La apat¨ªa de un ¡®nini¡¯
Espa?a es el pa¨ªs europeo con m¨¢s j¨®venes que ni estudian ni trabajan La vida de Jos¨¦ Luis Flores transcurre desde hace tres a?os entre su cuarto y el sal¨®n Es de C¨¢diz, la provincia con m¨¢s paro
Domingo de octubre. Pasada la medianoche, mientras la mayor¨ªa de los espa?oles se retira a dormir para encarar el lunes, en la barriada de Loreto, en C¨¢diz, Jos¨¦ Luis Flores (23 a?os) ve tranquilo en la televisi¨®n el debate sobre Gran Hermano. A las 2.30, Selu ¡ªcomo le llama todo el mundo¡ª se encierra en su cuarto y enciende la PlayStation?4 para echar unas partidas a su nueva pasi¨®n, el juego de f¨²tbol Fifa 14, en el que uno forma su equipo eligiendo jugadores reales de las distintas ligas. Gracias a su mejor inversi¨®n ¡ªel delantero nigeriano del Villareal, Uche¡ª gana un mont¨®n de partidos. A las 4.30 apaga la luz.
La vida de muchos j¨®venes espa?oles que se han quedado atrapados por la crisis transcurre despacio, como si sus d¨ªas se repitieran en bucle. Son los ninis, cuyo n¨²mero ha aumentado con paso firme. El 25% de los j¨®venes espa?oles de entre 15 y 29 a?os ni estudia ni trabaja frente al 15% de la media de la OCDE, seg¨²n el informe Panorama de la Educaci¨®n 2014 presentado en septiembre. Espa?a, en este estudio, se sit¨²a como el pa¨ªs europeo con m¨¢s ni-nis.
Como para tantos, la ¨²nica esperanza que vislumbra es lograr un enchufe
No tienen ninguna ocupaci¨®n el 31% de los que no alcanzaron la educaci¨®n secundaria en Espa?a (frente al 15% de media de la OCDE); el 20% de quienes se han titulado en ense?anza obligatoria (frente al 16% en los pa¨ªses desarrollados) y el 23% de los universitarios (13% en la OCDE). Muchos, sobre todo los licenciados, han salido de Espa?a para buscar trabajo. Pero la mayor¨ªa de los menos formados siguen en casa de sus padres.
Flores es uno de esos j¨®venes y su bloqueo tiene origen en el fracaso escolar. Cuando pas¨® a secundaria empez¨® a encadenar suspensos. Repiti¨® primero. Luego segundo. Despu¨¦s tercero. Meses m¨¢s tarde intent¨® hacer un m¨®dulo de administraci¨®n. Pero abandon¨®. En septiembre de 2011 se apunt¨® a una escuela para adultos donde cumpli¨® con la exigencia de su madre y se sac¨® la secundaria.
El paro en cifras
La tasa de desempleo por provincias muestra que C¨¢diz tiene la m¨¢s elevada de Espa?a. Los datos seg¨²n la EPA en el segundo trimestre de 2014:
C¨¢diz: 37,16%
Provincia de C¨¢diz: 42,50%
Andaluc¨ªa: 34,74
Espa?a: 24,47%
Adem¨¢s, tiene una de la tasa de paro juvenil m¨¢s elevadas de Espa?a (donde la media es el 53,12%): 69,2%
Los ninis como ¨¦l, con menos formaci¨®n (no tienen el Bachiller), son especialmente numerosos. No dan un paso adelante. Muchas veces porque no pueden plantearse pagar los cursos que les sacar¨ªan del ahogo formativo y quiz¨¢ laboral. Estar en esta situaci¨®n en C¨¢diz ha aniquilado completamente la voluntad de Flores de buscar un empleo. La tasa de paro de la provincia es la m¨¢s elevada de Espa?a, un 42,4%, muy por encima de la media espa?ola (24,4%, seg¨²n datos del segundo trimestre de la Encuesta a la Poblaci¨®n Activa). La tasa de desempleo juvenil (para menores de 25 a?os) es tambi¨¦n la segunda m¨¢s elevada del pa¨ªs, un 69,2%, tras Palencia (aunque el dato de la ciudad castellana est¨¢ sujeto a errores de muestreo por ser escasos los encuestados).
