La puerta peque?a de lo falso

Paquete a paquete postal, el correo se ha convertido en la puerta trasera del tr¨¢fico ilegal de falsificaciones. Un goteo de compras individuales hechas por Internet que, en 2013, sumaron cinco millones de productos falsos intervenidos en las aduanas europeas (el 14% de todo lo incautado). Y eso es solo lo que pillaron.

El ¨²ltimo informe de la Comisi¨®n Europea lo deja claro, la entrada por v¨ªa postal es la ¡°tendencia m¨¢s importante¡± del sector: ¡°Internet ha cambiado la forma en que la gente compra y, por tanto, la manera en que debemos vigilar la propiedad intelectual¡±, explica el comisario europeo de Uni¨®n Aduanera y Lucha contra el Fraude, Algirdas Semeta. ¡°En el pasado, los productos falsos llegaban a Europa en grandes env¨ªos, pero hoy lo hacen cada vez m¨¢s en peque?os paquetes postales¡±.

¡°El correo es un coladero¡±, dice Juan Jos¨¦ Caselles, abogado del Departamento Antipirater¨ªa del despacho Elzaburu. ¡°La gente siempre va por delante de la ley y comprar online bolsos o zapatillas falsas se ha convertido en algo normal. Pero el p¨²blico tiene que comprender que detr¨¢s de esas gangas hay estructuras criminales y un gran perjuicio para la industria leg¨ªtima¡±.

Las aduanas europeas incautaron 36 millones de productos falsos en 2013. El 14% llegaron por correo. Pero m¨¢s llamativo es el dato de que de las 87.000 operaciones realizadas por aduanas contra las falsificaciones, el 72% fueron de paquetes postales y de mensajer¨ªa (en Espa?a hubo 2.300 retenciones, el 37% en correos). El porcentaje se explica porque tanto un contenedor de barco como un paquete postal cuentan como una sola incautaci¨®n; sin embargo, el contenedor transporta miles de bolsos (o millones de cigarrillos), mientras que el paquete contiene un par de zapatos o cientos de pastillas.

Es decir, adem¨¢s de ser un coladero, las importaciones por correo dan mucho trabajo. Para intentar paliar ambos problemas entr¨® en vigor el 1 de enero un reglamento europeo que prev¨¦ la destrucci¨®n expr¨¦s de peque?os env¨ªos (menos de dos kilos y hasta tres objetos) enfocado a las compras online en webs chinas (de donde proceden la mayor¨ªa de los paquetes). ¡°La nueva ley deber¨ªa agilizar las actuaciones aduaneras¡±, dice el abogado de Elzaburu, el primer despacho que solicit¨® esta v¨ªa para las marcas que defiende. ¡°Si compras copias online te puedes quedar sin lo que has pagado¡±, advierte.

Los compradores habituales lo saben. En foros como Elrincondelcomprador.com los usuarios intercambian consejos para salvar las aduanas. Cuidadosos, evitan nombrar a las marcas inventando eufemismos: El cocodrilo (por Lacoste), El feo del Norte (por North Face) o Rafita El Laurel (por Ralph Lauren). Incluso se hicieron eco del cambio en el reglamento europeo. ¡°Ya van a meter mano a los peque?os paquetes¡±, anunciaba un usuario a principios de a?o. ¡°No es m¨¢s que una medida para meter miedo, no se van a poner a inspeccionar los miles de paquetes que entran a diario por Barajas¡±, opinaba otro.

Cada vez llegan m¨¢s copias en paquetes postales¡±, seg¨²n el comisario europeo

Con mayor candidez, Pili Rodr¨ªguez compara en su blog Tu-moda-online.es copias y originales. ¡°Un bolso de 2.000 euros no tiene nada que ver con uno de 20, pero no puedo compr¨¢rmelo¡±, dice. Se conforma con adquirir copias en webs como Aliexpress, Ebay o Sheinside. ¡°Nunca me han parado nada en aduanas pero s¨¦ que es un riesgo¡±, admite. ¡°Yo dejar¨ªa que lo destruyesen directamente, me dar¨ªa much¨ªsima verg¨¹enza que una marca que admiro me contactara¡±.

En un almac¨¦n del aeropuerto de Barajas un peque?o bolso rosa con el logo YSL espera a ser destruido. Alguien lo compr¨® online ¡ªhay uno igual por 16,99 d¨®lares en la web china Aliexpress, el original, de Yves Saint Laurent, cuesta 1.090 euros¡ª, y ha sido retenido por el Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria junto a decenas de vaqueros, zapatillas, relojes, smartphones, gafas de sol, o camisetas de f¨²tbol. Todo lleva logos bien visibles (la manzana mordida, el puma, la doble C, el jugador de polo...) y ser¨¢ incinerado o triturado sin estrenar.

Antes, cuando Aduanas pillaba una copia, avisaba a la marca y se iniciaba un tedioso proceso legal. Ahora, las marcas que solicitan la destrucci¨®n expr¨¦s env¨ªan a aduanas informaci¨®n sobre c¨®mo diferenciar una copia de sus originales, en qu¨¦ webs se venden o de qu¨¦ regiones suelen venir. Aduanas incorpora estos indicios a sus programas inform¨¢ticos de an¨¢lisis de riesgo y cuando aparece un paquete sospechoso se notifica al comprador. Si este no se opone en 10 d¨ªas, la mercanc¨ªa se destruye y ah¨ª acaba todo (en Espa?a, comprar una copia para uso personal no es delito; en Italia tiene multa, en Francia est¨¢ incluso penado). Si el comprador se opone, los abogados de la marca copiada entran en escena y normalmente se llega a un acuerdo que pasa por el comprador aceptando la trituradora. Si se empecina en llegar a juicio, la jurisprudencia tampoco est¨¢ a su favor: a principios de a?o el Tribunal de Luxemburgo desestim¨® el recurso de un ciudadano dan¨¦s que se opuso a que destruyesen un Rolex falso. Aunque era para uso personal, el ¡°Trolex¡± acab¨® triturado.

La mercanc¨ªa sospechosa puede ser destruida en la aduana

¡°El objetivo de las marcas no son los usuarios finales, sino los productores¡±, dice Caselles. ¡°Los peque?os env¨ªos son m¨¢s bien l¨ªneas de investigaci¨®n para llegar a ellos¡±. El abogado defiende, adem¨¢s, que, tras algunas de estas compras hay importadores encubiertos que traen mercanc¨ªa poco a poco para revenderla, a sabiendas de que, aunque les pillen algunas veces, muchas otras pasar¨¢n.

El edificio de Correos en Barajas es un mar de peces peque?os. Los paquetes viajan por un escalextric de cinta transportadora. Unos 1.800 al d¨ªa llegan de fuera de la Uni¨®n Europea. Aduanas no solo busca falsificaciones. Investigan infracciones a nivel fiscal y de todo tipo de normativas: sanitarias, de tr¨¢fico de drogas, de especies protegidas¡­ ¡°No creer¨ªas lo que la gente manda por correo¡±, cuentan, ¡°tortugas vivas, calaveras humanas...¡±. Por ello, acabar con las agujas falsas requiere la iniciativa de las marcas, que son quienes pagan la destrucci¨®n de las copias que se encuentran.