23 inmigrantes, cinco horas aislados en una playa por sospechas de ¨¦bola
Los afectados han llegado en una patera a la playa de Maspalomas, en Gran Canaria Un cami¨®n de basura transport¨® a los sin papeles desde el arenal hacia la carretera
Un grupo de 21 inmigrantes pas¨® este mi¨¦rcoles casi cinco horas abandonado al sol en una playa de Maspalomas (Gran Canaria) esperando a que las autoridades decidieran si activaban o no el protocolo para casos de ¨¦bola. Con temperaturas que rozaban los 30 grados al mediod¨ªa y ante la mirada at¨®nita de cientos de ba?istas que aprovechaban el buen tiempo en pleno inicio de la temporada alta oto?al. La patera hab¨ªa llegado poco antes de las nueve de la ma?ana al coraz¨®n tur¨ªstico de la isla. Los sin papeles ganaron la arena por su propio pie. Y cayeron rendidos. Los primeros en llegar para atenderlos fueron los voluntarios de Cruz Roja, alertados por el personal de limpieza de las playas. Al tomarles la temperatura detectaron que seis de ellos ten¨ªan la fiebre muy alta. Ah¨ª cundi¨® la alerta... Y el caos por la descoordinaci¨®n de las instituciones.
El personal de la ONG decidi¨® aplicar su protocolo para casos de ¨¦bola y pidi¨® la intervenci¨®n de la Consejer¨ªa de Sanidad. Sus m¨¦dicos tardaron en llegar cuatro horas. Durante la eterna espera, los voluntarios depositaron sobre el suelo mascarillas, bocadillos y botellas de agua para que el grupo pudiera alimentarse. Agentes de la Polic¨ªa Local Canaria trazaron un cord¨®n imaginario, separados unos veinte metros de los inmigrantes para que nadie se acercase y pertrechados con mascarillas y guantes pero en manga corta.
Cuando por fin llegaron, los m¨¦dicos se cercioraron de que ninguno de los subsaharianos hab¨ªa estado en las ¨²ltimas tres semanas en Liberia, Sierra Leona o Guinea Conakry, los pa¨ªses afectados por el virus del ¨¦bola, y descartaron cualquier posibilidad de infecci¨®n. Ese mero tr¨¢mite sirvi¨® para finiquitar la crisis, sin que el Gobierno canario activase protocolo alguno. Y comenz¨® el traslado. Los cuatro que presentaban un estado de salud m¨¢s delicado fueron transportados en camilla por un jeep de la Cruz Roja. Al resto se les subi¨® al remolque de un cami¨®n de la empresa Urbaser, de los que se utilizan habitualmente para transportar los residuos de las playas, pese a la oposici¨®n del coordinador de Cruz Roja, Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez, quien alert¨® varias veces de que ese no es modo de tratar a seres humanos.
El alcalde de San Bartolom¨¦ de Tirajana, Marco Aurelio P¨¦rez, tambi¨¦n presente en el arenal, asegur¨® despu¨¦s que no hab¨ªa ninguna otra manera de subir al grupo duna arriba porque el Ayuntamiento no dispone de todoterrenos para trasladar a 20 personas a un tiempo. ¡°Hab¨ªa que sacar a aquellos se?ores de la playa, llevaban m¨¢s de cinco horas all¨ª tirados, no hay derecho¡±, se justific¨®.
Los inmigrantes acabaron en la comisar¨ªa del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, para ser identificador antes de iniciar el procedimiento de expulsi¨®n. En la orilla de la playa se arremolinaron durante toda la ma?ana efectivos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, la Polic¨ªa Local Canaria, Guardia Civil, Servicio de Urgencias Canario (SUC), adem¨¢s de los citados voluntarios de Cruz Roja.
Los inmigrantes acabaron en la comisar¨ªa de polic¨ªa para ser identificador antes de iniciar el procedimiento de expulsi¨®n
Solucionado el conflicto, las distintas instituciones empezaron a pasarse la pelota. La Consejer¨ªa de Sanidad, en manos Br¨ªgida Mendoza (Coalici¨®n Canaria), aleg¨® que la competencia era de Sanidad Exterior, dependiente del ministerio, que a su vez, apunt¨® que solo opera en este tipo de situaciones si la patera llega a un puerto.
El caso recuerda lo ocurrido el pasado 1 de octubre en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche en Madrid. Tras recibir una denuncia de varias ONG, el juez de instrucci¨®n n¨²mero 6 de Madrid, Ramiro Garc¨ªa de Dios Ferreiro, acus¨® a la direcci¨®n del CIE de tratar a los inmigrantes ¡°como mercanc¨ªas¡±. En aquella ocasi¨®n los sin papeles estuvieron 19 horas aislados y sin recibir ning¨²n tipo de alimento aislados tambi¨¦n por la sospecha de alguno estuviese contagiado por ¨¦bola. El auto judicial pidi¨® respetar en estos protocolos los derechos humanos.
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