Desde hace tres a?os, Flores ya no busca trabajo. Y apenas mira cursos de formaci¨®n. Al principio se apunt¨® al paro por si acaso le ayudaba en algo. Al a?o le caduc¨® el carn¨¦ y ni se molest¨® en renovarlo. Cinco a?os m¨¢s tarde ha vuelto a pisar una oficina del INEM. ¡°Pregunt¨¦ si pod¨ªan ayudarme a encontrar algo para formarme y me dijeron que hablara con una de sus asesoras. Fue hace un mes y todav¨ªa no he ido. Me da flojera, no veo que me vaya a ayudar en nada¡±.
Hace poco encontr¨® por su cuenta un curso de vigilante de seguridad que le interes¨®. Era de Comisiones Obreras (CC OO) y gratuito, un punto positivo para su madre, que, con su puesto en una confiter¨ªa familiar, llega con dificultad a fin de mes. Pero debido a los pocos puntos de formaci¨®n que consigui¨®, se qued¨® fuera. Su confianza en un cambio de su suerte es pr¨¢cticamente nula. Cree ¡ªy lo dice sin rastro de indignaci¨®n, con la misma fe con la que conf¨ªa en que ma?ana saldr¨¢ el sol¡ª que su ¨²nica esperanza es lograr un enchufe. ¡°El t¨ªo de un amigo tiene una empresa de seguridad. A lo mejor por ah¨ª...¡±.
C¨®mo motivar a alguien desencantado
Cuando un joven se estanca en una situaci¨®n de inactividad hay que intentar motivarle para que reaccione. Aunque si la situaci¨®n se prolonga cada vez es m¨¢s dif¨ªcil hacerlo. Mara Cuadrado, psic¨®loga de infancia, juventud y familia, dice que diferencia entre dos grupos de ninis, los que dejan los estudios a partir de los 16 a?os y los que tienen entre 22 y 23 a?os, la mayor¨ªa de ellos licenciados. ¡°Los primeros est¨¢n desorientados y los segundos desencantados. Ambos han crecido en un sistema de bienestar en el que lo que quiero, lo tengo. Es fundamental evitar que se apalanquen. Hay que inculcarles una cultura del esfuerzo, que no dejen de formarse, de hacer entrevistas. En ¨²ltima instancia, emigrar. Todo menos cronificarse¡±.
Para Amado Benito, psic¨®logo de j¨®venes, es importante que su entorno ¡°d¨¦ se?ales de que haciendo cosas pueden cambiar su realidad. Si les est¨¢n ayudando a subsistir, no luchan, se rinden, por eso es importante que entiendan que para sobrevivir hay que pelear¡±.
Manuel Garc¨ªa Sede?o, psic¨®logo y profesor de la Universidad de C¨¢diz (con experiencia en el pasado en el INEM), cree que para ayudar a los j¨®venes que ya est¨¢n fuera del sistema, lo mejor es que hagan un curso de FP con pr¨¢cticas en empresas donde vean la realidad¡±. ¡°Adem¨¢s yo soy muy partidario de la formaci¨®n ocupacional¡±, contin¨²a. ¡°Son cursos con una finalidad concreta, como construir una vivienda. Y eso es muy motivante¡±. Garc¨ªa se queja de que la despreocupaci¨®n de las autoridades por este colectivo es muy elevada.
Entre sus amigos hay tres j¨®venes en su misma situaci¨®n. Tienen entre 22 y 24 a?os y todos han logrado empleos temporales en alg¨²n momento por esa v¨ªa. Uno de ellos trabaj¨® durante unos meses de camarero en un bar de su padre. Otro en un astillero gracias a su suegro. El ¨²ltimo es el sobrino del due?o de la empresa de seguridad en el que conf¨ªa Selu. Los tres esperan que les vuelvan a llamar alg¨²n d¨ªa.
