¡°Hay investigaci¨®n de primer nivel a pesar del sistema¡±
El cient¨ªfico ha ganado la beca Fero de Oncolog¨ªa
El bioqu¨ªmico Arkaitz Carracedo, nacido en Bilbao hace 34 a?os, ha ganado la s¨¦ptima beca de la Fundaci¨®n para la Investigaci¨®n Oncol¨®gica (Fero), que dirige el prestigioso onc¨®logo Josep Baselga. ¡°Nos acercamos al c¨¢ncer de mama de peor pron¨®stico¡±, dice de su proyecto. Se refiere al que no tiene un tratamiento espec¨ªfico como los que tienen receptores HER o los hormonodependientes. Estos tumores, llamados triple negativos porque no tienen un marcador biol¨®gico que los identifique, representan ¡°entre el 10% y el 15%¡± de todos los de mama, dice el investigador. Esta b¨²squeda de nichos es la clave de la medicina personalizada actual. Al buscar las caracter¨ªsticas espec¨ªficas de estos c¨¢nceres de mama triple negativos, se ha encontrado con que ¡°en el 50% de ellos hay una gran cantidad de una prote¨ªna llamada PML¡±, y es este hallazgo, con su potencial, lo que le ha merecido el reconocimiento.
Si se confirma la utilidad del descubrimiento, estaremos ante una subdivisi¨®n m¨¢s de los tipos de c¨¢ncer de mama. Eso es lo que hace la oncolog¨ªa actual: buscar rasgos concretos de cada tipo de tumor (una prote¨ªna, un receptor, un gen), e irlo acotando. La propuesta de Carracedo y su equipo es un paso m¨¢s en este sentido. Baselga, creador de las becas, es considerado uno de los padres de este abordaje del c¨¢ncer.
El descubrimiento es especialmente prometedor porque la prote¨ªna PML es una vieja conocida, ya que ¡°se ha visto que se pierde en algunos tipos de leucemia y otros c¨¢nceres¡±. No solo est¨¢ ya estudiada; adem¨¢s, existe un tratamiento para ella. Eso quiere decir que ya se ha probado la toxicidad de ese f¨¢rmaco y hay mucha informaci¨®n al respecto. ¡°Tiene la ventaja de que tenemos mucho camino andado¡±, admite el investigador. Estas caracter¨ªsticas no son fortuitas: el suyo es un laboratorio que se basa en el ¡°reposicionamiento de f¨¢rmacos¡±, es decir, probar nuevas aplicaciones para los ya conocidos.
Pese a ello, todav¨ªa hay un largo recorrido por delante, que se suma a los a?os de preparaci¨®n que han llevado hasta aqu¨ª. ¡°Empezaron los estudios en Boston en 2007, y luego me traje el proyecto al CIC Biogune¡±, un centro de investigaci¨®n de primer nivel en Bizkaia, apunta. ¡°Lo fundamental es tener un posible marcador con potencial para generar un tratamiento¡±, afirma el cient¨ªfico. Sobre ¨¦l habr¨¢ ahora que ensayar.
Para ello, el grupo dispone de un rat¨®n que no tiene la prote¨ªna PML, y ha visto ¡°que se desarrolla bien; no sufre por esa carencia¡±. Eso quiere decir que un posible f¨¢rmaco que inhibiera esta mol¨¦cula no deber¨ªa tener efectos adversos, aclara Carracedo. En sus palabras: ¡°hay una ventana terap¨¦utica¡±. ¡°Pero hay mucho por hacer¡±, se?ala. ¡°Tenemos que ver qu¨¦ quiere decir esa presencia de la prote¨ªna, y si la podemos inhibir gen¨¦tica o farmacol¨®gicamente¡±.
Con toda esa tarea por delante, el bioqu¨ªmico destaca: ¡°La gente tiene que saber que los resultados tardar¨¢n. Los tiempos en ciencia son muy largos¡±. Al llegar a este punto, habla de los recortes. ¡°Si no se nutre la investigaci¨®n b¨¢sica, no habr¨¢ innovaci¨®n¡±, dice. ¡°Los laboratorios de las universidades no se pueden quedar sin alimento. En cinco a?os hemos perdido l¨ªneas enteras de investigaci¨®n. En Espa?a hay compa?eros que hacen investigaci¨®n de primer nivel, pero los hacen pese al sistema¡±.
Carracedo tiene un poco menos de incertidumbre. Cuenta con un contrato Ikerbasque, un programa del Pa¨ªs Vasco para atraer a cient¨ªficos del extranjero ¡ª¨¦l estuvo en el Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, en el Beth Israel Deaconess Center y en Harvard antes de volver a Espa?a¡ª, que ofrece contratos permanentes. Aun as¨ª, admite que gasta mucho tiempo en buscar financiaci¨®n. ¡°Con estos 70.000 euros de la beca podremos desarrollar nuestro proyecto al 100%¡±, dice satisfecho.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.