Alfredo Tamayo Ayestar¨¢n, un te¨®logo contra los totalitarismos
Sus reflexiones p¨²blicas contribuyeron a socavar el franquismo y el terrorismo etarra
En 1983 contempl¨® en un funeral en la catedral del Buen Pastor de San Sebasti¨¢n el dolor desgarrador de la viuda de un polic¨ªa, asesinado por ETA, y su terrible soledad. Lo cont¨® en su libro Siempre de vuestro lado (SBDS, 2007), que recog¨ªa una selecci¨®n de sus textos en la prensa vasca. A partir de esta vivencia, Alfredo Tamayo Ayestar¨¢n, jesuita y te¨®logo, se implic¨® a conciencia en la sensibilizaci¨®n hacia las v¨ªctimas del terrorismo.
En aquellos momentos, en 1983, Alfredo Tamayo (San Sebasti¨¢n, 1924), fallecido hace una semana, estaba a punto de cumplir los 60 a?os y ya ten¨ªa detr¨¢s una trayectoria intelectual notable y un compromiso reconocido contra la dictadura de Franco, que acababa de cerrar p¨¢gina.
Alfredo Tamayo salt¨® a la fama en el Pa¨ªs Vasco, a fines de los a?os cincuenta, cuando en una alocuci¨®n radiof¨®nica que el Obispado de San Sebasti¨¢n le encarg¨® arremeti¨® contra la dictadura franquista. Aquella intervenci¨®n tuvo un enorme eco en el Pa¨ªs Vasco. Estuvo a punto de ser detenido, pero para evitar el esc¨¢ndalo que supondr¨ªa la reclusi¨®n de un jesuita, las autoridades gubernativas, de acuerdo con las eclesi¨¢sticas, optaron por desterrarle a Alemania, una cultura por sus estudios de doctorado. En su nueva etapa alemana fue capell¨¢n de emigrantes espa?oles, con lo que se sensibiliz¨® con el movimiento obrero.
A su regreso al Pa¨ªs Vasco, en los sesenta, fund¨® la Escuela de Teolog¨ªa y dio clases en diversas facultades de la Universidad de Deusto. Clases que eran una aut¨¦ntica educaci¨®n para la ciudadan¨ªa y ejercieron una gran influencia en los j¨®venes universitarios antifranquistas. Fueron alumnos suyos figuras de relieve en la sociedad vasca durante la Transici¨®n y la democracia, e incluso alg¨²n personaje que despu¨¦s fue dirigente de ETA.
Tamayo se aline¨® con las corrientes progresistas de la Iglesia. Fue un entusiasta del concilio Vaticano II y sol¨ªa reivindicar la breve etapa en que convergieron el papa Juan XXIII, John F. Kennedy en EE UU y Nikita Jrushchov en la URSS. De aquel tiempo data su amistad con cat¨®licos como Juan Mari Bandr¨¦s, Alfonso Carlos Com¨ªn, el tambi¨¦n jesuita Gonz¨¢lez Ruiz, el entonces marxista Manuel Azc¨¢rate, el te¨®logo Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªez-Alegr¨ªa y el padre Llanos. Colabor¨® con el tambi¨¦n jesuita Ignacio Ellacur¨ªa, posteriormente asesinado por los grupos paramilitares vinculados al Ej¨¦rcito salvadore?o.
Fuera de su destierro y de sus visitas regulares a Alemania y a Austria desarroll¨® su vida profesional en el Pa¨ªs Vasco. Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas de su vida centr¨® su tarea intelectual en combatir la ideolog¨ªa totalitaria de ETA en sus textos, publicados regularmente en la prensa vasca, y en conferencias. Era una continuidad de su compromiso anterior. Pas¨® de combatir el totalitarismo franquista al totalitarismo etarra. Entre sus numerosos alumnos figuraban Cristina Cuesta, hija del director de Telef¨®nica de San Sebasti¨¢n, asesinado por los Comandos Aut¨®nomos, y Maite Pagazaurtundua, hermana del exjefe de la Polic¨ªa Municipal de Andoain, socialista y militante de Basta Ya, asesinado por ETA. Tamayo ha fallecido tras haber contemplado la desaparici¨®n del franquismo y el terrorismo etarra, a los que contribuy¨® desde sus reflexiones p¨²blicas.
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