Flores pasa su tiempo puertas adentro. Entre su cuarto y el sal¨®n. Apaciblemente. Se acuesta tarde. Se levanta tarde. Ve la televisi¨®n ¡ªel lunes comi¨® viendo Deportes Cuatro seguido de dos episodios de La que se avecina, tres de The Big Bang Theory y uno de C¨®mo conoc¨ª a vuestra madre¡ª y sigue gratuitamente programas en webs como Seriesly, donde termin¨® hace poco Breaking Bad, o Biophobia, donde ve partidos de f¨²tbol. De vez en cuando sale al exterior. Los lunes echa un partido de f¨²tbol con sus amigos en San Fernando. Y tambi¨¦n va dos veces a la semana a Body Fitness, un gimnasio cercano en el que ha esculpido sus brazos levantando pesas. ¡°No me sale ir buscando trabajo por ah¨ª¡±, dice en el sal¨®n de su casa. ¡°Por verg¨¹enza, por flojera, por una mezcla rara. Veo mi futuro muy negro. Sin trabajo ni estudios, imag¨ªnate. Pero no lo quiero pensar demasiado¡±.
Como a la mayor¨ªa de los ninis, le mantiene su familia, en su caso, su madre, Mari Carmen, de 53 a?os, separada, alegre y llena de vitalidad. Es ella quien paga los 32 euros mensuales del gimnasio y fue tambi¨¦n ella quien le adelant¨® los 160 euros que le faltaban para comprarse la consola (¨¦l logr¨® 240 al vender el modelo anterior). Por suerte, su hijo no es ¡°derrochador¡±. Viste unas zapatillas New Balance falsas y bebe Pepsi en vez de Coca-Cola. ¡°Botellita a botellita, ahorras¡±, asegura ¨¦l.
Selu se confiesa apol¨ªtico (vot¨® en una ocasi¨®n y no recuerda si lo hizo a favor del PP o del PSOE), pero en estos momentos solo confiar¨ªa en Podemos: ¡°Por ver si cambia algo¡±. Su madre coincide con ¨¦l: ¡°Pol¨ªticamente, paso. En la ciudad de C¨¢diz hemos tenido al PSOE, al PP, y luego de nuevo al PSOE y al PP. Son todos iguales. Yo ahora votar¨ªa a Podemos. Es el que mayor confianza me da¡±.
Para cenar, Selu espera a su madre. Mari Carmen llega pasadas las 22.30 enfadada porque esa tarde el banco ha querido cobrarle tres euros de comisi¨®n por ingresar sus gastos de comunidad. Tras preparar la cena, se sienta ante el televisor: ¡°En C¨¢diz es imposible tener esperanza¡±, reflexiona mientras cena un sandwich y su hijo una pizza. ¡°Nos hemos quedado sin astilleros y sin f¨¢bricas. Por otro lado, a mi hijo no me lo imagino de fontanero o de alba?il¡±, reconoce. El propio Selu dice que solo se ve de monitor de gimnasio o de vigilante de seguridad. ¡°La juventud no tiene alicientes. Si mi hijo tuviera algo, se le pasar¨ªa la vaguer¨ªa. Una novia. Un trabajo. Algo para que arranque. Pero ganas de vivir tiene muchas, ?eh?¡±, recalca ella.
Tras ver TopChef, Selu se retira a su cuarto a jugar con la Play. El juego busca aleatoriamente alg¨²n internauta del planeta contra el que medirse. El elegido es un tal Teo Pac; no sabe de qu¨¦ pa¨ªs es pero comprueba que todos sus jugadores son de la liga inglesa. Empieza la partida. En bastante poco tiempo, Uche marca cuatro golazos. Teo Pac reacciona y marca tres tantos. Uche marca un quinto gol. Y acaba el partido. Los puntos van a su hucha personal: quiere ahorrar lo suficiente para comprar a un jugador como Benzema. Su principal preocupaci¨®n por el momento.
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