Sondeo al 10-N
Tras el 9-N, la cuesti¨®n es si se puede recuperar la senda del consenso frente a la de la ruptura
El ¨²ltimo bar¨®metro semestral del CEO (el CIS catal¨¢n) constata que la mitad de la poblaci¨®n de Catalu?a (el 49,1%) se considera independentista y la otra mitad (el 48,5%), no. La primera se proyecta casi milim¨¦tricamente en la actitud ante la consulta soberanista: votar¨ªan a favor de la independencia el 49,4%. Pero solo un tercio, el 32,3%, votar¨ªa contra la secesi¨®n: 16 puntos menos que el que en teor¨ªa corresponder¨ªa. El 28% de los independentistas dicen serlo de toda la vida y el 21% desde fecha reciente. La principal raz¨®n del cambio de estos ¨²ltimos ser¨ªa la actitud del Gobierno central, pero se ofrecen otras nueve posibilidades entre las que no figura la presi¨®n ambiental, tan visible en los ¨²ltimos a?os en casos como los de Raimon, Joaqu¨ªm Brugu¨¦ o Encarna Roca, a los que han intentado repudiar por no responder a las seguridades y obsesiones de los m¨¢s fan¨¢ticos.
La ruptura cantada entre ambos es un obst¨¢culo a la continuidad de Mas al frente del Govern, con o sin elecciones adelantadas
Pese a ello, si la pregunta sobre la relaci¨®n Catalu?a?/?Espa?a admite m¨¢s de dos opciones, la preferencia por un Estado federal (22,2%) o auton¨®mico (23,4 %) suma un porcentaje (45,6 %) casi id¨¦ntico al de los partidarios de un Estado independiente (45,3%). El director del CEO coment¨® en la presentaci¨®n del estudio que toda elecci¨®n binaria suele resolverse por estrecho margen. Es cierto, y ese es uno de los argumentos contra este m¨¦todo de decisi¨®n: que enfrenta a una mitad de la poblaci¨®n con la otra mitad en lugar de plantear una f¨®rmula capaz de satisfacer a la inmensa mayor¨ªa, como ocurri¨® con el Estatut de 1979; y de reflejar de forma m¨¢s cabal la pluralidad de una sociedad en la que el 64% considera compatibles (en distinto grado) su identidad catalana y espa?ola. Esta es la base social esencial de la opci¨®n federalista?/?autonomista.
La cuesti¨®n ahora es si esa opci¨®n puede ser recuperada tras el 9-N. Mas anunci¨® este mi¨¦rcoles su intenci¨®n de pedir por carta a Rajoy el inicio de negociaciones sobre un refer¨¦ndum ¡°definitivo¡±. Y como en la famosa escena de Annie Hall, de Woody Allen, en la que aparece McLuhan en persona para desmentir a quien pretend¨ªa hablar en su nombre, Junqueras ha reconocido (EL PA?S, 1-11-2014) que la votaci¨®n prevista s¨ª era un refer¨¦ndum y adem¨¢s vinculante. Lo contrario de lo que dijo Mas.
Junqueras ha reconocido que la votaci¨®n prevista s¨ª era un refer¨¦ndum y adem¨¢s vinculante. Lo contrario de lo que dijo Mas
La ruptura cantada entre ambos es un obst¨¢culo a la continuidad de Mas al frente del Govern, con o sin elecciones adelantadas. Lo cual abre un resquicio a la posibilidad de un acuerdo de gobernabilidad con el PSC (o incluso con el PP: no ser¨ªa la primera vez) para poder aprobar los presupuestos de 2015 y continuar al frente hasta las elecciones de 2016.
En ese escenario, Rajoy tendr¨ªa margen para iniciar el di¨¢logo, partiendo por ejemplo de las 23 propuestas que le present¨® Mas. Pero deber¨¢ abandonar el argumento simpl¨®n de que si quieren la independencia los catalanes tendr¨¢n que proponer una reforma constitucional que incluya el reconocimiento del derecho de secesi¨®n. Porque esa reforma no est¨¢ al alcance de los ciudadanos de Catalu?a; y porque el objetivo de esa negociaci¨®n no puede ser facilitar la ruptura sino encontrar una alternativa a la misma menos extrema, no irreversible y m¨¢s integradora de la pluralidad catalana; y aceptable para las partes, lo que la situar¨ªa en el espacio de una reforma federal?/?auton¨®mica, que no significa necesariamente m¨¢s competencias pero s¨ª m¨¢s garant¨ªas.
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