El Rey: ¡°Los espa?oles ya no somos rivales los unos de los otros¡±
Don Felipe llama a la unidad: "Queremos una Espa?a alejada de la divisi¨®n y la discordia" Muy emocionado, presidi¨® sus primeros premios Pr¨ªncipe de Asturias como Monarca
El Rey utiliz¨® este viernes su discurso en la entrega de los Premios Pr¨ªncipe de Asturias ¡ªuno de los pocos que pronuncia que es redactado por ¨¦l y su equipo y supervisado por el Gobierno, no al rev¨¦s¡ª para insistir en sus grandes preocupaciones: el desaf¨ªo soberanista catal¨¢n y el desencanto ciudadano ante el goteo de casos de corrupci¨®n en pr¨¢cticamente todas las instituciones y partidos. Era la ¨²ltima edici¨®n de los Premios Pr¨ªncipe de Asturias ¡ªque a partir del a?o que viene se llamar¨¢n Premios Princesa de Asturias¡ª y el primero de don Felipe como Monarca. El p¨²blico presente en el teatro Campoamor de Oviedo interrumpi¨® su intervenci¨®n con un largo aplauso, en pie, justo cuando don Felipe explicaba ¡°cu¨¢nta emoci¨®n¡± le causaba ese intercambio de papeles con su hija Leonor, que el pr¨®ximo 31 de octubre cumplir¨¢ 9 a?os, cuatro menos de los que ¨¦l ten¨ªa cuando debut¨® en estos premios, en 1981.
Tras elogiar a los premiados en la edici¨®n de este a?o y recordar brevemente sus biograf¨ªas, don Felipe se dirigi¨® a quienes quieren separarse de Espa?a y lo hizo planteando, en primer lugar, una f¨¦rrea defensa de la Constituci¨®n de 1978, el mayor argumento esgrimido por el Gobierno contra la consulta sobre la independencia de Catalu?a planteada por el presidente catal¨¢n, Artur Mas. ¡°Nuestra democracia no es fruto de la improvisaci¨®n, sino de la voluntad decidida del pueblo espa?ol de constituir Espa?a en un Estado social y democr¨¢tico de derecho, inspirado en los principios de libertad e igualdad, de justicia y pluralismo, y en el que todos, ciudadanos e instituciones, estamos sometidos, por igual, al mandato de la ley¡±, dijo el Rey.
¡°Respetar y observar ese marco constitucional y democr¨¢tico es la garant¨ªa de nuestra convivencia en libertad. Es la garant¨ªa necesaria para que todos los espa?oles puedan ejercer sus derechos, (¡) para que funcione ordenadamente nuestra vida colectiva. Debemos cuidar y favorecer nuestra vida en com¨²n (...) y no repetir errores del pasado¡±, a?adi¨® don Felipe. ¡°Queremos una Espa?a alejada de la divisi¨®n y de la discordia¡±, zanj¨®.
¡°Todos¡± y ¡°com¨²n¡± fueron algunas de las palabras que m¨¢s repiti¨® en su discurso: hasta en 14 ocasiones. El Rey mantuvo este viernes la misma l¨ªnea que ya hab¨ªa iniciado como Pr¨ªncipe ante el desaf¨ªo soberanista catal¨¢n: una estrategia en positivo que, a diferencia de algunas declaraciones del Gobierno, destaca sobre todo las ventajas de permanecer unidos, en lugar de amenazar con las consecuencias de separarse. ¡°Compartimos intereses y valores comunes, tenemos una misma voluntad de pertenecer a Europa, de ser Europa. Y sobre todo, compartimos sentimientos. Los espa?oles ya no somos rivales los unos de los otros. Somos protagonistas de un mismo camino¡±, se?al¨® don Felipe.
