Un futuro de minor¨ªas y coaliciones

Con todas las precauciones propias del caso, como la ausencia de convocatoria electoral inmediata, el sondeo de Metroscopia publicado en este peri¨®dico indica que la enorme bolsa de indecisos observada anteriormente se est¨¢ decantando (en parte) a favor de Podemos, que adem¨¢s atrapa simpatizantes de todo el arco, sobre todo de la izquierda. En estas condiciones resulta muy dif¨ªcil que el PP pueda recuperar la mayor¨ªa, aunque est¨¦ tentado de enviar a sus simpatizantes desencantados y abstencionistas el mensaje de que si persisten en esa actitud, Espa?a caer¨¢ en un problema de gobernabilidad.

A juzgar por la encuesta, hay considerables posibilidades de que el PSOE condicione el pr¨®ximo Gobierno estatal. No est¨¢ en condiciones de ganar las elecciones, pero s¨ª de intentar una din¨¢mica favorable a sus intereses. En contra de su capacidad de recuperaci¨®n juega el escaso tiempo que le resta antes de las elecciones y la fuga a Podemos de parte de sus simpatizantes. A favor, que el PSOE est¨¢ recuperando votantes fugados al PP en 2011, con los que compensa en parte lo que pierde a favor de Podemos. Lo tiene muy dif¨ªcil para recobrar el papel tradicional de gran partido socialdem¨®crata, pero su situaci¨®n en el centro del tablero pol¨ªtico le favorece como fuerza necesaria para gobernar, ya sea en minor¨ªa o en coalici¨®n.

Pedro S¨¢nchez empieza a decir que aceptar¨ªa gobernar en minor¨ªa; es decir, como Zapatero entre 2004 y 2011 o Aznar entre 1996 y 2000. Es una manera de zafarse de la pregunta desgarradora (?con PP o con Podemos?). Bajo el Gobierno en minor¨ªa de Adolfo Su¨¢rez se elabor¨® la Constituci¨®n, de modo que no es imposible abordar grandes proyectos pol¨ªticos sin mayor¨ªa absoluta. No obstante, aquello se hizo en tiempos en que la democracia era atacada por varios terrorismos, y los partidos parlamentarios (nacionalistas incluidos) estaban muy implicados en una democracia consensual. Era una situaci¨®n alejada de la actual polarizaci¨®n pol¨ªtica.

Solo la recuperaci¨®n de una voluntad de acuerdo y consenso podr¨ªa asegurar la gobernabilidad futura en un tablero lleno de minor¨ªas. Un pacto PP-PSOE parece muy dif¨ªcil, porque desgarrar¨ªa a los socialistas. Una coalici¨®n PSOE-Podemos se antoja todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil, porque la apuesta de Pablo Iglesias consiste en situar a sus electores potenciales ante la disyuntiva de ganarlo todo o perderlo todo; muy poco consensual y nada pactista, por lo tanto. El futuro no est¨¢ escrito, pero hay que ir pensando en coaliciones.