¡°Mi madre est¨¢ en paro y yo no puedo ayudarla¡±

Luis Miguel Sanz era directivo de una empresa de maquinaria de fr¨ªo industrial. Su hijo le ve¨ªa salir de casa en corbata. Un d¨ªa Sanz se qued¨® en paro, dej¨® de poder pagar su hipoteca, pas¨® a estar siempre preocupado. Emprendi¨® una huelga de hambre para reclamar la daci¨®n en pago y pedir que le perdonaran la deuda pendiente, 100.000 euros. Por aquellas fechas a su hijo mayor, de 10 a?os, le cambiaba el car¨¢cter. De alegre y responsable se volv¨ªa taciturno y rebelde. Sanz decidi¨® denunciar en los medios al banco y eso empeor¨® el estado del menor. El colegio, en Guadalajara, alertaba de que hab¨ªa bajado mucho su nivel de estudios. El ni?o perdi¨® la autoestima, empez¨® a preguntar si se iban a quedar en la calle, a llorar sin motivo. Tardar¨ªan a¨²n en descubrir que adem¨¢s estaba sufriendo bullying (acoso) por parte de sus compa?eros. Le rodeaban y, mientras le pegaban, le preguntaban: ¡°?Ahora eres pobre? ?Te veremos buscando en la basura?¡±.

Casi no hay programas de ayuda a los peque?os¡±, denuncia un experto

Muchos menores est¨¢n dando se?ales de que la preocupaci¨®n que se respira en sus casas les ha afectado. El pediatra Jes¨²s Garc¨ªa, del?Hospital Infantil Universitario Ni?o Jes¨²s, explica c¨®mo lo exteriorizan: ¡°Sufren ansiedad, crisis de angustia, excitaci¨®n, trastornos emocionales, o de pronto dejan de aceptar los l¨ªmites, se vuelven m¨¢s rebeldes... Los adolescentes pueden llegar a menospreciar la vida propia o ajena, tener m¨¢s inclinaci¨®n por adicciones o desarrollar sexualidades precoces¡±, dice. ¡°Perder el soporte de unos padres destrozados provoca inseguridad y temor¡±.

En Espa?a ha crecido el n¨²mero de?menores bajo el umbral de la pobreza, denuncia Unicef, que los cifra en 2,3 millones. A pesar de este aumento, el n¨²mero de ayudas (gasto en servicios sociales, becas comedor...) destinadas a menores han ca¨ªdo casi un 15% desde 2010 (6.370 millones), a?o hasta el que se hab¨ªa mantenido una tendencia alcista.

¡°La madre de Nacho tiene mucho estr¨¦s y ¨¦l siente culpa¡±, dice una terapeuta

No hay datos de cu¨¢ntos menores est¨¢n deprimidos por los problemas econ¨®micos de sus padres. La Sociedad de Psiquiatr¨ªa Infantil aporta estimaciones de menores deprimidos en general: 1,1% hasta los 6 a?os, entre 1,8% y 2,3% desde los 6 a los 14 y entre 4% y 5% en adolescentes. Algunas entidades dedicadas al tratamiento de menores con problemas afirman que tienen m¨¢s demanda, como la Federaci¨®n catalana de Entidades de Atenci¨®n y de Educaci¨®n a la Infancia y Adolescencia (Fedaia). En julio denunciaron el aumento de problemas de salud en los menores cuyas familias sufren problemas econ¨®micos. Marta Garc¨ªa, de la junta directiva, dice que Espa?a deber¨ªa incrementar la inversi¨®n en pol¨ªticas sociales dirigidas al menor, que es el 1,4% del PIB, por debajo de la media de la UE: el 2,1%.

El pediatra Jes¨²s Garc¨ªa explica que lo habitual es remitir a los menores que dan muestras de depresi¨®n al psic¨®logo y, si no mejoran, al psiquiatra. Guillermo Fouce, presidente de Psic¨®logos Sin Fronteras, afirma que el sistema p¨²blico tarda unos cuatro meses en atender a los afectados y que, una vez aceptados, las visitas tienen lugar una vez al mes en los casos m¨¢s graves y cada tres meses en el resto. ¡°Una atenci¨®n seria debe tener asiduidad semanal¡±, afirma. Por otro lado, muchas familias, precisamente por sus problemas econ¨®micos, no pueden recurrir a la red privada. ¡°Pagar las visitas cuesta y se espacian demasiado¡±, afirma la psic¨®loga Silvia ?lava. ¡°No tenemos casi programas de ayuda a los menores¡±, dice la psic¨®loga Lila Parrondo. ¡°Los chavales que peor lo est¨¢n pasando lo tienen complicado. La mayor parte de la atenci¨®n que reciben es por parte de colegas que no cobran¡±.

Un d¨ªa el menor le dijo a sus padres que cre¨ªa que era mejor no vivir

Mar¨ªa, 51 a?os, tiene dos mellizos de 14. Vive en Carabanchel (Madrid). Trabajaba de secretaria de direcci¨®n, pero se qued¨® sin empleo en febrero de 2012. ¡°Tengo el car¨¢cter agriado¡±. Uno de sus dos mellizos, Nacho, le preocupa mucho. Ella querr¨ªa que estudiara m¨¢s. ?l se siente culpable porque no puede concentrarse. ¡°Este a?o me he cambiado de colegio para ver si cambia mi actitud porque no hac¨ªa nada¡±, dice el menor. ¡°Mi madre se preocupa, pero no doy resultados. Cuando la veo triste por el paro, me pongo triste yo tambi¨¦n. No puedo ayudarle¡±. La quinesi¨®loga Mar¨ªa Docavo le atiende gratuitamente, aunque le ve con asiduidad variable. ¡°Su madre tiene mucho estr¨¦s y ¨¦l sentimiento de culpa¡±, dice. ¡°La reacci¨®n instintiva es ponerse en situaci¨®n de ataque, huida o par¨¢lisis. En los ni?os se ve claro, pero los adultos no entienden y los culpan. Eso no ayuda¡±.

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca, ante la ausencia de datos p¨²blicos cualitativos, ha puesto en marcha una encuesta a familias perjudicadas. Hace dos semanas publicaron un avance de ese sondeo en Catalu?a con 1.200 familias. Seg¨²n sus datos, el 10% de los ni?os y el 7% de las ni?as est¨¢n ¡°casi siempre¡± tristes.

El menor que sufri¨® bullying pas¨® siete meses en el psic¨®logo (p¨²blico), pero nada cambi¨®. Un d¨ªa le dijo a sus padres que cre¨ªa que era mejor no vivir. Lo derivaron al psiquiatra. Lleva un a?o y medio medicado. ¡°De momento nos dice el psiquiatra que no le puede quitar la medicaci¨®n¡±. Su padre consigui¨® la daci¨®n en pago y el perd¨®n de la deuda. Actualmente viven en un chal¨¦ que han ocupado y el temor a que les echen de casa sigue presente.