El 12 de octubre de 2012, durante la tradicional recepci¨®n en el Palacio Real con motivo de la fiesta Nacional, el entonces pr¨ªncipe de Asturias comentaba: ¡°Catalu?a no es un problema. Conf¨ªo m¨¢s en la Catalu?a real que en la espuma que estamos viendo con lo que hacen unos y otros¡±. Dos a?os despu¨¦s, convertido en Rey y con la amenaza de una consulta secesionista, don Felipe sigue pensando que vencer¨¢ la unidad. ¡°Estoy convencido de que la comprensi¨®n, la consideraci¨®n, el afecto y el respeto mutuos son sentimientos arraigados en el coraz¨®n de los espa?oles y compartidos de norte a sur y de este a oeste en nuestro territorio. Y todos esos sentimientos, ni los debemos olvidar nunca, ni mucho menos perder. Al contrario, los tenemos que preservar y alimentar¡±, dijo en Asturias.
Para el Rey, los intereses secesionistas no tienen sentido y hoy menos que nunca. ¡°Seamos conscientes de que, como cualquier sociedad avanzada, debemos afrontar nuestro futuro con la fortaleza que nos exige un mundo distinto al que hemos conocido; un mundo que camina hacia una mayor integraci¨®n, y no al contrario. Es un futuro complejo, pero lleno de nuevas oportunidades. Este es uno de los grandes retos que tenemos como pa¨ªs. Trabajemos, cada uno con su propia personalidad, en un proyecto integrador, sentido y compartido por todos, y que mire siempre hacia adelante¡±.
Como ya hiciera en su discurso de su proclamaci¨®n, el pasado 19 de junio, don Felipe tambi¨¦n se refiri¨® al desencanto, motivado, sobre todo, por los omnipresentes casos de corrupci¨®n. El Rey admiti¨® que en la cosa p¨²blica no abundan las vidas ejemplares: ¡°La sociedad necesita referencias morales a las que admirar y respetar; principios ¨¦ticos que reconocer y observar; valores c¨ªvicos que preservar y fomentar¡±. Y elogi¨® esa ¡°conciencia social¡± de la poblaci¨®n m¨¢s cr¨ªtica y exigente hacia las instituciones. ¡°Es con ese necesario impulso moral colectivo con el que se puede y se debe hacer de Espa?a una naci¨®n ilusionada¡±.
Elogio al "sacrificio" ciudadano
Como ya hiciera el a?o pasado, en el mismo escenario del teatro Campoamor, y el pasado 19 de junio en su discurso de proclamaci¨®n en el Congreso de los Diputados, el Rey volvi¨® a elogiar este viernes ¡°el enorme sacrificio y esfuerzo¡± de los espa?oles ¡°para superar todos juntos una de las crisis econ¨®micas m¨¢s profundas¡±.
Don Felipe destac¨® el ejemplo de ¡°muchos ciudadanos que demuestran, admirablemente, una capacidad de esfuerzo y sacrificio digna de todo respeto¡±. Especialmente, ahora, en tiempos de ¡°desencanto, pesimismo y desconfianza¡±, se?al¨®.
Unas palabras muy similares a las que pronunci¨® en el mismo lugar el a?o pasado, cuando dijo: ¡°Los hombres y mujeres de Espa?a han hecho frente con coraje a la adversidad y han mostrado una capacidad de sacrificio fuera de toda duda. Son millones de espa?oles los que cada d¨ªa batallan para salir adelante con honestidad, con esfuerzo, con valent¨ªa y con humildad. Ellos son los que realmente hacen de Espa?a una gran naci¨®n que vale la pena vivir y querer y por la que merece la pena luchar¡±.
Don Felipe lleg¨® a Asturias con un nuevo estatus, el de Rey, pero las mismas preocupaciones de sus ¨²ltimos discursos como Pr¨ªncipe: la misma crisis econ¨®mica, el cada vez m¨¢s arraigado desencanto y una permanente voluntad de devolver la ilusi¨®n o al menos, la confianza en las instituciones.
En el teatro Campoamor le recibieron con gritos de ¡°?Viva el Rey!¡±, al igual que a su esposa, do?a Letizia. Desde el palco de autoridades sigui¨® la ceremonia la reina Sof¨ªa. Don Juan Carlos no asisti¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.