interior, es la primera vez en que se detiene en Espa?a a dos mujeres ¡°dispuestas a integrarse plenamente en c¨¦lulas terroristas¡± del Estado Isl¨¢mico.
Fue hace unos cuatro meses cuando Allal empez¨® a taparse m¨¢s. ¡°Ella lo siente as¨ª, le sale del coraz¨®n¡±, explican en su familia. Ahora Allal viste el khimar, un velo que cubre el busto y ropa ancha hasta los pies. ¡°Taparse m¨¢s es la moda¡±, cuenta una amiga ¨ªntima de la sospechosa. Allal es una mujer alegre, ruidosa y mala estudiante; este ¨²ltimo un rasgo que difiere del perfil de chica empollona y ultrareligiosa de algunas de las yihadistas de pa¨ªses europeos. Allal es alegre, ruidosa y mala estudiante; este ¨²ltimo es un rasgo que difiere del perfil de empollona y ultrarreligiosa de algunas yihadistas europeas. Es independiente y dej¨® a su novio ¡°por celoso¡±, seg¨²n las fuentes. No cree que la mujer musulmana ¡°deba obedecer siempre al marido¡±.
Allal dej¨® el instituto a los 15 a?os y estudi¨® peluquer¨ªa. Ahora vive con su madre gracias a un subsidio de 400 euros. Los s¨¢bados recibe clases para aprender a ser buena musulmana en una asociaci¨®n isl¨¢mcia de Melilla.
La familia de Allal insiste en que una cosa es la religiosidad y otra muy diferente ir a Siria a luchar. Que el terrorismo isl¨¢mico solo lo conoc¨ªa por las noticias y las pel¨ªculas. Ahora Allal es la protagonista de su propia pel¨ªcula, cuyo cap¨ªtulo final se escribir¨¢ en la Audiencia Nacional.
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